El tema de la higiene debe ser tomado en cuenta, pues resulta importante no sólo para la imagen y convivencia, si no para el bienestar al prevenir enfermedades.
Por ejemplo, el baño diario, lavarse las manos constantemente y el aseo en los espacios comunes como el baño y la habitación personal, son de los hábitos más necesarios en la vida diaria.
Quizá realices todas estas acciones, pero puede que dejes de lado algunas que resultan también de vital importancia, cómo cambiar las cobijas y las sábanas constantemente.
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Jorge Vernetta, encargado de Mr. Jeff, una empresa de servicios de lavandería, planchado y lavado seco a domicilio, comparte su opinión sobre el tema.
Para crear un poco de conciencia y lograr que la gente comprenda las razones, el experto en higiene señala que con el uso diario de sábanas y cobijas, se acumulan células cutáneas muertas, saliva, sudor y hasta partículas de comida.
Con esta suciedad acumulada, surge la presencia de chinches, insectos que son muy resistentes a insecticidas en prácticamente todo el mundo.
¿Cómo mantener limpias las sábanas y colchas?
De acuerdo con el especialista de Mr. Jeff, las mejores recomendaciones para combatir la producción de bacterias en nuestra cama son las siguientes:
1. Se entiende que lavar las sábanas y cobijas a diario resulta una tarea complicada, la otra opción sería su lavado por lo menos una vez a la semana.
2. Al tender la cama, Jorge Vernetta recomienda retirar por unos minutos el edredón o las cobijas que se usen, para que su posible humedad desaparezca y al mismo tiempo las sábanas tomen un respiro. De esta manera, el colchón será menos propenso a una invasión de bacterias o chinches.
3. En cuanto al lavado de sábanas, cobijas y demás ropa de cama, como pijamas, batas y más, la sugerencia es hacerlo con agua caliente o muy caliente, por lo menos a 55° centígrados. A esta temperatura se eliminan los microorganismos como ácaros, unos insectos microscópicos que viven en el polvo y que prefieren los colchones y almohadas para vivir.
4. Cambiar las fundas de las almohadas por lo menos cada 2 o 3 días, debido a la acumulación de tanta saliva así cómo de caspa, piel y otras sustancias corporales o externas.
En el caso de las sábanas y cobijas, se sugiere hacer un cambio 1 vez a la semana.
5. Aspirar el colchón y la base de la cama una vez al mes y voltear el colchón cada tres meses. Si su antigüedad pasa de los 10 años, es momento de reemplazarlo pues además de sucio, muy probablemente ya no sea cómodo.
6. Para no llevar microorganismos a la cama, se aconseja bañarse antes de ir a dormir y no por las mañanas.
Tampoco es buena idea comer o beber en ella, así como evitar siestas después de realizar ejercicio y eliminar todo residuo de los pies previo a acostarse.
Y aunque a muchos no les parezca, lo ideal sería mantener las sábanas y cobijas personales lejos de las mascotas como perros y gatos.
¡Puedes sudar hasta 100 litros en la cama!
Probablemente esta información no te termina de convencer, por lo que te compartimos algunos datos duros que de seguro no conocías y que te harán pensar un poco mejor el hecho de lavar más seguido tus sábanas y cobijas.
- Un hombre de tamaño promedio, llega a liberar hasta 100 litros de sudor en la cama al año.
- En los cojines pueden haber de 4 a 17 especies distintas de hongos.
- El virus de la influenza puede sobrevivir en telas y tejidos entre 8 y 12 horas.
- Si se toma en cuenta la recomendación de dormir 8 horas al día y que la esperanza de vida de los mexicanos bajó de 75 a 71 años, una persona pasa el año 2,920 horas en la cama.
Esto equivale a dormir 121 días de los 365 del año, en el caso de vivir 71 años, se pasan 8,591 días de noche, lo que es igual a 23.5 años de nuestra vida.
En resumen, la cama y sus prendas son sin duda las superficies con las que más contacto tenemos en toda la vida, aun así, pocas veces nos ponemos a pensar en ello.
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Para poder disfrutar de un cómodo descanso, se debe reflexionar sobre qué tan seguido se lavan las sábanas, cobijas y fundas de almohada.
Al cuidar esta higiene diaria, cuida la salud y la de tus seres queridos al evitar la aparición de enfermedades.
Por otra parte, descansar en un espacio que no solo se sienta limpio si no que huela limpio, te proporcionará una mayor satisfacción.
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