/ jueves 9 de noviembre de 2023

Democracia y Debate | Jesús Acuña, de la teoría a la práctica

No tenía el gusto de conocer a Jesús Acuña en persona, lo conocía claro por su desarrollo en la campaña para gobernador de Alfonso Durazo, donde desde mi punto de vista destacó como debatiente en medios de comunicación.

Fueron varios y muy entretenidos los debates que sostuvo con Bulmaro Pacheco.

Ganando la gubernatura Alfonso Durazo, Acuña se incorpora como Director del ISSSTESON, Institución que fue orgullo de Sonora y hoy no lo es tanto, Dirección que dejaría con una carta de renuncia que resulto un documento digno de análisis en muchos medios de comunicación.

Pero antes de la llegada y salida de la Dirección, pasaron muchas cosas, cosas interesantes que tienen que ver desde mi punto de vista con el sistema político mexicano, con la cultura política en nuestro país y con los usos y costumbres de la burocracia nacional.

Por lo que pude escuchar en desayuno sostenido con Jesús, al cual insisto no tenía el gusto de conocer, me dio la siguiente impresión.

El cómo joven estudiante visualizo un ejercicio de la función pública distinto, seguramente como alumno distinguido en la Universidad Iberoamericana, con la asesoría de buenos docentes soñó con la teoría y la práctica política en un plano de realidad, un mundo mejor es posible si logramos convencer a los poderosos de cómo hacerlo.

Después de la IBERO viene el posgrado en el extranjero, donde las relaciones internacionales, los grandes maestros van nutriendo más los sueños de un político que debe ser, pero que casi nunca es.

Cargado de buena teoría, de buenos deseos, proyectos e intenciones por un mejor México y claro un mejor Sonora, Jesús toca puertas con buenas ideas, tan buenas que estas puertas se le abren, de haber sido malas propuestas o si estuviera acompañado de malas compañías no se hubiera abierto ni una pequeña ventana, sin embargo, llego a Andrés Manuel López Obrador, llego al Secretario Durazo y presento sus ideas, las cuales fueron escuchadas y lograron su ingreso a lo que venía en Sonora.

Lo que vino después en Sonora, fueron ya en lo local proyectos, estrategia, pensamiento, prospectiva, ideales, el deber ser político… pero, pero, pero…

La política es dura, es cruel y la política mexicana es sumamente pragmática, así el joven Acuña se fue dando cuento que las cosas no estaban sucediendo como concebía que deberían ser, ahora su voz no era escuchada, sus recomendaciones no eran atendidas, se encontraba solo en un grupo de políticos que posiblemente lo veían y quizá lo sigan viendo como ajeno.

La Dirección que se le asignó fue posiblemente el aviso de su destino, vas a donde no se puede crecer, vas a un lugar de poco lucimiento y mucho sacrificio, donde derivado de su realidad muchos sucumben en sus aspiraciones políticas futuras.

Pero, pero, pero… el joven Jesús, se puso a trabajar, lo cual no tendría nada de extraordinario, para eso se les paga, pero tuvo la osadía de decir que estaba trabajando y que además estaba trabajando bien.


Es basta la literatura política revolucionaria que nos guste o no es la base de nuestro actuar político, tanto en novelas como en ensayos y otros textos de estudio en la ciencia política, donde en el corto y veloz camino que recorrió Acuña rompió una serie de reglas no escritas en nuestra política a la mexicana, lo cual no tiene nada de malo, lo malo es que el poder castiga al quien lo reta, lo bueno es que en ocasiones te puedes defender y el trabajo realiza es el bálsamo protector de Acuña.

En el desayuno se dijeron muchas cosas, se callaron otras tantas, no fueron suficientes dos horas, habrá que buscar otras dos, porque por lo menos en lo personal me dio la impresión que de Jesús Acuña hay más, todo indica, por lo menos eso entendí que no está dispuesto de darse por vencido, a rendirse, el bicho de la política práctica le ha picado y ese cuando pica no abandona.

Ya veremos si con lo aprendido su comportamiento es distinto o se empeña en mantener su disruptivo y posiblemente incomodo estilo personal de ser político mexicano.

