/ jueves 23 de abril de 2020

El faro | ¿Cómo serán las cosas cuando todo termine?

Se le atribuye al SARS ser uno de los aceleradores para la adopción del comercio electrónico en China y el surgimiento de Alibaba.

No debemos esperar que la terminación de la epidemia de Covid-19 sea un regreso a la realidad. Es comprensible que muchas organizaciones se centren en reaccionar y hacer frente a los desafíos a corto plazo presentados por la epidemia en desarrollo. Pero además de reacción, necesitan centrar la atención en 3 factores más: rebote, recesión y reinventarse. Más allá de las empresas individuales, también existe una oportunidad para que la sociedad en su conjunto reinvente las normas, los comportamientos y las plataformas de coordinación y colaboración.

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Es inevitable una valoración en el nuevo orden de la demanda, el flujo y movimiento de bienes y personas, la producción y los hábitos de los consumidores. Poco a poco deberán las empresas a reiniciar sus cadenas de suministro, cada una a su ritmo, y los tomadores de decisión implementarán su estrategia de rebote.

En los últimos 100 años, las epidemias sólo han desviado temporalmente el ciclo económico con impactos cortos y agudos. Por supuesto, cada ocasión es única y quizá esta vez podría ser diferente. Una disminución en el mercado no garantiza una recesión, pero indica una alta probabilidad de una. El ciclo expansivo de esta pandemia ha sido uno largo para la económica y ya se muestran signos de vulnerabilidad en las relaciones comerciales, la inestabilidad política, la deuda corporativa y otras áreas. Si esto se prolonga, el impacto de la demanda y la confianza podría fácilmente llevar a la economía mundial a una recesión.

Las compañías prudentes se preparan para esta posibilidad. Los estudios y análisis históricos muestran que el 14% de las empresas en todos los sectores en realidad crecen durante las recesiones. Estas empresas son aquellas que comparten los rasgos comunes de; preparación, prevención, orientación al crecimiento y transformación a largo plazo. Toman una visión a largo plazo y no temen cambiar para así adaptarse y crecer mientras que los competidores se están reduciendo. Es aquí la importancia de poder reinventarse, reimaginar los modelos comerciales y operativos y también la cartera de servicios y productos.

Al anticipar este nuevo mundo posterior a la crisis y aprovechar la oportunidad en la adversidad, debemos pensar en considerar nuevos aprendizajes, nuevas actitudes, nuevos hábitos y nuevas necesidades.

Encontrar oportunidades para mejorar la previsión, la agilidad y la capacidad de recuperación mediante mejoras en la inteligencia de mercado, evaluación de riesgos, planificación de escenarios, gestión de crisis, comunicaciones, trabajo a distancia, redistribución de la fuerza laboral, resistencia de la cadena de suministro, colaboración entre empresas, infraestructura de TI (tecnologías de la información) y muchas otras áreas.

Las crisis cambian las actitudes de los consumidores, creando una mayor conciencia de las creencias alteradas sobre la higiene personal y ambiental, la salud, las relaciones sociales, los viajes y la preparación para posteriores situaciones similares. Algunos nuevos comportamientos forzados por la crisis probablemente se mantendrán como nuevos hábitos después de que la epidemia haya retrocedido. Estos pueden incluir trabajo remoto y compras en el hogar, lo que generará oportunidades de conectividad, aprendizaje a distancia, videoconferencia, equipo de oficina en el hogar, comercio electrónico, servicios de entrega y similares. Las corporaciones y los empleados también pueden ver oportunidades para reducir los viajes y la colocación física de manera continua, al verse obligados a dominar el arte de la colaboración a distancia efectiva. Y se revelarán algunas necesidades no satisfechas, que pueden convertirse en objetivos para la innovación, creando nuevos tipos de modelos de negocios.

¿Cómo pueden las empresas crecer y dar forma a estas oportunidades emergentes? Sugerimos 6 factores clave de éxito:

  1. Una mentalidad de "oportunidad en la adversidad"

La economía se ocupa de los agregados y los promedios, mientras que la estrategia consiste en crear desviaciones de estos promedios. Las compañías que prosperarán durante y después de la crisis creen y buscan ventajas en la adversidad. Y la evidencia es que tales oportunidades existen en todos los sectores.

2. Mirar hacia el futuro

Si bien la empresa promedio probablemente se centrará en la crisis o en sí misma, algunos anticipan el inevitable repunte de la demanda, la posibilidad de recesión y las oportunidades para innovar y repensar sus modelos de negocio. Están preparados para diferentes escenarios, pero están formando activamente su propio destino.

