[Video] Cubamanta: el sueño que las llamas no pudieron consumir

Después de haber pasado por aquel trágico accidente, un año después habrían reconstruido su casa para rehacer su comercio, hoy, son ya 7 años que llevan brindando servicio

Nancy Álvarez 

  · martes 14 de mayo de 2019

Foto: Nancy Álvarez

El sueño de Alfonso Mora se había cumplido, empezó un nuevo negocio, el restaurante que le costó desvelos, esfuerzos, alegrías y tristezas. Nunca pensó que el día de la inauguración sería el último, donde perdería todo y su vida daría un giro.

Las llamas consumieron en pocos minutos todo aquello que había logrado, se apoderaron de su hogar, del establecimiento, de sus anhelos.

“Cuando nosotros recién iniciamos el negocio nos instalaron mal un tambo de gas y explotó toda mi casa, en 10 minutos se consumió todo y nos quedamos sin nada, con una mano adelante y otra atrás”, comentó Alfonso.

Foto: Facebook

Después de haber pasado por aquel trágico accidente, un año después habrían reconstruido su casa para rehacer su comercio, hoy, son ya 7 años que llevan brindando servicio al público con la venta de mariscos, los cuales se pueden disfrutar en distintas presentaciones.

“Siempre trato de transmitir que soy una persona muy positiva, ésta fue una prueba que Dios nos mandó porque sabe que podemos con ella y porque vamos a salir adelante”, abundó “El Cubano”, como es conocido popularmente.

Alfonso recuerda una promesa que le hizo a su abuela, ser el sostén de la familia para sacarlos adelante, ahora conforme y feliz comenta que es una promesa cumplida.

“He adaptado mi casa conforme va pasando el tiempo, uno de los espacios era el patio de mi casa, fui recolectando algunos artículos reciclados, cosas que me regala la gente, botellas de todo lo que he tomado, cosas que llamen la atención y que tenga una vista bonita para que la gente las pueda disfrutar”, agregó.

En algunas paredes se pueden encontrar pinturas hechas a mano por el propietario de Cubamanta, espacios que aprovecha para expresar su arte con líneas, garabatos y colores.

Foto: Facebook

“Todo esto ha ido creciendo, este pedazo lo vi como opción de crecimiento, para expresar mi arte, líneas que quizá no existan pero ahora es algo, me gusta pintar, me gusta que lo vea la gente”, declaró.

A los 14 años, le surgió la idea de poner un puesto de sushi, pensaba en la carreta, en las mesas y sillas de bambú. “Comencé a pintar mi casa por fuera, siempre recibí el apoyo de mi madre y mi hermana y al final de todo tengo ahora mi carreta de mariscos”.

“Yo esto lo veo como un lugar acogedor donde la gente puede venir a relajarse, ya que en cualquier espacio sientes la buena vibra”, mencionó.

Recordó que lo único que pudo rescatar de aquel siniestro fueron cuatro plantas que se encontraban en una ventana, todos los días al llegar a su casa y ver que lo había perdido todo, se iba a regar y cuidar de ellas, comenzaba a ver como crecían, como iban teniendo vida y se enamoró de la naturaleza. Ahora su establecimiento cuenta con un sinfín de vida verde.

Una de las maneras en las cuales se acerca sus clientes es por medio de redes sociales, se dedica a hacer videos en YouTube, acompañados de música electrónica donde explica el procedimiento de sus platillos.

“Lo mejor de todo esto es que puedo generar empleos, me da mucho gusto que no solo me beneficie a mí, sino también puedo ayudar a más familias, eso no me hace ni más rico, ni más pobre”, añadió.

En algún futuro cuando ya haya terminado todas las pinturas que tiene planeadas para su establecimiento, le gustaría montar una exposición, es un sueño, es como satisfacción personal. Cada una de ellas tiene una razón o enseñanza, tiene frases y cosas positivas.

“Mi consejo es que no dejen de creer en ustedes mismos y que hagan lo que hagan que sea de corazón, que brillen sin apagar la luz de alguien más”, puntualizó “El Cubano”.