/ sábado 4 de mayo de 2024

Mi gusto es... (O la otra mirada) | Todo mi esfuerzo (o de la ruina a lo ruin

No sé quién fue el publicista que les hizo creer a los candidatos y candidatas que mostrándose como alguien que ha tenido muchas carencias desde su nacimiento hasta la fecha, tiene más posibilidades de persuadir al electorado y ganar.

No sé, la verdad no lo sé.

Pero de que le compraron la idea, se la compraron, me cae que sí.

Conste: no les estoy hablando de las que, cualquiera que triunfe en este proceso de 2024, atento a lo que nos dicen, estaremos dando el gran salto como país y empezaremos a mirar por encima del hombro al resto del mundo.

No, carnalito, este juego malinterpretado de “aquí nos tocó vivir" anda cada tres o seis años desde hace rato y más que la disputa por un curul o por ganarse a ley la banda presidencial, más bien parece un retrospectivo casting para la afamada película de Ismael Rodriguez, Nosotros Los Pobres o para saber quién le hubiera doblado mejor las escenas peligrosas a Libertad Lamarque

Es tan redituable la cultura del esfuerzo de la que habló Ernesto Zedillo y otros indecentes que gracias a esa representación teatral han buscado, con suma humildad y desinteresadamente, esa cruz en la boleta, con nuestro voto.

Sin embargo, para algunos estudiosos del tema este discurso es una trampa y de algún modo así lo refiere Moya Otero, en su libro titulado La ideología del esfuerzo (Catarata), al señalar que la nueva Ley de Educación (la Lomce) es la expresión de una ideología: la ideología del esfuerzo –que considera un producto de algunos de los mejores laboratorios de ideas del mundo–.

“Está destinada a cambiar la mentalidad de la ciudadanía para hacer tolerable la creciente desigualdad social, aprovechando el arraigo de la idea de esfuerzo en nuestra cultura. El principio general sobre el que se ha construido no es difícil de formular: si todos nos esforzamos lo suficiente y aprovechamos nuestro talento, nuestras vidas mejoran.”

La ideología del esfuerzo –señala el autor– es el caballo de Troya utilizado por las elites económicas, sociales y políticas en su rebelión contra cualquier forma de Estado o de gobierno comprometida con el bienestar de las personas. Una reacción frente a la hegemonía de la cultura de los derechos que, a juicio de esas élites, es la ideología de los perdedores. La socialdemocracia –añade– tiene que enfrentarse contra esta ideología,no haciendo depender los beneficios sociales del esfuerzo personal, sino de la acción redistributiva del Estado.

Otro autor, Matías Pedro arroyo, es más categórico :” La cultura del esfuerzo es una mentira”

Punto

Y sin embargo, se mueve, la perorata y el intento por mostrarse como el ave fénix de un distrito electoral cualquiera, en México se mueve porque todavía hay mucha ciudadanía que le compra esa relatoría personal que dice más o menos así:

Después de vivir en las cañerías o en el fuego de una supuesta miseria implacable , lograron vencer todas las adversidades , tanto así que una vez logrado , y ya sin hambre y ya sin necesidades vitales a costa de su perseverancia y nula rendición , se fueron hincados o hincadas por toda la calzada Guadalupe, hasta llegar a la basílica y prometerle a la virgen como agradecimiento que por ayudarlos a salir de ese atolladero social y darle fuerzas para ir subiendo peldaño por peldaño, que se sumarían a la clase política , se afiliarían a la opción más digna de las siglas partidistas y tarde que temprano se mirarían beneficiados con una candidatura, misma que les permitiría afianzar su humildad, no olvidar la cruz de su parroquia y no grabar ningún spot en el que no contara una epopeya sobre su nile, su infancia, su adolescencia o hasta su individual esfuerzo le haya permitido dejar atrás tantos años llorosamente Paupérrimos.

Si no me creen, solo chequen:

La mayoría de ellos o ellas, parece que le dedican más tiempo en pensar que momento de su vida fue de padeceres o sufrimientos, con tal de platicárselo a su equipo de trabajo, para que estos primero rueden una lágrima y luego se encaminen a esos lugares de tristes recuerdos, a fin de grabar el atesorado material en donde la o el protagonista narre, compungida o compungido, lo que tuvo que sortear para salir adelante.

