/ viernes 17 de mayo de 2024

Casos y cosas de la experiencia | Todo está en tu cabeza

“Nadie comprende lo que vivo, creen que es un invento”. (Cris)

Mientras descansaba de los vaivenes cotidianos, sentado en una banca, escuchando el canto de las aves, disfrutando de un viento suave y acompañado de la lectura surgió la idea para esta columna. ¿Es cierto eso de la depresión? ¿Acaso es una moda, un invento para alejarse de la cotidianeidad?

Todos hemos experimentado la depresión alguna vez, porque hemos vivido sentimientos persistentes que conllevan tristeza, desazón, falta de esperanza y desencanto por las actividades que antes disfrutábamos. Entonces la depresión presenta problemas emocionales, pero también síntomas físicos como malestares digestivos, dolor en algunas partes del cuerpo, falta de apetito y pérdida o aumento de peso, entre otros. Éstos van acompañados de ansiedad, nerviosismo o inquietud, dificultad para razonar, hablar y hacer movimientos corporales. También aparecen sentimientos de inutilidad o culpa, tendencia a anclarse en los fracasos del pasado o sumirse en los autorreproches.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen, a escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas que sufren depresión. Esta condición es alrededor de 50% más frecuente entre mujeres que en hombres. En todo el mundo, más de 10% de las embarazadas y de las mujeres que acaban de dar a luz experimentan depresión. Es decir, es un problema de salud pública.

La OMS refiere que “…el trastorno depresivo (o depresión) es un trastorno mental común. Implica un estado de ánimo deprimido o la pérdida del placer o el interés por actividades durante largos períodos de tiempo. La depresión es distinta de los cambios habituales del estado de ánimo y los sentimientos sobre el día a día. Puede afectar a todos los ámbitos de la vida, incluidas las relaciones familiares, de amistad y las comunitarias. Puede deberse a problemas en la escuela y laborales o causarlos. La depresión puede afectar a cualquiera. Quienes han vivido abusos, pérdidas graves u otros eventos estresantes tienen más probabilidades de sufrirla. Las mujeres son más propensas a la depresión que los hombres”.

En resumidas cuentas, la depresión la padecen personas de cualquier edad y de todas las condiciones sociales. Otro dato que ofrece la OMS es que “la depresión es la cuarta causa principal de enfermedad y discapacidad entre los adolescentes de edades comprendidas entre los 15 y los 19 años, y la decimoquinta entre edades comprendidas entre los 10 y los 14”.

Por supuesto que la pregunta es qué tan relevante es esto. Es vital prestar atención a estos trastornos emocionales, porque afectan de forma contundente el rendimiento académico en todos los grados educativos, y además genera ausentismo. Otro aspecto significativo es que las personas que padecen depresión se retraen del contacto social, es decir, se aíslan y se cobijan en la soledad. Cada uno de estos elementos puede contribuir a que la persona intente provocarse daño para acallar esos pensamientos negativos, porque el dolor la atosiga y podría llevarla al suicidio.

Un dato más para reflexionar es que, según la OMS: “El suicidio es la tercera causa de muerte entre los adolescentes de mayor edad (15 a 19 años)”. Esta información es crucial para realizar acciones pertinentes para la prevención y atención oportuna de estas personas. ¿Será que todas ellas están inventando lo que sienten? El tema impactante del suicidio lo atenderé más a detalle próximamente.

Por consiguiente, infórmate, busca orientación para acompañar y apoyar a esa persona que vive y padece depresión. Recordé a Cris cuando afirma: “Me lastima o duele cuando veo algo hermoso, bello y debería disfrutarlo, sin embargo, lo que siento por dentro es desesperación, dolor, tristeza”. Y agrega: “¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué no puedo disfrutar el día a día, el despertar y saber que estoy viva? ¿Por qué tengo que estar pensando en lo negativo, rumiando el dolor que me agobia?”

Sugerirle a una persona deprimida que viva el momento resulta inútil, porque se siente inundada de ansiedad, aflicción, dolor y pensamientos catastróficos.


Por un mundo de esperanza y paz.

