“Yo no menciono que sean fantasmas, el diablo o el coco”, señala en entrevista Leonel Parra Ochoa. “No quiero generar temor ni una especie de culto hacia el lugar. Simplemente son mis experiencias que viví ahí”.
El escritor hermosillense está presentando su libro 1999 Mi paso por “La Casa del Terror” de La Sauceda, un anecdotario de su tiempo como trabajador en dicho lugar, “donde había ocasiones que salían más asustados los 'Monstruos' que los mismos clientes”, según se lee en la contraportada.
“Se vivieron cosas feas, muy feas”, retoma Leonel. “Lo plasmo sin asegurar que fue algo paranormal o entes malignos, simplemente describo tal cual pasaban las cosas. Que el lector saque sus propias conclusiones”.
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Para su redacción, el autor consultó con compañeros de trabajo, con quienes compartió labores en La Sauceda, corroborando datos y hechos en torno a su tiempo de tres años en uno de los lugares más icónicos de la ciudad.
Hechos paranormales en La Sauceda
“A mí me gusta mucho recordar el Hermosillo de antes, las tocadas a las que íbamos caminando, la inseguridad que decíamos que teníamos, pero que era mil veces más seguro que ahorita. Empecé con esta inquietud de escribir un libro por un podcast que tengo, donde hablamos del Hermosillo del pasado”.
De igual manera, otra fuente de inspiración para su obra fue la serie de relatos paranormales que han alimentado la leyenda de este sitio durante años.
Así, 1999 Mi paso por 'La Casa del Terror' de La Sauceda parte de una veracidad de los sucesos contados, pues Leonel asegura que, aunque han pasado 25 años desde que trabajó en este sitio, aún lo recuerda como si fuera ayer.
Recordando otra época
Leonel Parra Ochoa realizó toda su vida académica en la ciudad que lo vio nacer, desempeñándose como ingeniero en geociencias y trabajando en la actualidad como geólogo de exploración en Durango.
Sin embargo, a su regreso a tierras sonorenses notó que se contaban muchas cosas en torno a “La Casa del Terror” que no empatan con su experiencia.
Y, tras una visita con su familia al parque de La Sauceda, atestiguó el estado actual en el que se encuentra, despertando su interés en recuperar su memoria histórica.
“Me dio tristeza ver el parque abandonado, solo. Realmente desgarrado. Entonces empecé a recordar y me quedó esa inquietud”.
Con ello en mente, comenzó la escritura de su libro entre sus ratos libres pensando en dirigirse únicamente a su círculo cercano y excompañeros de trabajo, en un trabajo que le tomó seis meses de redacción y dos más de edición, contando con la revisión de su hermana Elisa María Parra Ochoa.
Una vez terminado el libro, la recepción inicial llevó a Leonel a promocionarlo a través de las redes sociales, generando un interés que superó sus expectativas y obligándolo a imprimir más copias.
“No nada más son historias de terror, son también historias para que la gente recuerde a La Sauceda”, rectifica.
De esta manera el libro presenta a la par un testimonio sobre las demás atracciones y áreas verdes que componían el parque, completado con el contexto histórico de su inauguración, allá en 1994.
“A la gente le gusta recordar y sobre todo para las generaciones nuevas que no supieron cómo fue el parque, ahí más o menos trato a grandes rasgos de explicarles el por qué tanto alboroto por él. Por qué los hermosillenses lo amamos. Sobre todo la gente que trabajamos ahí y le dedicamos nuestro tiempo”.
Leonel dedica también un apartado especial a otras instalaciones como la del “Aqua Fantástico”, considerado por muchos como el mejor parque acuático que ha habido en la ciudad.
“Y ahora pasas por ahí y ves las ruinas”, dice con un dejo de nostalgia, dando lugar a una genuina emoción al recordar otros detalles del recorrido.
“Y luego los toboganes tenían nombres, el más alto era el 'Kamikaze'. Salías de Aventura por la parte sur y caminabas sobre el muelle que había para entrar a las demás áreas, ese aroma a cloro inundando el ambiente, ¿qué chulada, no? Luego ya te ibas al trenecito, al mini golf, las lanchitas choconas, los go-karts, el teatro al aire libre, donde me tocó que se presentara Kabah, varios certámenes de belleza y los primeros car shows de Hermosillo… Fue una época muy bonita y muy agradable que quedó muy marcada en mi mente”.
Su pasión y su buena memoria quedaron registrados en este libro que poco a poco comienza a hacerse de un eco importante entre los lectores hermosillenses, destapando en ellos un sin fin de recuerdos sobre una época que ya no existe.
“Realmente amaba el parque”, reitera Leonel. “Tal vez era la flor de mi juventud o era la gente que conocí, que hacía algo con pasión”.
El escritor apunta que habría que rescatar este espacio que se presentaba en su momento como la mejor alternativa de recreación para gran parte de la población hermosillense.
“Sería muy importante que se rehabilite el parque en su totalidad y vuelva a sus gloriosos inicios. Esos lugares abiertos como el Aqua Fantástico sería muy agradable tenerlos de vuelta, ya que en Hermosillo nos castiga mucho el calor y el sol. Y sobre todo que los que visitamos el parque en su momento ahora somos padres de familia y nos gustaría que nuestros hijos pudieran vivir ese recinto emblemático para la ciudad”.
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Mientras ese día llega, los lectores pueden revivir parte de su día a día (con sus historias de terror incluidas) con 1999 Mi paso por “La Casa del Terror” de La Sauceda, que se puede adquirir directamente con el autor contactándolo a través de su perfil personal de Facebook como @leonel.parra.7.
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