La lavanda es una planta silvestre con propiedades que contribuyen al bienestar de las personas; de unos años a la fecha se ha convertido en un as bajo la manga para quienes buscan la relajación y el alivio de algunos malestares, de manera natural.
Esta planta mediterránea crece en prados secos y malezas, crece en espigas densas y su flor es de color azul; además de curativa es decorativa; se usa para perfumar estancias y espacios habitacionales o laborales.
Quizás la forma más común de tenerla a nuestro alcance en la actualidad es por medio de aceites esenciales, utilizados para aromatizar nuestros espacios de desarrollo como salones, oficinas, habitaciones de los hogares y a veces hasta los vehículos.
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¿Cómo se usa la lavanda para dormir?
Esta planta, en cualquiera de las presentaciones que la obtengamos, puede ser un buen apoyo para conciliar el sueño; ya sea bebiéndola en infusiones antes de dormir, inhalando su aroma a través de algún difusor o aplicada directamente para recibirla como aromaterapia.
Si es en aceite, se recomienda aplicar unas gotas en la palma de la mano y aplicarla en la almohada, en las sábanas o en el lugar donde se pretende descansar; también se puede diluir con un poco de agua y ponerla en un rociador para que tenga más alcance; hay quienes la mezclan con vodka y la dejan macerar por alrededor de 20 días y la usan como perfume.
¿Qué más hace la lavanda por nosotros?
Las propiedades sedantes de esta planta van directamente al sistema nervioso central, por eso ayuda a menguar la ansiedad y el nerviosismo.
Otro de los beneficios de consumir la lavanda como infusión es que ayuda a mejorar la digestión y a tratar los problemas intestinales o de estrés que pueden ocasionarnos situaciones que alteran nuestra rutina.
Si buscamos más propiedades para esa espiguita de hoja azul, nos encontraremos con que es antiinflamatoria (favorece a la expulsión de gases), antibacteriana, cicatrizante, antiséptica, diurética, combate el mal sabor de boca.
Y si esto no es suficiente para convencerte de usarla, te compartimos que sus ramilletes secos también se utilizan para “espantar” a los mosquitos, que generalmente nos atacan en los días de verano.
Conoce las formas de uso más comunes de esta planta
Ya que hemos hecho un breve recuento de los poderes que tiene esta planta, que no es solo para aromatizar espacios con productos de limpieza, te compartimos algunos tips para que la aproveches en tu beneficio
Para dormir: Toma dos tazas de infusión al día para que te vaya induciendo al sueño de manera lenta; también puedes combinarla con té de tila o una cucharada de pasiflora por cada taza de agua. Si la tienes en su forma natural, la infundes por unos diez minutos, la cuelas y si gustas, puedes endulzarla con miel.
Contra el sudor y mal olor de los pies: Por sus bondades aromáticas, la lavanda está asociada con la salvia, eficaces para combatir el mal olor de los pies, por exceso de sudoración. Lo que puedes hacer es hervir tres litros de agua por seis cucharadas soperas de lavanda (si lo tienes en aceite, puedes usar unas cuantas gotas).
Luego dejas que enfríe un poco, lo suficiente para que tus pies aguanten el calor y colocas tus pies en esta preparación por las noches. Te servirá además para relajarte a través de los puntos vitaflex de las plantas de los pies.
Para desinflamar el vientre: El tercer uso cotidiano que puedes darle a la lavanda es para desinflamar el estómago y combatir los gases que se producen de la combinación de alimentos que hacemos.
Para este fin puede hervir una taza de agua, agregar una cucharadita de lavanda (o una o dos gotas de aceite esencial) y beberla con tus comidas principales. También puedes combinarla con té de boldo a partes iguales.
Otros usos de la lavanda que te traerán beneficios, son los baños relajantes, los masajes para calmar los nervios y la tensión muscular que se asocia con el estrés, el sobreesfuerzo físico y las malas posturas; puedes combinar las flores de la planta con aceite de romero o de almendras dulces, así podrás apoyarte también con los dolores de reumas, lumbalgias o tortícolis, aplicándolo varias veces al día.
Cabe mencionar que la practicidad que ofrece tener la lavanda en aceite esencial es que puedes preparar a tu gusto productos de uso cotidiano como cremas, insumos de belleza (labiales, serums de día y de noche, líquidos para desmaquillar tu rostro y tus ojos), jabones de tocador y agregarlo al champú (porque combate la caída del cabello y la alopecia), con otras combinaciones como menta o cedro.
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