/ jueves 12 de diciembre de 2019

El faro | El truco de la felicidad (según Harvard)

¿Quieres una vida más feliz y más satisfactoria?

Una búsqueda rápida en Google de “secreto para la felicidad” arroja más de 7 millones 500 mil resultados.

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Son muchas las personas que escriben y buscan algo que, según un estudio innovador de Harvard, ya se ha encontrado. Así es, gracias a Harvard y estudio Grant y Glueck —que evaluó 724 participantes desde varias esferas de la vida a lo largo de 75 años— los investigadores descubrieron la clave de la felicidad y el cumplimiento a largo plazo.

¿La respuesta? Nuestras relaciones

Las buenas relaciones nos mantienen más felices y saludables.

En otras palabras: la calidad de nuestra vida, emocional, física y mental, es directamente proporcional a la calidad de nuestras relaciones y no se trata de la cantidad de personas que conocemos sino de la conexión genuina, empática y positiva que llevamos a cabo.

Ahora bien con esto en mente, reflexiones acerca de algunos de nuestros hábitos y comportamientos más cotidianos. Pensemos en las personas que interactuamos día a día. —

¿Alguna de estas situaciones le suena familiar?

Cuando está bajo estrés, puede tener una tendencia a ser más grosero con su pareja de lo que jamás soñaría con ser un completo desconocido.

Cuando atiende su negocio o se ocupa en su trabajo está dispuesto a trabajar 60 horas a la semana, pero de alguna manera nunca “tiene tiempo” para reportarse con amigos de toda la vida.

Su paciencia se agota al final del día y lo desquita con quien se le atraviese, incluso sus propios hijos.

Aunque muchas cosas en la vida son plazos y urgencia, las relaciones casi nunca lo son. Como resultado, a menudo son una de las primeras partes de nuestras vidas que descuidamos. La buena noticia es que construir esas relaciones profundas y significativas no es tan desalentador o lento como puede parecer. De hecho, se traduce a un hábito, y con esto cualquiera puede construir relaciones más satisfactorias todos los días.

El factor secreto que controla la calidad de sus relaciones.

Lo que te hace sentir feliz o satisfecho no es la relación en sí, sino las interacciones que hacen que esa relación se desarrolle y esas relaciones sólo pueden crearse mediante una conexión constante a través de interacciones significativas. Debemos de practicar visitas de gratitud o bien manifestaciones de agradecimiento (mensaje, cartas, email, llamada, etc...) ya que estas prácticas de positividad registradas muestran un aumento de la felicidad y una disminución de la depresión durante un mes completo después de completar dicha acción.

Obvio estas prácticas de gratitud vienen con retos como falta de tiempo para poder visitar a nuestros semejantes o bien escribir una carta, es por eso que la evolución de estas acciones “laboriosas” han trascendido y sido simplificado a un hábito que se pueda practicar a diario.

Construyendo relaciones felices y satisfactorias con facilidad

¿La solución? Alacridad Positiva

Este concepto se trata de brindar consistentemente pequeñas y simples experiencias que hacen que las personas se sientan verdaderamente elevadas. Todo se reduce a un solo hábito:

Cuando pienses en algo positivo y realmente lo creas, dilo.

Tan simple como que el hábito puede ser, Harvard sugiere que el impacto de la prontitud positiva es tan profunda como esas visitas de gratitud, con una clara ventaja: Esa misma simplicidad permite la práctica de esto cuando sea donde sea y con quien sea. Pero hasta que convirtamos esa acción consciente en un hábito inconsciente, no podremos aprovecharla por completo para afectar nuestras relaciones y enriquecer nuestras vidas. Y todo eso comienza con un cambio de conciencia.

Tenga en cuenta: Al igual que con cualquier hábito nuevo, practicar la Alacridad Positiva probablemente se sienta un poco torpe o poco natural al principio. Pero mientras creas genuinamente lo que dices, no importa cuán incómodo salga porque es real. Lo más importante es que lo estás expresando. Y si puedes superar esa incomodidad inicial, prácticamente puedo garantizar que el proceso se convertirá en una segunda naturaleza en muy poco tiempo.

En última instancia, esas interacciones simples son el corazón de la Alacridad Positiva y la base de las relaciones significativas. Y, como este estudio de 75 años de Harvard nos enseñó, esas mismas relaciones son el secreto para la felicidad y la satisfacción de por vida.

