El arzobispo de Hermosillo, Ruy Rendón Leal, en su mensaje de Año Nuevo a la comunidad, dijo que para que todos los propósitos se puedan cumplir deben estar acompañados de la Fe de Dios y de buenas intenciones para los demás.
Señaló que, si bien es cierto, es válido el propósito de adquirir bienes para beneficio de las familias como metas del 2023, también se requiere de salud y la Fe en Dios y de los hermanos.
Recordó que el Papa Francisco invita, además, a caminar juntos, con actitud sinodal, favoreciendo el diálogo, así como escuchar a los demás, y la tolerancia entre la comunidad.
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Manifestó que la humildad y la caridad, apertura, corresponsabilidad, cercanía y la unidad, deben ser parte de los propósitos que se tengan para este nuevo año por parte de la comunidad en general.
“Al iniciar un nuevo año, todos tenemos el deseo de recorrerlo con felicidad, paz, salud, amor y prosperidad, lo cierto es que estos anhelos no se harán realidad sí no tenemos en cuenta a Dios y a las personas vinculadas con nosotros”, expresó.
Por ello, exhortó a recorrer juntos el camino de este año nuevo año, recibiendo la palabra de Dios que ilumina y la eucaristía que alimenta a seguir adelante compartiendo con los que menos tienen.
“En efecto, los bienes que deseamos lograr en este 2023 y que nos brindarán un verdadero y auténtico bienestar sólo se obtendrán con la ayuda de Dios y de los hermanos”, externó.
En ese sentido, el representante de la Grey Católica en Hermosillo, extendió su mensaje de año nuevo para tener Fe y esperanza, ya que esa es la clave para que este nuevo año sea venturoso, feliz y pleno para quienes nos rodean.
“El Papa Francisco nos invita, además a caminar juntos con actitud sinodal, favoreciendo el diálogo y la escucha, la inclusión y la tolerancia, la humildad y la caridad, la apertura y la corresponsabilidad, la cercanía y la unidad, la sensibilidad y la congruencia, sin embargo, para todo esto, necesitamos, sin duda, la ayuda de Dios y la compañía solidaria de los hermanos”, estableció.
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Rendón Leal agregó que un buen propósito de año nuevo podría ser el perdón que sana y la eucaristía que alimenta de los hermanos y hermanas, familiares, amigos, compañeros, vecinos y demás personas, a fin de tener mayor solidaridad, fraternidad, misericordia y consuelo entre los demás.
Concluyó que como cada año nuevo pide a Dios para que las familias y comunidades sean bendecidas y se conceda la paz entre todos.
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