Lo visto y vivido en Argentina, específicamente en Buenos Aires, fue una impresionante fiesta nacional.
Más de 5 millones de personas volcadas eufóricas en las calles, para celebrar al campeón del mundo y a sus jugadores, no recuerdo en la historia del futbol algo similar, no sé, pero creo que no se han reunido tantos millones para celebrar a un campeón del mundo.
Cinco millones en la calle, es un número que es realmente impresionante, es una cantidad de personas que es imposible controlar, que los daños no fueran lamentables, que no se reporten pérdidas irreparables es en sí un gran triunfo social, no tanto de las autoridades, ya que es imposible controlar a más de 5 millones.
Alberto Fernández, presidente de Argentina, considera que el triunfo es histórico y que se tenían que facilitar las cosas para que la gente pudiera salir, le pareció que todo fue muy positivo, se queda con la sensación que todo se realizó en un clima de tranquilidad, paz y armonía, no se dieron excesos ni abusos.
Los jugadores no pudieron llegar a Casa Rosada, el Presidente argentino estaba consciente del agotamiento de los jugadores, así que Fernández puso la Casa Rosada a disposición, pero que ellos decidieran si pasaban o no. El tema es, que si no fueron a la Casa Presidencial no es relevante, el Presidente disfrutó como la gente del triunfo.
Por otro lado, en otro rincón del mundo también las celebraciones, en Marruecos que fue la gran sorpresa del Mundial, fue celebrado por su público, con desfile, vítores y porras.
Termina de esta forma uno de los mundiales más políticamente incorrectos, con antecedentes de corrupción, con violaciones a los derechos humanos, con una visión de las cosas distintas y con una final que es considerada la más espectacular de la historia.
Nos volveremos a ver ahora en México, en USA y en Canadá, en lo que será también un Mundial histórico compartido y nuevamente todos, incluso los que no gustan del futbol, nos volveremos a emocionar.
Lamentablemente estoy seguro que la Selección Mexicana no superará su limitada actuación, de momento no veo intención, ni ánimo para cambiar las cosas, se niegan a renunciar todos los que deben hacerlo, se niegan a modificar las cosas, entonces todo seguirá igual.
Felicidades, Argentina.