/ viernes 15 de julio de 2022

Lo digo como es | Que indemnicen a la familia de A Murrieta: LeBarón

A Adrián LeBarón no le gustó que le pusieran precio a sus hijas, pero “tengo nietos y deben quedar protegidos” acepta con resignación uno de los deudos de la tragedia de Los LeBaron-Langford, registrada el 4 de noviembre de 2019 que dejara como saldo 9 personas muertas de las 17 (3 mujeres y 14 infantes) que viajaban en 3 camionetas y que fueran interceptadas por integrantes del crimen organizado.

Además del número y carácter de las víctimas (mujeres y niños) el caso aportaría otras características que reclamarían más reflectores: las personas atacadas pertenecen y pertenecían las asesinadas a una comunidad mormona con doble nacionalidad, mexicana y estadounidense, la masacre ocurre en el Estado y municipio del que es originario el entonces secretario de Seguridad Pública en el país, los atacados forman parte de una familia a la que pertenecen algunos activistas que tuvieron participación en diferentes movimientos sociales, etc.

El pasado 20 de mayo el secretario de la Defensa Nacional Luis Cresencio Sandoval González informó que llevaban 31 detenidos por aquellos hechos y sólo faltaban 7 personas por capturar , que están relacionadas con tales hechos.

Los familiares de las víctimas interpusieron una denuncia en Dakota del Norte en contra del Cártel de Juárez, organización a la que responsabilizan del ataque de noviembre de 2019, “como represalia por sus críticas y protestas” hacia las acciones que protagonizan en la zona.

Hace unos días la juez Clare Hochhalter dictaminó que debían pagarse mil 500 millones de dólares a las familias de las víctimas pero al considerarse un acto contemplado en la ley federal antiterrorista de aquel país la cantidad debe triplicarse y el Gobierno de los EU pude congelar los activos del cártel, en caso claro está, que el Departamento del Tesoro tenga algún activo detectado de esa organización.

Ayer conversé con Adrían LeBarón en mi programa de TVD Primera Plana (lunes a viernes de 13 a 14 horas) y me comentaba que en caso de que les sea pagado ese dinero será destinado a un fideicomiso que apoye a familias de las víctimas de violencia y también que se indemnice a la familia de Abel Murrieta quien fuera abogado de la familia LeBarón y que también cayó abatido por las balas de la delincuencia cuando realizaba campaña política en Cd. Obregón, Sonora. LeBarón aprovechó para reiterar la pertinencia de que dicho crimen sea atraído por las autoridades federales y criticar los nulos resultados que la Fiscalía Estatal ha presentado sobre el caso.

Como sacerdote mormón que es el señor LeBarón expresó su confianza en la fuerza moral y espiritual que pueden tener las autoridades eclesiásticas y destacó la importancia de que la Iglesia Católica se esté manifestando como ha venido haciéndolo las últimas fechas para pedir que cese el ambiente de inseguridad que priva en todos los rincones del territorio nacional coptados por el crímen organizado.

“Tenemos que seguir manifestándonos desde la sociedad, que la opinión pública se exprese, que se nos tome en cuenta, que hagamos sentir la fuerza de la sociedad” dice un hombre que como muchos otros ha perdido la confianza en la capacidad de las autoridades para frenar este ambiente inseguro en el que vivimos.


A Adrián LeBarón no le gustó que le pusieran precio a sus hijas, pero “tengo nietos y deben quedar protegidos” acepta con resignación uno de los deudos de la tragedia de Los LeBaron-Langford, registrada el 4 de noviembre de 2019 que dejara como saldo 9 personas muertas de las 17 (3 mujeres y 14 infantes) que viajaban en 3 camionetas y que fueran interceptadas por integrantes del crimen organizado.

Además del número y carácter de las víctimas (mujeres y niños) el caso aportaría otras características que reclamarían más reflectores: las personas atacadas pertenecen y pertenecían las asesinadas a una comunidad mormona con doble nacionalidad, mexicana y estadounidense, la masacre ocurre en el Estado y municipio del que es originario el entonces secretario de Seguridad Pública en el país, los atacados forman parte de una familia a la que pertenecen algunos activistas que tuvieron participación en diferentes movimientos sociales, etc.

El pasado 20 de mayo el secretario de la Defensa Nacional Luis Cresencio Sandoval González informó que llevaban 31 detenidos por aquellos hechos y sólo faltaban 7 personas por capturar , que están relacionadas con tales hechos.

Los familiares de las víctimas interpusieron una denuncia en Dakota del Norte en contra del Cártel de Juárez, organización a la que responsabilizan del ataque de noviembre de 2019, “como represalia por sus críticas y protestas” hacia las acciones que protagonizan en la zona.

Hace unos días la juez Clare Hochhalter dictaminó que debían pagarse mil 500 millones de dólares a las familias de las víctimas pero al considerarse un acto contemplado en la ley federal antiterrorista de aquel país la cantidad debe triplicarse y el Gobierno de los EU pude congelar los activos del cártel, en caso claro está, que el Departamento del Tesoro tenga algún activo detectado de esa organización.

Ayer conversé con Adrían LeBarón en mi programa de TVD Primera Plana (lunes a viernes de 13 a 14 horas) y me comentaba que en caso de que les sea pagado ese dinero será destinado a un fideicomiso que apoye a familias de las víctimas de violencia y también que se indemnice a la familia de Abel Murrieta quien fuera abogado de la familia LeBarón y que también cayó abatido por las balas de la delincuencia cuando realizaba campaña política en Cd. Obregón, Sonora. LeBarón aprovechó para reiterar la pertinencia de que dicho crimen sea atraído por las autoridades federales y criticar los nulos resultados que la Fiscalía Estatal ha presentado sobre el caso.

Como sacerdote mormón que es el señor LeBarón expresó su confianza en la fuerza moral y espiritual que pueden tener las autoridades eclesiásticas y destacó la importancia de que la Iglesia Católica se esté manifestando como ha venido haciéndolo las últimas fechas para pedir que cese el ambiente de inseguridad que priva en todos los rincones del territorio nacional coptados por el crímen organizado.

“Tenemos que seguir manifestándonos desde la sociedad, que la opinión pública se exprese, que se nos tome en cuenta, que hagamos sentir la fuerza de la sociedad” dice un hombre que como muchos otros ha perdido la confianza en la capacidad de las autoridades para frenar este ambiente inseguro en el que vivimos.