Ana Patricia Orduño se dedica a la repostería desde hace ocho años, los primeros trabajos que elaboró fueron los tradicionales bollitos sencillos y rellenos, pasteles de chocolate u otros sabores y con el paso del tiempo incluyó postres con mayor elaboración como el pay de queso, paletas de pastel, trufas y hasta realizó diseños con fondant, fue así como nació su negocio Ana Petit.
La joven de 33 años es madre de dos pequeños: Aníbal Adrián, de 13 y Paul Alejandro, de 11 años de edad, quienes la han apoyado durante su proceso de emprendimiento, así como también en la enfermedad que contrajo hace seis años. Ana fue diagnosticada con cáncer de mama en 2014; al no contar con un servicio médico se dedicó a trabajar para reunir dinero y poder atender su salud.
Al transcurrir algunos meses y haber reunido el dinero necesario con la venta de sus postres, la enfermedad había avanzado hasta llegar a la etapa 3, por lo que realizó el papeleo de manera inmediata para dar inicio con su tratamiento.
“Siempre me dediqué a la venta de productos, postres, comida, ropa, accesorios y he trabajado para sacar adelante a mis hijos. Hace seis años me detectaron esta enfermedad y como no contaba con un servicio médico no pude atenderme rápido, entonces se complicó y avanzó a etapa 3, tenía que iniciar con el tratamiento antes de que pasara a la otra etapa”, explicó.
El apoyo y amor de sus hijos mantuvieron la esperanza de Patricia para seguir adelante con sus quimioterapias y continuar trabajando en lo que más le gusta, la repostería, con la que ofrece alrededor de 20 productos con distintos sabores y diseños.
“Todo lo hago desde casa, también hago los diseños de mi página, en esta pandemia me vi afectada porque mi única fuente de ingreso son los postres, tenía fechas programadas y no se realizaron por lo mismo, porque se canceló todo y mucha gente se quedó sin trabajo”, mencionó Paty.
La empresaria comentó que no sólo se vio afectada por la pandemia, sino también cuando fue diagnosticada con cáncer de mama, el doctor le prohibió hornear y evitar lugares, situaciones o condiciones calientes para no empeorar su condición.
“Me dijeron que apenas estaba en tratamiento y estaba bien pero al operarme no podría hornear o hacer cosas que tengan que ver con el calor o estar en sol; dependiendo de los ganglios que me quitaran porque aumentaba el peligro, a mí me quitaron 27 ganglios que no se regeneran igual que los tejidos”, señaló.
Al ver que el mundo se le caía encima y no poder llorar frente a sus hijos para evitar que se sintieran tristes decidió crear una página para expresar sus sentimientos y escribir todo aquello que sentía al pasar por la enfermedad que había cambiado su vida.
“Cuando pasó todo esto yo estaba muy triste, entonces hice una página para escribir lo que sentía, pensaba y cuando menos pensé ya tenía a más de 4 mil mujeres siguiéndome, recibía mensajes de aliento, historias de otras mujeres y comentarios positivos para seguir en la lucha”, manifestó.
Después del difícil proceso por el que pasó durante años, hace 6 meses Patricia terminó su tratamiento, que considera que no hubiera logrado sin el apoyo incondicional de sus hijos y de las mujeres que se sumaron a su página Universo Rosa-cuando mamá se va a la guerra, quienes eran un motor fuerte para continuar con su lucha.
“Cada ser humano tiene la capacidad de adaptarse a distintas circunstancias, en lo personal me fue difícil porque no me puedo adaptar 100% a mi trabajo y otras actividades porque cuando una está acostumbrada a ser independiente y pasa por alguna enfermedad, a veces esto limita algunas funciones”, expresó.
Para la repostera no hay imposibles por lo que sigue realizando su trabajo de pastelería, así como también mantiene activa su página donde realiza distintas actividades para interactuar con las mujeres de todo el mundo que han pasado por esta enfermedad, asimismo con ayuda de patrocinadores realiza rifas durante todo el año donde regala Ensure, turbantes y otros artículos que necesiten.
“Esto que me pasó me quitó trabajo pero me dio una lección de vida, ahora me dedico a motivar a las mujeres a ser fuertes y ser emprendedores, para que puedan salir adelante y que tengan un motivo más para continuar con sus tratamientos”, añadió.
Para adquirir alguno de los productos de Patricia pueden encontrarla en su página oficial Ana Petit, a través de un mensaje privado o bien a su número celular 6621156369, también para conocer del contenido de su página de mujeres que padecen o padecieron cáncer deben seguirla en Universo Rosa-cuando mamá se va a la guerra.
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“Que nada nos detenga, cada cosa que nos pasa en la vida son para ganar o para aprender, de todo lo bueno y malo se aprende, todo nos deja algo para ser mejores personas, el esfuerzo, las ganas de vivir, el amor en general, a la vida, la familia y a uno mismo, es lo que nos mueve porque sólo se necesita en el mundo motivación y amor”, concluyó.
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