3. Detectar las señales

Muchas empresas, que experimentan un impacto en la demanda y el caos en sus cadenas de suministro, se preocuparán principalmente por gestionar los desafíos inmediatos. Aquellos que miran en un grado más amplio, verán que la demanda de algunas categorías está aumentando, que los clientes están pidiendo cosas que actualmente no están disponibles o que las empresas no tenían previsto. Luego entonces las organizaciones deberán de preguntarse, cuáles son esas innovaciones y cómo se pueden implementar y amplificar.

4. Administración de la oferta

Muchas compañías ven las crisis como cosas a las que hay que hacer frente y vender más de lo mismo. Las empresas visionarias también se centran en el largo plazo y crean sus estrategias, priorizando y enfocándose en diferentes partes del negocio. En particular, identifican y apoyan nuevos pilares de crecimiento emergentes.

5. Moverse rápido

Una de las principales características de esta epidemia es que se está desarrollando y cambiando más rápido de lo que la mayoría de las organizaciones pueden competir. Pero esto se aplica no sólo a la gestión de crisis, sino también a las actividades de innovación y creación de nuevos negocios. Las señales de cambios en la demanda y las nuevas necesidades ya están presentes y esperando ser leídas, interpretadas y actuadas por compañías ágiles.

6. Transformar

La agenda de transformación a largo plazo para una empresa no desaparece durante una crisis, pero la atención se puede desviar fácilmente de ella. De hecho, la agenda a largo plazo probablemente requiera renovación, ya que el estado final puede haber cambiado. Las empresas que prosperan durante una crisis son aquellas que la utilizan como una oportunidad para duplicar sus planes de transformación a largo plazo.

Hay oportunidad en la adversidad en cada negocio. Puede parecer cruel enfatizar las oportunidades en medio de una crisis humanitaria, pero los líderes tienen la obligación de mirar hacia adelante, anticipar y satisfacer las nuevas necesidades de los clientes, desarrollar sus estrategias y organizaciones y, al hacerlo, mantener la prosperidad de sus empresas.

David Martínez. RMR Consultores.

Innovación Disruptiva


Se le atribuye al SARS ser uno de los aceleradores para la adopción del comercio electrónico en China y el surgimiento de Alibaba.

No debemos esperar que la terminación de la epidemia de Covid-19 sea un regreso a la realidad. Es comprensible que muchas organizaciones se centren en reaccionar y hacer frente a los desafíos a corto plazo presentados por la epidemia en desarrollo. Pero además de reacción, necesitan centrar la atención en 3 factores más: rebote, recesión y reinventarse. Más allá de las empresas individuales, también existe una oportunidad para que la sociedad en su conjunto reinvente las normas, los comportamientos y las plataformas de coordinación y colaboración.

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Es inevitable una valoración en el nuevo orden de la demanda, el flujo y movimiento de bienes y personas, la producción y los hábitos de los consumidores. Poco a poco deberán las empresas a reiniciar sus cadenas de suministro, cada una a su ritmo, y los tomadores de decisión implementarán su estrategia de rebote.

En los últimos 100 años, las epidemias sólo han desviado temporalmente el ciclo económico con impactos cortos y agudos. Por supuesto, cada ocasión es única y quizá esta vez podría ser diferente. Una disminución en el mercado no garantiza una recesión, pero indica una alta probabilidad de una. El ciclo expansivo de esta pandemia ha sido uno largo para la económica y ya se muestran signos de vulnerabilidad en las relaciones comerciales, la inestabilidad política, la deuda corporativa y otras áreas. Si esto se prolonga, el impacto de la demanda y la confianza podría fácilmente llevar a la economía mundial a una recesión.

Las compañías prudentes se preparan para esta posibilidad. Los estudios y análisis históricos muestran que el 14% de las empresas en todos los sectores en realidad crecen durante las recesiones. Estas empresas son aquellas que comparten los rasgos comunes de; preparación, prevención, orientación al crecimiento y transformación a largo plazo. Toman una visión a largo plazo y no temen cambiar para así adaptarse y crecer mientras que los competidores se están reduciendo. Es aquí la importancia de poder reinventarse, reimaginar los modelos comerciales y operativos y también la cartera de servicios y productos.

