Jonathan es considerada la tortuga más longeva de la historia pues este 2023 cumpló 191 años de edad y se mantiene feliz en su hogar en la Isla de Santa Elena, a donde llegó cuando apenas tenía 50 años y fue el regalo del Gobernador en aquel lejano 1882, por lo que esa isla del Atlántico Sur ha sido su hogar los últimos 140 años.
Durante ese tiempo han pasado 31 Gobernadores en la Isla, ubicada entre Brasil, en Sudamérica, y Angola, en la parte del Atlántico Africano, y ha tenido una vida mucho más larga que el resto de sus congéneres, pues el promedio de vida de una tortuga terrestre oscila entre los 80 y los 100 años, es por eso que es considerado el animal terrestre vivo más antiguo del mundo.
Jonathan es una tortuga gigante de Seychelles y su fama no es para menos, ostenta el Récord Guinness de la “Tortuga más antigua de la historia” y casi toda su vida la ha pasado en la Plantation House, la residencia que es sede del Gobierno de Santa Elena y es sin duda el personaje más célebre de la Isla.
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Al nivel de un histórico héroe de la patria su imagen aparece al reverso de la moneda de cinco peniques, mismas que van de mano en mano todos los días reforzando su indeleble paso por este mundo, porque su salud goza de buen estado y el récord que vaya sumando año con año será cada vez más difícil de romper por cualquier otro ser vivo.
Debido a su edad algunas facultades las ha ido perdiendo, para empezar ya está ciego y su olfato se ha ido deteriorando con el paso del tiempo, pero su oído y sobre todo su apetito siguen intactos y su dieta está conformada a base de zanahorias, pepinos, manzanas, y plátanos, también, una vez a la semana recibe vitaminas, minerales y elementos esenciales, para mantenerse saludable.
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Jonathan podría tratarse de una tortuga homosexual
Frederica es una de las tortugas que viven en la la Plantation House junto con Jonathan y llegó ahí en 1991, es una tortuga gigante de Aldabra, un género diferente y desde ese entonces se han acompañado y apareado entre los jardines por tres décadas, sin que hayan tenido descendencia, aunque en años recientes se informó sobre un hallazgo de una lesión en el caparazón de Frederica y reveló que probablemente se trate de un macho, y no de una hembra, como se creyó desde hace 31 años.
De acuerdo a un artículo de National Geographic, Catherine Man, la veterinaria de la isla, explicó que la incógnita se centra en que los machos suelen tener una hendidura cóncava llamada plastrón, lo que les permite aparearse con las hembras. Frederica tiene una deformidad y esto impide ver la forma de su plastrón, por lo que ella podría ser macho y es por eso que actualmente, la pareja de Jonathan sólo es nombrada como Fred, sin ahondar en el hallazgo que no ha sido resuelto.
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