/ martes 2 de abril de 2024

Salud y bienestar | Las nuevas generaciones

Como en cada generación ha sucedido a lo largo del tiempo, estamos en medio de un cambio de la cultura en muchos sentidos, en la digitalización y globalización, cosas que jamás esperábamos cuando nuestros padres (o hasta nosotros mismos) eran jóvenes; los cambios en la salud, y en la manera de ejercer la medicina no ha sido la excepción.

Esto también por supuesto tiene implicaciones en la práctica médica, no sólo en el modelo de atención, sino que también vivimos en un momento en el que la medicina se ha convertido en una ciencia muy criticada y muy cuestionada.

Las continuas transformaciones en la educación médica no sólo se relacionan con la evolución tecnológica y social, o a los avances médicos en general, sino también con el perfil demográfico y la creciente diversidad socioeconómica, cultural y étnica de estudiantes.

Estudios recientes se han interesado por las variables sociodemográficas de los estudiantes de Medicina, considerándose el aumento de la proporción de mujeres en las últimas generaciones de médicos uno de los cambios demográficos más notables, hallando también diferencias en el perfil de personalidad respecto al género.

La personalidad se define como una serie de tendencias básicas y características diferenciales en cada individuo, que predisponen el comportamiento en los ámbitos de acción del ser humano.

Pero ¿Cuáles son las tendencias en medicina o el sistema de salud? La literatura estudiada dice que los estudiantes y recién egresados millennials han tenido unos padres más sobreprotectores, preocupados por su seguridad, educación y su éxito presente y futuro; los han descrito como personas optimistas, generosas y prácticas, probablemente orientadas hacia el trabajo en equipo, conectadas permanentemente con los demás, lo que les permite hacer muchas cosas a la vez, o como ellos le llaman: multitask.

Están acostumbradas a tener el tiempo organizado, lo que dificulta su capacidad de introspección. Sus características son mayores expectativas, aumento de la ansiedad y problemas mentales, disminución del deseo de leer textos largos, niveles altos de perfeccionismo, especialmente entre los alumnos con notas más altas, y niveles más altos de narcisismo y de derechos. Es decir, tienen mucha facilidad para la frustración cuando algo no va como ellos quieren. Una de las facetas del narcisismo es la sensación de que el mundo te debe alguna cosa, como, por ejemplo, querer tener mejores calificaciones por menos trabajo.

En relación al cambio generacional, un estudio se encontró que un tercio de los estudiantes creía que si un examen interfería en sus planes de vacaciones, el profesor tenía que cambiar el día del examen.

Algunos autores consideran que las nuevas generaciones quieren tiempo libre para sus otras actividades, y está bien, sin embargo las nuevas generaciones ya no consideran que “el trabajo duro” (frase, ya oldfashion) los llevará al éxito.

Otro cambio que se aprecia, en los estudiantes de las nuevas generaciones, es que frecuentemente necesitan saber el propósito y el significado de las actividades, al contrario de generaciones anteriores donde se tenía un alto sentido del deber y frecuentemente hacían lo que se les decía sin preguntar el por qué.

Hoy cuestionan (y también está bien) pero la mayoría de las veces sin conocer o sin sustento. Las nuevas generaciones ya no conciben trabajar bajo un horario establecido, largas jornadas de trabajo o una carga laboral con muchos pacientes y menos, si es por un sueldo precario o bajo como los que tienen (en algunas instituciones) en el sector público; y es ahí donde dará un giro la nueva tendencia.

¿Qué pasará en el sistema de salud pública? Las nuevas generaciones de médicos, ya no buscan trabajar para el gobierno, sus salarios no son atractivos para la calidad de vida que desean o aspiran, tampoco les proporciona lo que les dan con lo que estudiaron, ya saben que les piden mucho, pero les dan poco; que decir de las zonas inseguras en el ejercicio de su profesión, la situación familiar, etc. Muchas variables poco estudiadas para determinar la tendencia en los cambios que pronto generaran el impacto del cambio generacional.