Es decir, confesar que vienen de noble cuna y no son humildes plebeyos, en ese esquema que prevalece, está prohibido y entonces, aunque no sea cierto hay que inventarnos una biografía que ni a Buñuel, en y el de Los Olvidados se le hubiera ocurrido.

Se trata entonces de proyectarnos con un ayer de mendigo —sin acento en la e— o como quien años atrás, era una o uno de los que:

La escuela primaria que cursaron carecía de bancos en los salones y tenían que sentarse en el suelo. Además, vivían con los abuelos porque su mamá falleció cuando acababan de nacer. Durante la tarde, alguien en la casa hacía empanadas de calabaza y era ella o él quien salía a venderlas con los vecinos y fue así que con este trabajo se compró sus primeros tenis.

Su casa era de interés social y vivían todos amontonados, madre y padre, hermanos, primos y tíos, al fin y al cabo, un día cualquiera, años después, será candidato o candidata a la presidencia de la República y ahí se desahogará, tallándole en la cara a sus adversarios, que si ellos nunca padecieron, él o ella sí, teniendo que dormir en una cama adquirida en abonos, hecha para dos, pero se acurrucaban seis.

El refrigerador estaba vacío, un día sí y el otro peor y que si ahora estaba repleto, era porque tuvo que laborar veinticinco horas al día ,en una maquiladora, en una taquería, vendiendo periódicos, de payaso, o en un equipo de Guanajuato cuyo dueño era tan justo que reconocía el trabajo extra y en recompensa te entregaba, por merita gratitud,repletas maletas de dinero y todos contentos.

Mi apellido tiene raíces absolutamente aztecas. Mis ancestros anduvieron de albañiles cuando se fundó México-Tenochtitlan. Más de un pariente mio dio su vida tratando de parar la colonización. Me siento orgulloso de ellos. En realidad yo debería llamarme MiguelAngelth pero los poderes fácticos de aquellos polvos, fueron acabando con tan bonito legado y tradición.

Así por el estilo .

Por mas capaz que puedas ser y por mas que hayas conseguido tu estabilidad económica a punta de trabajo bien logrado, pareciera que se hubiera elevado a rango constitucional la prohibición de ser candidato si te reconoces de abolengo y presumes tu sangre azul del color de la pluma con que a punta de firmas te acabas la chequera.

Lo eres legítima o ilegítimamente, tu apellido te delata, nunca te has ido a la cama con el estómago vacío, has rodado de acá para allá, siendo y haciendo de todo y sin medida, has vivido más en el extrajero que en este suelo pero eso jamás lo grabarás en voz en off. Por el contrario, si un amenazante empate técnico lo amerita, nada costará vocalizar una tarde para que al siguiente dia, frente a la casa de Jorge Negrete, el televidente pueda verte entonar:

México Lindo y Querido

Si muero lejos de ti

Que digan que estoy dormido

Y que me traigan aquí

Que digan que estoy dormido

Y que me traigan aquí

México Lindo y Querido

Si muero lejos de ti

De ese tamaño es el sacrificio y no me quisiera ir, sin preguntarme si en otros países, los que buscan ser electos para un cargo de elección popular, llevando el gancho de la compasión por delante, o se constriñe, por mandato de ley, a elevar el debate, ofrecer soluciones, intercambiar ideas y llevar su candidatura a terrenos menos plañideros y más edificantes.

J'ai mangé dans les poubelles et aujourd'hui je suis là, renaître, à la recherche de ton vote.

*

These are my friends from the neighborhood and they know how much I was messing around before succeeding with effort in this life.

*

Det här var jag, som barn, när jag sålde geléer och pepihuater på torget i min stad

*

私もあなたと同じように飢えていることを知っていますし、私の内臓もあなたと同じように悲鳴を上げています。私に投票して

Watashi mo anata to onajiyōni uete iru koto o shitte imasushi, watashi no naizō mo anata to onajiyōni himei o agete imasu. Watashi ni tōhyō shite

*

No descansaré hasta saberlo. Pondré, como siempre, todo mi esfuerzo.