Buen fin de semana. Año 2024

Correo electrónico: ignacio.lovio@gmail.com

“Nadie comprende lo que vivo, creen que es un invento”. (Cris)

Mientras descansaba de los vaivenes cotidianos, sentado en una banca, escuchando el canto de las aves, disfrutando de un viento suave y acompañado de la lectura surgió la idea para esta columna. ¿Es cierto eso de la depresión? ¿Acaso es una moda, un invento para alejarse de la cotidianeidad?

Todos hemos experimentado la depresión alguna vez, porque hemos vivido sentimientos persistentes que conllevan tristeza, desazón, falta de esperanza y desencanto por las actividades que antes disfrutábamos. Entonces la depresión presenta problemas emocionales, pero también síntomas físicos como malestares digestivos, dolor en algunas partes del cuerpo, falta de apetito y pérdida o aumento de peso, entre otros. Éstos van acompañados de ansiedad, nerviosismo o inquietud, dificultad para razonar, hablar y hacer movimientos corporales. También aparecen sentimientos de inutilidad o culpa, tendencia a anclarse en los fracasos del pasado o sumirse en los autorreproches.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen, a escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas que sufren depresión. Esta condición es alrededor de 50% más frecuente entre mujeres que en hombres. En todo el mundo, más de 10% de las embarazadas y de las mujeres que acaban de dar a luz experimentan depresión. Es decir, es un problema de salud pública.

La OMS refiere que “…el trastorno depresivo (o depresión) es un trastorno mental común. Implica un estado de ánimo deprimido o la pérdida del placer o el interés por actividades durante largos períodos de tiempo. La depresión es distinta de los cambios habituales del estado de ánimo y los sentimientos sobre el día a día. Puede afectar a todos los ámbitos de la vida, incluidas las relaciones familiares, de amistad y las comunitarias. Puede deberse a problemas en la escuela y laborales o causarlos. La depresión puede afectar a cualquiera. Quienes han vivido abusos, pérdidas graves u otros eventos estresantes tienen más probabilidades de sufrirla. Las mujeres son más propensas a la depresión que los hombres”.

En resumidas cuentas, la depresión la padecen personas de cualquier edad y de todas las condiciones sociales. Otro dato que ofrece la OMS es que “la depresión es la cuarta causa principal de enfermedad y discapacidad entre los adolescentes de edades comprendidas entre los 15 y los 19 años, y la decimoquinta entre edades comprendidas entre los 10 y los 14”.

Por supuesto que la pregunta es qué tan relevante es esto. Es vital prestar atención a estos trastornos emocionales, porque afectan de forma contundente el rendimiento académico en todos los grados educativos, y además genera ausentismo. Otro aspecto significativo es que las personas que padecen depresión se retraen del contacto social, es decir, se aíslan y se cobijan en la soledad. Cada uno de estos elementos puede contribuir a que la persona intente provocarse daño para acallar esos pensamientos negativos, porque el dolor la atosiga y podría llevarla al suicidio.

Un dato más para reflexionar es que, según la OMS: “El suicidio es la tercera causa de muerte entre los adolescentes de mayor edad (15 a 19 años)”. Esta información es crucial para realizar acciones pertinentes para la prevención y atención oportuna de estas personas. ¿Será que todas ellas están inventando lo que sienten? El tema impactante del suicidio lo atenderé más a detalle próximamente.

Por consiguiente, infórmate, busca orientación para acompañar y apoyar a esa persona que vive y padece depresión. Recordé a Cris cuando afirma: “Me lastima o duele cuando veo algo hermoso, bello y debería disfrutarlo, sin embargo, lo que siento por dentro es desesperación, dolor, tristeza”. Y agrega: “¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué no puedo disfrutar el día a día, el despertar y saber que estoy viva? ¿Por qué tengo que estar pensando en lo negativo, rumiando el dolor que me agobia?”

Sugerirle a una persona deprimida que viva el momento resulta inútil, porque se siente inundada de ansiedad, aflicción, dolor y pensamientos catastróficos.


Por un mundo de esperanza y paz.

Buen fin de semana. Año 2024

Correo electrónico: ignacio.lovio@gmail.com