Como en cada generación ha sucedido a lo largo del tiempo, estamos en medio de un cambio de la cultura en muchos sentidos, en la digitalización y globalización, cosas que jamás esperábamos cuando nuestros padres (o hasta nosotros mismos) eran jóvenes; los cambios en la salud, y en la manera de ejercer la medicina no ha sido la excepción.

Esto también por supuesto tiene implicaciones en la práctica médica, no sólo en el modelo de atención, sino que también vivimos en un momento en el que la medicina se ha convertido en una ciencia muy criticada y muy cuestionada.

Las continuas transformaciones en la educación médica no sólo se relacionan con la evolución tecnológica y social, o a los avances médicos en general, sino también con el perfil demográfico y la creciente diversidad socioeconómica, cultural y étnica de estudiantes.

Estudios recientes se han interesado por las variables sociodemográficas de los estudiantes de Medicina, considerándose el aumento de la proporción de mujeres en las últimas generaciones de médicos uno de los cambios demográficos más notables, hallando también diferencias en el perfil de personalidad respecto al género.

La personalidad se define como una serie de tendencias básicas y características diferenciales en cada individuo, que predisponen el comportamiento en los ámbitos de acción del ser humano.

Pero ¿Cuáles son las tendencias en medicina o el sistema de salud? La literatura estudiada dice que los estudiantes y recién egresados millennials han tenido unos padres más sobreprotectores, preocupados por su seguridad, educación y su éxito presente y futuro; los han descrito como personas optimistas, generosas y prácticas, probablemente orientadas hacia el trabajo en equipo, conectadas permanentemente con los demás, lo que les permite hacer muchas cosas a la vez, o como ellos le llaman: multitask.

Están acostumbradas a tener el tiempo organizado, lo que dificulta su capacidad de introspección. Sus características son mayores expectativas, aumento de la ansiedad y problemas mentales, disminución del deseo de leer textos largos, niveles altos de perfeccionismo, especialmente entre los alumnos con notas más altas, y niveles más altos de narcisismo y de derechos. Es decir, tienen mucha facilidad para la frustración cuando algo no va como ellos quieren. Una de las facetas del narcisismo es la sensación de que el mundo te debe alguna cosa, como, por ejemplo, querer tener mejores calificaciones por menos trabajo.

En relación al cambio generacional, un estudio se encontró que un tercio de los estudiantes creía que si un examen interfería en sus planes de vacaciones, el profesor tenía que cambiar el día del examen.

Algunos autores consideran que las nuevas generaciones quieren tiempo libre para sus otras actividades, y está bien, sin embargo las nuevas generaciones ya no consideran que “el trabajo duro” (frase, ya oldfashion) los llevará al éxito.

Otro cambio que se aprecia, en los estudiantes de las nuevas generaciones, es que frecuentemente necesitan saber el propósito y el significado de las actividades, al contrario de generaciones anteriores donde se tenía un alto sentido del deber y frecuentemente hacían lo que se les decía sin preguntar el por qué.

Hoy cuestionan (y también está bien) pero la mayoría de las veces sin conocer o sin sustento. Las nuevas generaciones ya no conciben trabajar bajo un horario establecido, largas jornadas de trabajo o una carga laboral con muchos pacientes y menos, si es por un sueldo precario o bajo como los que tienen (en algunas instituciones) en el sector público; y es ahí donde dará un giro la nueva tendencia.

¿Qué pasará en el sistema de salud pública? Las nuevas generaciones de médicos, ya no buscan trabajar para el gobierno, sus salarios no son atractivos para la calidad de vida que desean o aspiran, tampoco les proporciona lo que les dan con lo que estudiaron, ya saben que les piden mucho, pero les dan poco; que decir de las zonas inseguras en el ejercicio de su profesión, la situación familiar, etc. Muchas variables poco estudiadas para determinar la tendencia en los cambios que pronto generaran el impacto del cambio generacional.