No sé quién fue el publicista que les hizo creer a los candidatos y candidatas que mostrándose como alguien que ha tenido muchas carencias desde su nacimiento hasta la fecha, tiene más posibilidades de persuadir al electorado y ganar.

No sé, la verdad no lo sé.

Pero de que le compraron la idea, se la compraron, me cae que sí.

Conste: no les estoy hablando de las que, cualquiera que triunfe en este proceso de 2024, atento a lo que nos dicen, estaremos dando el gran salto como país y empezaremos a mirar por encima del hombro al resto del mundo.

No, carnalito, este juego malinterpretado de “aquí nos tocó vivir" anda cada tres o seis años desde hace rato y más que la disputa por un curul o por ganarse a ley la banda presidencial, más bien parece un retrospectivo casting para la afamada película de Ismael Rodriguez, Nosotros Los Pobres o para saber quién le hubiera doblado mejor las escenas peligrosas a Libertad Lamarque

Es tan redituable la cultura del esfuerzo de la que habló Ernesto Zedillo y otros indecentes que gracias a esa representación teatral han buscado, con suma humildad y desinteresadamente, esa cruz en la boleta, con nuestro voto.

Sin embargo, para algunos estudiosos del tema este discurso es una trampa y de algún modo así lo refiere Moya Otero, en su libro titulado La ideología del esfuerzo (Catarata), al señalar que la nueva Ley de Educación (la Lomce) es la expresión de una ideología: la ideología del esfuerzo –que considera un producto de algunos de los mejores laboratorios de ideas del mundo–.

“Está destinada a cambiar la mentalidad de la ciudadanía para hacer tolerable la creciente desigualdad social, aprovechando el arraigo de la idea de esfuerzo en nuestra cultura. El principio general sobre el que se ha construido no es difícil de formular: si todos nos esforzamos lo suficiente y aprovechamos nuestro talento, nuestras vidas mejoran.”

La ideología del esfuerzo –señala el autor– es el caballo de Troya utilizado por las elites económicas, sociales y políticas en su rebelión contra cualquier forma de Estado o de gobierno comprometida con el bienestar de las personas. Una reacción frente a la hegemonía de la cultura de los derechos que, a juicio de esas élites, es la ideología de los perdedores. La socialdemocracia –añade– tiene que enfrentarse contra esta ideología,no haciendo depender los beneficios sociales del esfuerzo personal, sino de la acción redistributiva del Estado.

Otro autor, Matías Pedro arroyo, es más categórico :” La cultura del esfuerzo es una mentira”

Punto

Y sin embargo, se mueve, la perorata y el intento por mostrarse como el ave fénix de un distrito electoral cualquiera, en México se mueve porque todavía hay mucha ciudadanía que le compra esa relatoría personal que dice más o menos así:

Después de vivir en las cañerías o en el fuego de una supuesta miseria implacable , lograron vencer todas las adversidades , tanto así que una vez logrado , y ya sin hambre y ya sin necesidades vitales a costa de su perseverancia y nula rendición , se fueron hincados o hincadas por toda la calzada Guadalupe, hasta llegar a la basílica y prometerle a la virgen como agradecimiento que por ayudarlos a salir de ese atolladero social y darle fuerzas para ir subiendo peldaño por peldaño, que se sumarían a la clase política , se afiliarían a la opción más digna de las siglas partidistas y tarde que temprano se mirarían beneficiados con una candidatura, misma que les permitiría afianzar su humildad, no olvidar la cruz de su parroquia y no grabar ningún spot en el que no contara una epopeya sobre su nile, su infancia, su adolescencia o hasta su individual esfuerzo le haya permitido dejar atrás tantos años llorosamente Paupérrimos.

Si no me creen, solo chequen:

La mayoría de ellos o ellas, parece que le dedican más tiempo en pensar que momento de su vida fue de padeceres o sufrimientos, con tal de platicárselo a su equipo de trabajo, para que estos primero rueden una lágrima y luego se encaminen a esos lugares de tristes recuerdos, a fin de grabar el atesorado material en donde la o el protagonista narre, compungida o compungido, lo que tuvo que sortear para salir adelante.