No tenía el gusto de conocer a Jesús Acuña en persona, lo conocía claro por su desarrollo en la campaña para gobernador de Alfonso Durazo, donde desde mi punto de vista destacó como debatiente en medios de comunicación.

Fueron varios y muy entretenidos los debates que sostuvo con Bulmaro Pacheco.

Ganando la gubernatura Alfonso Durazo, Acuña se incorpora como Director del ISSSTESON, Institución que fue orgullo de Sonora y hoy no lo es tanto, Dirección que dejaría con una carta de renuncia que resulto un documento digno de análisis en muchos medios de comunicación.

Pero antes de la llegada y salida de la Dirección, pasaron muchas cosas, cosas interesantes que tienen que ver desde mi punto de vista con el sistema político mexicano, con la cultura política en nuestro país y con los usos y costumbres de la burocracia nacional.

Por lo que pude escuchar en desayuno sostenido con Jesús, al cual insisto no tenía el gusto de conocer, me dio la siguiente impresión.

El cómo joven estudiante visualizo un ejercicio de la función pública distinto, seguramente como alumno distinguido en la Universidad Iberoamericana, con la asesoría de buenos docentes soñó con la teoría y la práctica política en un plano de realidad, un mundo mejor es posible si logramos convencer a los poderosos de cómo hacerlo.

Después de la IBERO viene el posgrado en el extranjero, donde las relaciones internacionales, los grandes maestros van nutriendo más los sueños de un político que debe ser, pero que casi nunca es.

Cargado de buena teoría, de buenos deseos, proyectos e intenciones por un mejor México y claro un mejor Sonora, Jesús toca puertas con buenas ideas, tan buenas que estas puertas se le abren, de haber sido malas propuestas o si estuviera acompañado de malas compañías no se hubiera abierto ni una pequeña ventana, sin embargo, llego a Andrés Manuel López Obrador, llego al Secretario Durazo y presento sus ideas, las cuales fueron escuchadas y lograron su ingreso a lo que venía en Sonora.

Lo que vino después en Sonora, fueron ya en lo local proyectos, estrategia, pensamiento, prospectiva, ideales, el deber ser político… pero, pero, pero…

La política es dura, es cruel y la política mexicana es sumamente pragmática, así el joven Acuña se fue dando cuento que las cosas no estaban sucediendo como concebía que deberían ser, ahora su voz no era escuchada, sus recomendaciones no eran atendidas, se encontraba solo en un grupo de políticos que posiblemente lo veían y quizá lo sigan viendo como ajeno.

La Dirección que se le asignó fue posiblemente el aviso de su destino, vas a donde no se puede crecer, vas a un lugar de poco lucimiento y mucho sacrificio, donde derivado de su realidad muchos sucumben en sus aspiraciones políticas futuras.

Pero, pero, pero… el joven Jesús, se puso a trabajar, lo cual no tendría nada de extraordinario, para eso se les paga, pero tuvo la osadía de decir que estaba trabajando y que además estaba trabajando bien.


Es basta la literatura política revolucionaria que nos guste o no es la base de nuestro actuar político, tanto en novelas como en ensayos y otros textos de estudio en la ciencia política, donde en el corto y veloz camino que recorrió Acuña rompió una serie de reglas no escritas en nuestra política a la mexicana, lo cual no tiene nada de malo, lo malo es que el poder castiga al quien lo reta, lo bueno es que en ocasiones te puedes defender y el trabajo realiza es el bálsamo protector de Acuña.

En el desayuno se dijeron muchas cosas, se callaron otras tantas, no fueron suficientes dos horas, habrá que buscar otras dos, porque por lo menos en lo personal me dio la impresión que de Jesús Acuña hay más, todo indica, por lo menos eso entendí que no está dispuesto de darse por vencido, a rendirse, el bicho de la política práctica le ha picado y ese cuando pica no abandona.

Ya veremos si con lo aprendido su comportamiento es distinto o se empeña en mantener su disruptivo y posiblemente incomodo estilo personal de ser político mexicano.