Como cada variante del Covid-19, la llegada de Ómicron trae nuevas preguntas sobre cuál es la mejor manera de cuidarnos y a nuestra familia. Gracias a su facilidad de transmisión, países como Estados Unidos ya la reportan como la cepa dominante, con hasta el 73% de las nuevas infecciones ocurridas alrededor de la navidad.
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Expertos señalan que Ómicron tiene una alta facilidad para evitar las defensas del organismo, se estima que podría ser dos veces más contagiosa que la variante delta, su predecesora como cepa dominante en el país del norte, y cuatro veces más que la versión “original” del coronavirus.
Ante esto autoridades sanitarias comienzan a urgir a los ciudadanos en lugares expuestos a esta variante para actualizar su uso de cubrebocas, señalando la ineficacia de aquellos hechos de tela para evitar los contagios de coronavirus.
El cubrebocas de tela, que es uno de los más populares por su precio y reusabilidad, no ofrece la misma filtración de partículas que uno de tres capas, incluso comparado con las versiones desechables.
Según un estudio de la Universidad de Hong Kong, la variante Ómicron se reproduce hasta 70 veces más rápido dentro del tracto respiratorio que la delta, por lo que medidas más fuertes podrían ser necesarias para detener su propagación.
De acuerdo con el doctor Abraar Karan, doctor en la Universidad de Stanford, los cubrebocas de tipo n95, KN95 y KF94 son las mejores opciones, ya que están fabricados con un material cargado electrostáticamente, lo cual previene partículas flotantes en el aire de ser inhalada. Sí no inhalas el virus, este no puede llegar a tu tracto respiratorio.
Los cubrebocas quirúrgicos tienen un precio menor que estas otras opciones, aunque por la forma en que se amoldan menos efectivamente a la cara pueden ser menos seguros. En este caso se recomienda usar uno de tela encima para asegurar que se ajuste mejor.
El uso de cubrebocas continúa siendo una prioridad en espacios públicos cerrados donde mantener la sana distancia no es tan fácil, como en centros comerciales, edificios del gobierno o en el transporte público, y junto con la vacunación es una de las principales medidas que se pueden tomar personalmente para detener el avance de la pandemia.
Ómicron en México
Hasta el momento unos 42 casos de la variante Ómicron se han detectado en México, de acuerdo con la Global Initiative on Sharing All Influenza Data (GISAID), con información provista por autoridades del sector Salud en el gobierno.
Los casos se encuentran concentrados especialmente en la Ciudad de México, donde fueron reportados 30 de ellos. Los demás se encuentran distribuidos entre el Estado de México, Tamaulipas y más recientemente Sinaloa, donde el último contagio registrado fue en un hombre de 33 años que acudió a una boda en Jalisco.
Hasta el momento se desconoce la verdadera extensión que la variante Ómicron pueda tener en México, ayudada por su facilidad de transmisión y lo que se estima podría ser una mayor facilidad para “saltarse” la respuesta inmune de las vacunas.