Es decir, confesar que vienen de noble cuna y no son humildes plebeyos, en ese esquema que prevalece, está prohibido y entonces, aunque no sea cierto hay que inventarnos una biografía que ni a Buñuel, en y el de Los Olvidados se le hubiera ocurrido.

Se trata entonces de proyectarnos con un ayer de mendigo —sin acento en la e— o como quien años atrás, era una o uno de los que:

La escuela primaria que cursaron carecía de bancos en los salones y tenían que sentarse en el suelo. Además, vivían con los abuelos porque su mamá falleció cuando acababan de nacer. Durante la tarde, alguien en la casa hacía empanadas de calabaza y era ella o él quien salía a venderlas con los vecinos y fue así que con este trabajo se compró sus primeros tenis.

Su casa era de interés social y vivían todos amontonados, madre y padre, hermanos, primos y tíos, al fin y al cabo, un día cualquiera, años después, será candidato o candidata a la presidencia de la República y ahí se desahogará, tallándole en la cara a sus adversarios, que si ellos nunca padecieron, él o ella sí, teniendo que dormir en una cama adquirida en abonos, hecha para dos, pero se acurrucaban seis.

El refrigerador estaba vacío, un día sí y el otro peor y que si ahora estaba repleto, era porque tuvo que laborar veinticinco horas al día ,en una maquiladora, en una taquería, vendiendo periódicos, de payaso, o en un equipo de Guanajuato cuyo dueño era tan justo que reconocía el trabajo extra y en recompensa te entregaba, por merita gratitud,repletas maletas de dinero y todos contentos.

Mi apellido tiene raíces absolutamente aztecas. Mis ancestros anduvieron de albañiles cuando se fundó México-Tenochtitlan. Más de un pariente mio dio su vida tratando de parar la colonización. Me siento orgulloso de ellos. En realidad yo debería llamarme MiguelAngelth pero los poderes fácticos de aquellos polvos, fueron acabando con tan bonito legado y tradición.

Así por el estilo .

Por mas capaz que puedas ser y por mas que hayas conseguido tu estabilidad económica a punta de trabajo bien logrado, pareciera que se hubiera elevado a rango constitucional la prohibición de ser candidato si te reconoces de abolengo y presumes tu sangre azul del color de la pluma con que a punta de firmas te acabas la chequera.

Lo eres legítima o ilegítimamente, tu apellido te delata, nunca te has ido a la cama con el estómago vacío, has rodado de acá para allá, siendo y haciendo de todo y sin medida, has vivido más en el extrajero que en este suelo pero eso jamás lo grabarás en voz en off. Por el contrario, si un amenazante empate técnico lo amerita, nada costará vocalizar una tarde para que al siguiente dia, frente a la casa de Jorge Negrete, el televidente pueda verte entonar:

México Lindo y Querido

Si muero lejos de ti

Que digan que estoy dormido

Y que me traigan aquí

Que digan que estoy dormido

Y que me traigan aquí

México Lindo y Querido

Si muero lejos de ti

De ese tamaño es el sacrificio y no me quisiera ir, sin preguntarme si en otros países, los que buscan ser electos para un cargo de elección popular, llevando el gancho de la compasión por delante, o se constriñe, por mandato de ley, a elevar el debate, ofrecer soluciones, intercambiar ideas y llevar su candidatura a terrenos menos plañideros y más edificantes.

J'ai mangé dans les poubelles et aujourd'hui je suis là, renaître, à la recherche de ton vote.

*

These are my friends from the neighborhood and they know how much I was messing around before succeeding with effort in this life.

*

Det här var jag, som barn, när jag sålde geléer och pepihuater på torget i min stad

*

私もあなたと同じように飢えていることを知っていますし、私の内臓もあなたと同じように悲鳴を上げています。私に投票して

Watashi mo anata to onajiyōni uete iru koto o shitte imasushi, watashi no naizō mo anata to onajiyōni himei o agete imasu. Watashi ni tōhyō shite

*

No descansaré hasta saberlo. Pondré, como siempre, todo mi esfuerzo.


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