/ jueves 21 de marzo de 2024

Democracia y debate | Voto corporativo

En aquellos años pasados existía un líder sindical de nombre Fidel Velázquez, dirigente nacional de la muy poderosa en el pasado CTM, quien, sin pena prometía y cumplía miles y miles de votos a los candidatos de su partido. Aquellos tiempos ya quedaron en el pasado.

Hoy algunos dirigentes sindicales apoyan abiertamente a algunas candidatas y candidatos, lo cual es correcto, lo diferente ahora es que esos apoyos no son obligatorios como en el pasado para los agremiados.

El sindicalismo, me gusta, lo he visto y conozco de cerca, nada más noble que defender los derechos de los trabajadores, conseguir mejores condiciones y fortalecer la calidad de vida de ellos y de sus familias, sindicatos han logrado que sus agremiados y sus generaciones tengan acceso a salud, educación, vivienda y muchos apoyos adicionales, derivados del trabajo y fortalecidos por el sindicalismo.

Sumado a lo anterior existe en democracia la libertad sindical, no porque un líder se manifieste abiertamente por una candidata o un candidato eso significa o tiene que significar que los miembros de dicho colectivo tengan que votar en consecuencia.

Ya ha pasado y lo he visto, “voten por quien quieran, pero voten”, señalaba una líder maestra, “hay libertad en nuestro gremio”, continuaba diciendo. Así que es correcto que la dirigencia manifieste sus preferencias, como es igual de correcto que los miembros de la organización voten de la misma manera, de acuerdo a sus preferencias y razonamientos propios.

Hacer política y mucha política es bueno y necesario en los sindicatos, son por naturaleza un ente político que busca promover políticas públicas para la mejora constante de forma integral de las condiciones laborales, así que hacer política con los actores políticos es propio del sindicalismo internacional y nacional, no por nada líderes de estos colectivos han llegado a ser presidentes de países.

Pero repito, por otro lado, nadie está obligado a votar por quien el dirigente muestre abierta simpatía, eso es parte de la libertad y logro de las luchas sindicales.

Los sindicatos son entre otras cosas, para hacer política y mucha política, la mejor política en ocasiones, pero siempre con libertad.

El voto corporativo ya es cosa del pasado.

En aquellos años pasados existía un líder sindical de nombre Fidel Velázquez, dirigente nacional de la muy poderosa en el pasado CTM, quien, sin pena prometía y cumplía miles y miles de votos a los candidatos de su partido. Aquellos tiempos ya quedaron en el pasado.

Hoy algunos dirigentes sindicales apoyan abiertamente a algunas candidatas y candidatos, lo cual es correcto, lo diferente ahora es que esos apoyos no son obligatorios como en el pasado para los agremiados.

El sindicalismo, me gusta, lo he visto y conozco de cerca, nada más noble que defender los derechos de los trabajadores, conseguir mejores condiciones y fortalecer la calidad de vida de ellos y de sus familias, sindicatos han logrado que sus agremiados y sus generaciones tengan acceso a salud, educación, vivienda y muchos apoyos adicionales, derivados del trabajo y fortalecidos por el sindicalismo.

Sumado a lo anterior existe en democracia la libertad sindical, no porque un líder se manifieste abiertamente por una candidata o un candidato eso significa o tiene que significar que los miembros de dicho colectivo tengan que votar en consecuencia.

Ya ha pasado y lo he visto, “voten por quien quieran, pero voten”, señalaba una líder maestra, “hay libertad en nuestro gremio”, continuaba diciendo. Así que es correcto que la dirigencia manifieste sus preferencias, como es igual de correcto que los miembros de la organización voten de la misma manera, de acuerdo a sus preferencias y razonamientos propios.

Hacer política y mucha política es bueno y necesario en los sindicatos, son por naturaleza un ente político que busca promover políticas públicas para la mejora constante de forma integral de las condiciones laborales, así que hacer política con los actores políticos es propio del sindicalismo internacional y nacional, no por nada líderes de estos colectivos han llegado a ser presidentes de países.

Pero repito, por otro lado, nadie está obligado a votar por quien el dirigente muestre abierta simpatía, eso es parte de la libertad y logro de las luchas sindicales.

Los sindicatos son entre otras cosas, para hacer política y mucha política, la mejor política en ocasiones, pero siempre con libertad.

El voto corporativo ya es cosa del pasado.