La mayoría de las personas somos conscientes de que hay alimentos que deben tener cuidados especiales, se llaman no perecederos y, aunque los tengamos en congelamiento, su tratamiento no es cualquier cosa.

Nos pasa en el verano, o temporadas de mucho calor, con algunos productos como el tomate, los preparamos en salsas crudas como guarnición o en ensaladas, pero es una fruta, sí una fruta, delicada.

Lo mismo sucede con la carne pues su tiempo de conservación si no se refrigera o congela, suele ser poco duradero y aún así, ¿sabes que una vez que la has descongelado, no la debes meter al freezer de nuevo? Te decimos por qué.

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Hay ocasiones en la que desde una noche previa o muy temprano, sacamos un filete o un paquete de carne del congelador para prepararlo, y está bien. Lo que no está bien es que regreses a congelar de nuevo lo que no se preparó.

Esta práctica de querer economizar, y de seguir almacenando un producto, puede ocasionar problemas en tu salud.

¿Qué pasa al congelar y descongelar alimentos?

Expertos en salud recomiendan congelar porciones pequeñas de carne, pollo, pescado para que se haga piedra más pronto, esto es porque el agua de estos alimentos se transforma en hielo y hace que se rompan las paredes de las células de estos alimentos.

Cada producto que congeles de este tipo debes colocarlo con plástico o en envases herméticos para evitar que cambie el color, la textura y el sabor.

Este dato debes tenerlo en cuenta también para cuando vas al súper, tienda o mercado y compras un alimento congelado, porque -a veces sin pensarlo, podemos salir del establecimiento y hacer otros pendientes y la carne… Pues, no creas que “durmiendo en sus laureles”, precisamente.

Lo ideal es que llevemos una hielera para conservarlos, pero, lo cierto es que no todos tenemos esa costumbre o precaución.

¿Comer microorganismos?

No creas que ahí termina esto, en una micro muerte de las carnes, también ocurre que al congelar y descongelar los alimentos, proliferan microorganismos que pueden poner en peligro tu salud.

Por eso puede ser que después de comer algo lleguen síntomas como vómito, diarrea, dolor de cabeza, de estómago y deshidratación. ¿Cuántas veces te ha pasado que comes algo que tenía “buena cara” y “te hace ver tu suerte”?

¿Cómo se descongela la carne?

El descongelamiento de la carne, y de cualquier producto crudo o cocinado, debe ser dentro del refrigerador para que, poco a poco, regrese lo más posible a su estado original. Así se evitará que se desarrollen bacterias que puedan hacerte daño.

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En caso de que quieras congelar por segunda ocasión, la carne que no consumiste, es cocinada; tal vez podrías modificar tu receta y prepararla con algunas verduras. Así evitarás el desperdicio y dolores, infecciones estomacales y sus respectivos malestares.

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