“Mi mamá va a morir el domingo a las 7 de la mañana y está feliz”, es el testimonio de un hijo que ayuda a su madre a tener una “muerte digna” en Colombia. Sonriente y con una actitud positiva, Martha Sepúlveda pondrá fin a su sufrimiento este domingo 10 de octubre a las 7 de la mañana.
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En Colombia la eutanasia fue despenalizada en 1997, sin embargo, se convirtió en ley en el año 2015. Desde entonces se han realizado alrededor de 157 procedimientos.
Fue hasta julio de este año, cuando la Corte Constitucional del país extendió el derecho a una muerte digna a aquellas personas que padezcan un “intenso sufrimiento físico o psíquico” debido a una lesión o enfermedad incurable.
El caso de la mujer de 51 años sería el primero que se autoriza para realizar la eutanasia a un paciente que no tiene una enfermedad terminal. Martha fue diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) a finales de 2018, ésta es una enfermedad grave e incurable, que había convertido su vida en un tormento y llena de sufrimiento.
Como estaba segura de que su muerte sería lenta y dolorosa, así como también se extendería por varios años, decidió comenzar su lucha por conseguir la eutanasia y lo logró.
“Mi mamá está tranquila y feliz desde que le dijeron que podía morir porque su vida era literalmente un infierno”, señaló Federico, de 22 años de edad, hijo único de Martha.
Por otra parte la mujer comentó “Soy una persona católica, me considero muy, muy creyente, pero Dios no me quiere ver sufrir a mí, con una esclerosis lateral en el estado que la tengo, lo mejor que me puede pasar es que me vaya a descansar”, expresó.
Federico compartió que su madre siempre había sido una persona muy abierta a la muerte, pues entre los comentarios que hacía mencionaba “yo no tengo miedo a partir, sino a la forma en la voy a partir”, es por ello que buscó que se le reconociera el derecho a la muerte digna.
Ella no se imaginaba sus últimos momentos postrada en una cama, poco a poco iba perdiendo la fuerza en las piernas y necesitaba apoyo para caminar distancias largas, después necesitó ayuda para moverse en casa.
A principios de este año necesitó apoyo para ir al baño, después para vestirla, se le dificultaba comer, lavarse los dientes, pues estaba perdiendo la fuerza y poco a poco se iba deteriorando su cuerpo.
En una ocasión Martha había comentado que quería recurrir a la eutanasia, aunque su hijo Federico se negó por algunos días, pues tenía la esperanza de que ella cambiara su opinión.
“Me considero una persona muy liberal y pensaba que el derecho a eutanasia es un derecho que hay que proteger, pero nunca lo vi tan cercano. Después pensé ‘Creo que demuestro más mi amor si la apoyo en esta decisión que ella tomó”, dijo el joven.
Martha no esperaba estar en cama, dependiendo de las personas en todo momento, sin embargo, desde que la enfermedad empezó a condicionarla físicamente, no podía decidir por sí misma.
“Mi mamá está tranquila y feliz desde que le dijeron que podría morir porque su vida era literalmente un infierno. Ella antes no era así, antes estaba desesperada, triste y con pocas esperanzas de cara al futuro”, manifestó Federico.
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El próximo domingo a las 7 de la mañana Martha dejará de existir, ese mismo día se hará una cremación y se va a celebrar una eucaristía, pues así lo decidió ella.
“La voy a extrañar mucho, creo que no hay nada que no vaya a extrañar, porque nada volverá a ser lo mismo, nada. Desde su sonrisa y su barraquera, su buena actitud ante lo bueno y lo malo de la vida, hasta sus regaños”, concluyó.
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