Ayer empezó el ciclo escolar para estudiantes de educación básica.
El reto no es menor y los esfuerzos que se han hecho buscan estar a la altura de lo que la situación demanda y la expectativa que busca ser satisfecha.
No esperemos un arranque sin tropiezos porque ni en el esquema que durante tanto tiempo se aplicó teníamos un primer día de clases sin incidentes.
La falta de agua, luz, mesabancos en los planteles y a veces grupos a los que no se habían asignado maestros, quejas recurrentes en el inicio del ciclo, ahora serán sustituidas por reportes que hablen de una señal deficiente en la transmisión, el audio que falle, la sintonización de los canales o las adaptaciones que no pudieron quedar en los equipos, cuando hay equipos.
Sin dudas las autoridades hacen un gran esfuerzo, pero mayúsculo también es lo que se ha requerido en los hogares donde la situación ha demandado toda la capacidad en la administración de los recursos y de organización del tiempo entre las ocupaciones y compromisos familiares.
Y ¿qué decir de las más de un millón 600 mil maestras y maestros que han debido recurrir a las diversas estrategias para adaptarse a la nueva realidad y desarrollar habilidades para las que no fueron formados? También ellas y ellos han debido echar mano de sus propios recursos para reunir lo mínimo indispensable que les permita pararse frente a grupo a desempeñar su función.
La nueva realidad nos convoca a ser muy colaborativos en todos los sentidos y desde todos los ámbitos.
La educación es una de las apuestas que debemos hacer como sociedad porque así nos conviene, porque a través de ella se amplía el conocimiento y se conquistan nuevas oportunidades. Porque es con educación cómo podemos combatir la ignorancia que es muchas veces el mal de base que incuba una serie de consecuencias que frenan o por lo menos hacen más lento el desarrollo del individuo.
El nuevo ciclo escolar nos demanda voluntad para enfrentarlo y sin duda requerirá también esfuerzos extra.
Quien crea que la rispidez de las relaciones políticas que cada vez se acrecienta más, habrá de modificar las formas que utiliza Ernesto Gándara en su vida pública, me parece que se equivoca.
Por lo menos así lo reiteró el propio Gándara Camou en reunión con representantes de medios de comunicación que fuimos convocados a una charla vía Zoom, el pasado sábado.
No trae la candidatura en la bolsa, está consciente de ello. También lo está de la circunstancia particular que la época envuelve con una crisis económica, de salud e incluso en el ánimo de la población, sin embargo lejos de desistir en su deseo de gobernar Sonora, se mantiene firme en ello y en la búsqueda de los esquemas que respondan ahora y en el futuro, a las necesidades del Estado.
También reiteró que aspira a la conformación de una gran alianza por Sonora, más allá del reparto de cuotas entre los partidos políticos donde las dirigencias nacionales opinen pero no impongan.
Para “El Borrego” Gándara la educación, la salud y el Estado de Derecho son los grandes temas articuladores para vincular eficientemente la acción de gobierno con la sociedad civil y el mercado.
Quien pareciera que trae en la bolsa la candidatura del PT al Gobierno del Estado, es Ana Gabriela Guevara que en el marco de la XI convención nacional de ese partido, su vocero, Alberto Anaya se refirió a ella como la candidata fuerte e inalcanzable, ¿qué tal?
