Aunque no parezca, Hermosillo cuenta con 13 bibliotecas, las cuales tienen un acervo literario fabuloso para los ciudadanos, así como material de estudio para los universitarios.
Del total de bibliotecas, 11 corresponden al Instituto Municipal de Cultura y Arte (IMCA), mientras que tres más están a cargo del Instituto Sonorense de Cultura (ISC).
Lorena Enríquez, jefa del Departamento de Literatura en Bibliotecas, explicó que en la ciudad la Biblioteca Central, así como la Biblioteca Bartolomé Delgado, son las que forman parte del ISC.
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“En el IMCA hay once bibliotecas, existen dos en el Poblado Miguel Alemán, una en Bahía de Kino, en San Pedro El Saucito y en el Ejido San Bartolo”, mencionó.
En tanto, en la zona rural existen cinco bibliotecas más, a las cuales se le suman las dos bibliotecas que corresponden a la autoridad estatal, además, existe una Biblioteca Digital Sonora, al igual que una Biblioteca Móvil.
Lorena Enríquez detalló que la Biblioteca Central cuenta con colecciones de libros en Braille, así como colección de audiolibros, biblioteca infantil además de talleres que se realizan de lunes a viernes por las tardes.
Sin embargo, pese a la gran cantidad de conocimiento que se mantiene en las bibliotecas, lo cierto es que la asistencia a estas ha disminuido bastante, a decir de la jefa del Departamento de Literatura en Bibliotecas.
“Nosotros sí tenemos usuarios pero creo que no son tantos como había antes, yo fui usuaria de la biblioteca mientras estudiaba en letras; dejaba a mis hijas en sus actividades y yo me iba a la biblioteca, creo que después de la pandemia se tardaron bastante en abrir y ha sido complicado”, apuntó.
Se estima que haya una baja de al menos el 40% de los usuarios, sin embargo, durante este ciclo escolar podrían retomarse las actividades.
Falta inversión en bibliotecas públicas
Para algunos integrantes del gremio cultural, las bibliotecas públicas necesitan inversión por parte del Ayuntamiento.
Hermes Ceniceros, activista cultural en Hermosillo, mencionó que el Municipio debería invertir más en la cultura a través de las bibliotecas públicas más que en eventos populares.
“El principal servicio cultural que debe dar el Ayuntamiento son las bibliotecas públicas, son las únicas infraestructuras culturales y tienen que estar activas; desafortunadamente en la pandemia estaban completamente sueltas, creo que están en mejor estado que las bibliotecas estatales, esas están peor”, señaló.
En tanto, dijo que el uso y manejo de los presupuestos para la cultura es preocupante, porque, en algunos casos, se busca con ese dinero ponderar la figura de algún gobernante más que impulsar el desarrollo cultural.