/ martes 8 de septiembre de 2020

Lo digo como es | ¿Para qué los partidos políticos?

¿Cómo interpretar la resolución del INE que deja a México Libre a un paso de convertirse en partido político?

Depende de donde se observe el punto.

La oposición al grupo de los Zavala-Calderón lo celebra; en el INE aseguran que hacen lo correcto; los afectados lo condenan y hoy impugnarán. ¡Ah! El presidente López Obrador lo toma como material para mofarse de su archienemigo Felipe Calderón…

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A este asunto le queda vida en la discusión pública. Pero la circunstancia hace pertinente la pregunta ¿Para qué los partidos políticos?

Maurice Duverger sostiene que los partidos políticos eran el eslabón que comunicaba a la sociedad con el poder, con el Gobierno o con la política, ¿Esto es cierto en México? Suponiendo que sí, habría que agregar la necesidad de que los partidos políticos sirvieran de contrapeso a los excesos de quien ostenta el poder.

Ciertamente, los partidos políticos cargan con una estela de negativos que los manda con frecuencia a la fila de los indeseables.

Ha pasado algo en buena parte de la población, no es privativo de México por supuesto, sino de la evolución de la humanidad… supongo.

De enfilarse en una organización política para impulsar ideas, el comportamiento social se ha ido transformando y del idealismo se ha pasado al pragmatismo de forma tal que no son tanto las ideas sino el ejercicio del poder con todas sus mieles, lo que termina por inclinar la balanza en muchos de los casos.

¿Para qué sirven los partidos políticos? Para impulsar carreras políticas, para acceder al poder a través de cargos de elección y recomendaciones, y en un estado ideal, para discutir o preparar cuadros que en órganos de toma de decisiones, defiendan posturas que más tarde podrán materializarse en políticas públicas.

¿Sirven sólo a la democracia o también en la sociedad?

¿Para qué tantos partidos políticos en México? También creo que son muchos sobre todo porque nos cuestan a los contribuyentes.

¿Y si nos quedamos solo con dos?: Uno que defienda el libre mercado, la globalización, las nuevas tecnologías, el medio ambiente, etc. Y el otro que se quede con un modelo más local, más conservador… sí, conservador; donde el Estado sea el gran proveedor, donde el Estado mantenga especialmente a los más vulnerables, e implemente acciones para igualarnos lo más posible a los ciudadanos, donde la brecha de la desigualdad social se vea reducida…en un estado ideal pensaríamos en que se nos igualara hacia arriba, donde las clases bajas subieran a la media y la media llegara a la alta… pero es más fácil bajar a la clase alta hacia la media, a ésta a la baja y los pobres que reduzcan aún más su horizonte.

Probablemente resulte ocioso pensar en ese escenario considerando que muchos grupos y familias han hecho de los partidos políticos una franquicia que les permite estar dónde se toman las decisiones y que para que se dé un cambio en ese sentido se ocuparía de modificaciones legales que ellos y ellas tendrían que impulsar.

Volviendo a México Libre, si finalmente no consigue el registro como partido político, lo que sí ha construido es una estructura que respalda su liderazgo.

Si Margarita Zavala quiere, puede aprovechar ese liderazgo para abonar a los contrapesos y la discusión de los temas… y para eso, un partido político no es imprescindible.


¿Cómo interpretar la resolución del INE que deja a México Libre a un paso de convertirse en partido político?

Depende de donde se observe el punto.

La oposición al grupo de los Zavala-Calderón lo celebra; en el INE aseguran que hacen lo correcto; los afectados lo condenan y hoy impugnarán. ¡Ah! El presidente López Obrador lo toma como material para mofarse de su archienemigo Felipe Calderón…

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A este asunto le queda vida en la discusión pública. Pero la circunstancia hace pertinente la pregunta ¿Para qué los partidos políticos?

Maurice Duverger sostiene que los partidos políticos eran el eslabón que comunicaba a la sociedad con el poder, con el Gobierno o con la política, ¿Esto es cierto en México? Suponiendo que sí, habría que agregar la necesidad de que los partidos políticos sirvieran de contrapeso a los excesos de quien ostenta el poder.

Ciertamente, los partidos políticos cargan con una estela de negativos que los manda con frecuencia a la fila de los indeseables.

Ha pasado algo en buena parte de la población, no es privativo de México por supuesto, sino de la evolución de la humanidad… supongo.

De enfilarse en una organización política para impulsar ideas, el comportamiento social se ha ido transformando y del idealismo se ha pasado al pragmatismo de forma tal que no son tanto las ideas sino el ejercicio del poder con todas sus mieles, lo que termina por inclinar la balanza en muchos de los casos.

¿Para qué sirven los partidos políticos? Para impulsar carreras políticas, para acceder al poder a través de cargos de elección y recomendaciones, y en un estado ideal, para discutir o preparar cuadros que en órganos de toma de decisiones, defiendan posturas que más tarde podrán materializarse en políticas públicas.

¿Sirven sólo a la democracia o también en la sociedad?

¿Para qué tantos partidos políticos en México? También creo que son muchos sobre todo porque nos cuestan a los contribuyentes.

¿Y si nos quedamos solo con dos?: Uno que defienda el libre mercado, la globalización, las nuevas tecnologías, el medio ambiente, etc. Y el otro que se quede con un modelo más local, más conservador… sí, conservador; donde el Estado sea el gran proveedor, donde el Estado mantenga especialmente a los más vulnerables, e implemente acciones para igualarnos lo más posible a los ciudadanos, donde la brecha de la desigualdad social se vea reducida…en un estado ideal pensaríamos en que se nos igualara hacia arriba, donde las clases bajas subieran a la media y la media llegara a la alta… pero es más fácil bajar a la clase alta hacia la media, a ésta a la baja y los pobres que reduzcan aún más su horizonte.

Probablemente resulte ocioso pensar en ese escenario considerando que muchos grupos y familias han hecho de los partidos políticos una franquicia que les permite estar dónde se toman las decisiones y que para que se dé un cambio en ese sentido se ocuparía de modificaciones legales que ellos y ellas tendrían que impulsar.

Volviendo a México Libre, si finalmente no consigue el registro como partido político, lo que sí ha construido es una estructura que respalda su liderazgo.

Si Margarita Zavala quiere, puede aprovechar ese liderazgo para abonar a los contrapesos y la discusión de los temas… y para eso, un partido político no es imprescindible.