Al anticipar este nuevo mundo posterior a la crisis y aprovechar la oportunidad en la adversidad, debemos pensar en considerar nuevos aprendizajes, nuevas actitudes, nuevos hábitos y nuevas necesidades.

Encontrar oportunidades para mejorar la previsión, la agilidad y la capacidad de recuperación mediante mejoras en la inteligencia de mercado, evaluación de riesgos, planificación de escenarios, gestión de crisis, comunicaciones, trabajo a distancia, redistribución de la fuerza laboral, resistencia de la cadena de suministro, colaboración entre empresas, infraestructura de TI (tecnologías de la información) y muchas otras áreas.

Las crisis cambian las actitudes de los consumidores, creando una mayor conciencia de las creencias alteradas sobre la higiene personal y ambiental, la salud, las relaciones sociales, los viajes y la preparación para posteriores situaciones similares. Algunos nuevos comportamientos forzados por la crisis probablemente se mantendrán como nuevos hábitos después de que la epidemia haya retrocedido. Estos pueden incluir trabajo remoto y compras en el hogar, lo que generará oportunidades de conectividad, aprendizaje a distancia, videoconferencia, equipo de oficina en el hogar, comercio electrónico, servicios de entrega y similares. Las corporaciones y los empleados también pueden ver oportunidades para reducir los viajes y la colocación física de manera continua, al verse obligados a dominar el arte de la colaboración a distancia efectiva. Y se revelarán algunas necesidades no satisfechas, que pueden convertirse en objetivos para la innovación, creando nuevos tipos de modelos de negocios.

¿Cómo pueden las empresas crecer y dar forma a estas oportunidades emergentes? Sugerimos 6 factores clave de éxito:

  1. Una mentalidad de "oportunidad en la adversidad"

La economía se ocupa de los agregados y los promedios, mientras que la estrategia consiste en crear desviaciones de estos promedios. Las compañías que prosperarán durante y después de la crisis creen y buscan ventajas en la adversidad. Y la evidencia es que tales oportunidades existen en todos los sectores.

2. Mirar hacia el futuro

Si bien la empresa promedio probablemente se centrará en la crisis o en sí misma, algunos anticipan el inevitable repunte de la demanda, la posibilidad de recesión y las oportunidades para innovar y repensar sus modelos de negocio. Están preparados para diferentes escenarios, pero están formando activamente su propio destino.

3. Detectar las señales

Muchas empresas, que experimentan un impacto en la demanda y el caos en sus cadenas de suministro, se preocuparán principalmente por gestionar los desafíos inmediatos. Aquellos que miran en un grado más amplio, verán que la demanda de algunas categorías está aumentando, que los clientes están pidiendo cosas que actualmente no están disponibles o que las empresas no tenían previsto. Luego entonces las organizaciones deberán de preguntarse, cuáles son esas innovaciones y cómo se pueden implementar y amplificar.

4. Administración de la oferta

Muchas compañías ven las crisis como cosas a las que hay que hacer frente y vender más de lo mismo. Las empresas visionarias también se centran en el largo plazo y crean sus estrategias, priorizando y enfocándose en diferentes partes del negocio. En particular, identifican y apoyan nuevos pilares de crecimiento emergentes.

5. Moverse rápido

Una de las principales características de esta epidemia es que se está desarrollando y cambiando más rápido de lo que la mayoría de las organizaciones pueden competir. Pero esto se aplica no sólo a la gestión de crisis, sino también a las actividades de innovación y creación de nuevos negocios. Las señales de cambios en la demanda y las nuevas necesidades ya están presentes y esperando ser leídas, interpretadas y actuadas por compañías ágiles.

6. Transformar

La agenda de transformación a largo plazo para una empresa no desaparece durante una crisis, pero la atención se puede desviar fácilmente de ella. De hecho, la agenda a largo plazo probablemente requiera renovación, ya que el estado final puede haber cambiado. Las empresas que prosperan durante una crisis son aquellas que la utilizan como una oportunidad para duplicar sus planes de transformación a largo plazo.

Hay oportunidad en la adversidad en cada negocio. Puede parecer cruel enfatizar las oportunidades en medio de una crisis humanitaria, pero los líderes tienen la obligación de mirar hacia adelante, anticipar y satisfacer las nuevas necesidades de los clientes, desarrollar sus estrategias y organizaciones y, al hacerlo, mantener la prosperidad de sus empresas.

David Martínez. RMR Consultores.

Innovación Disruptiva