David Martínez Aguirre. RMR Consultores.

david@rmr.mx

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Son muchas las personas que escriben y buscan algo que, según un estudio innovador de Harvard, ya se ha encontrado. Así es, gracias a Harvard y estudio Grant y Glueck —que evaluó 724 participantes desde varias esferas de la vida a lo largo de 75 años— los investigadores descubrieron la clave de la felicidad y el cumplimiento a largo plazo.

¿La respuesta? Nuestras relaciones

Las buenas relaciones nos mantienen más felices y saludables.

En otras palabras: la calidad de nuestra vida, emocional, física y mental, es directamente proporcional a la calidad de nuestras relaciones y no se trata de la cantidad de personas que conocemos sino de la conexión genuina, empática y positiva que llevamos a cabo.

Ahora bien con esto en mente, reflexiones acerca de algunos de nuestros hábitos y comportamientos más cotidianos. Pensemos en las personas que interactuamos día a día. —

¿Alguna de estas situaciones le suena familiar?

Cuando está bajo estrés, puede tener una tendencia a ser más grosero con su pareja de lo que jamás soñaría con ser un completo desconocido.

Cuando atiende su negocio o se ocupa en su trabajo está dispuesto a trabajar 60 horas a la semana, pero de alguna manera nunca “tiene tiempo” para reportarse con amigos de toda la vida.

Su paciencia se agota al final del día y lo desquita con quien se le atraviese, incluso sus propios hijos.

Aunque muchas cosas en la vida son plazos y urgencia, las relaciones casi nunca lo son. Como resultado, a menudo son una de las primeras partes de nuestras vidas que descuidamos. La buena noticia es que construir esas relaciones profundas y significativas no es tan desalentador o lento como puede parecer. De hecho, se traduce a un hábito, y con esto cualquiera puede construir relaciones más satisfactorias todos los días.

El factor secreto que controla la calidad de sus relaciones.

Lo que te hace sentir feliz o satisfecho no es la relación en sí, sino las interacciones que hacen que esa relación se desarrolle y esas relaciones sólo pueden crearse mediante una conexión constante a través de interacciones significativas. Debemos de practicar visitas de gratitud o bien manifestaciones de agradecimiento (mensaje, cartas, email, llamada, etc...) ya que estas prácticas de positividad registradas muestran un aumento de la felicidad y una disminución de la depresión durante un mes completo después de completar dicha acción.

Obvio estas prácticas de gratitud vienen con retos como falta de tiempo para poder visitar a nuestros semejantes o bien escribir una carta, es por eso que la evolución de estas acciones “laboriosas” han trascendido y sido simplificado a un hábito que se pueda practicar a diario.

Construyendo relaciones felices y satisfactorias con facilidad

¿La solución? Alacridad Positiva

Este concepto se trata de brindar consistentemente pequeñas y simples experiencias que hacen que las personas se sientan verdaderamente elevadas. Todo se reduce a un solo hábito:

Cuando pienses en algo positivo y realmente lo creas, dilo.

Tan simple como que el hábito puede ser, Harvard sugiere que el impacto de la prontitud positiva es tan profunda como esas visitas de gratitud, con una clara ventaja: Esa misma simplicidad permite la práctica de esto cuando sea donde sea y con quien sea. Pero hasta que convirtamos esa acción consciente en un hábito inconsciente, no podremos aprovecharla por completo para afectar nuestras relaciones y enriquecer nuestras vidas. Y todo eso comienza con un cambio de conciencia.

Tenga en cuenta: Al igual que con cualquier hábito nuevo, practicar la Alacridad Positiva probablemente se sienta un poco torpe o poco natural al principio. Pero mientras creas genuinamente lo que dices, no importa cuán incómodo salga porque es real. Lo más importante es que lo estás expresando. Y si puedes superar esa incomodidad inicial, prácticamente puedo garantizar que el proceso se convertirá en una segunda naturaleza en muy poco tiempo.

En última instancia, esas interacciones simples son el corazón de la Alacridad Positiva y la base de las relaciones significativas. Y, como este estudio de 75 años de Harvard nos enseñó, esas mismas relaciones son el secreto para la felicidad y la satisfacción de por vida.

David Martínez Aguirre. RMR Consultores.

david@rmr.mx