La otitis o también conocida como la infección en los oídos, es una de las enfermedades auditivas más comunes en la entidad y para evitarla hay que llevar una serie de cuidados diarios, sobre todo si las personas tienen tendencia a enfermarse por este mal.
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Hasta la semana 31 del boletín de vigilancia epidemiológica de este año, la Secretaría de Salud federal registró un total de 161 personas que se enfermaron de otitis media aguda (OMA), sin embargo, en lo que va del año se tiene un registro de 3 mil 286 personas que la han sufrido.
Según la información oficial, durante este 2021, se acumularon mil 353 mujeres y mil 933 hombres que presentaron la infección y aunque la cifra es amplia, hay un descenso de contagios, ya que el acumulado que se registró en esa misma semana durante el 2020, fue de 5 mil 520.
Precisamente por la cantidad de casos, es muy importante el cuidado de la salud, tanto externa como interna, explicó el médico otorrinolaringólogo de la Secretaría de Salud, César Leonardo Díaz Vega, ya que puede tener implicaciones más serias si no se tiene un tratamiento a tiempo.
“La otitis media aguda, es la inflamación del oído medio de inicio súbitos, se caracteriza por existir la presencia de un líquido en la cavidad donde hay signos y síntomas de inflamación local”, externó Leonardo Díaz.
El otorrinolaringólogo destacó que la OMA, es el resultado de infección por virus o bacterias, siendo una complicación de un resfriado común o alergias y puede aparecer a cualquier edad “es más frecuente esta enfermedad en niños de edades menores a tres años”.
Sin embargo, por la temporada de calor, aunado a la humedad, puede también propiciar la OMA, según explicó el experto “las personas son más susceptibles a infecciones por hongos y bacterias”.
Síntomas
Al haber presencia de prurito ótico, también conocida y experimentada por el paciente como comezón, haber presencia de dolor de oído o sensación de oído tapado, se debe acudir inmediatamente al doctor.
Según el doctor Leonardo Díaz, de avanzar la infección en adultos puede traer consigo fiebre, malestar general y pérdida de audición, mientras que en menores se presenta irritabilidad, diarrea, vómitos o malestar general.
Es por ello que recomendó a las personas “evitar tiempos prolongados y frecuencia de albercas o entrada de agua al oído, no manipular los oídos y evitar hacer lavados de oídos”.
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Por último, Díaz Vega invitó a las personas a acudir a revisión con el otorrino ante los primeros síntomas auditivos para iniciar un tratamiento oportuno y evitar complicaciones.