A pesar de que se trata de un estudio presentado en 2014, el Atlas de Riesgo para el Municipio de Hermosillo aún funciona como un instrumento de planeación ante la acción de cualquier agente perturbador.

Esto, debido a que el documento se publicó con anterioridad en la ciudad, donde se señalan los fenómenos naturales de origen hidrometeorológicos por tratarse de factores como el viento, la lluvia y cambios bruscos de temperatura que se han registrado en estudios previos.

Entre ellos, inundaciones de tipos fluviales y pluviales ocasionados por lluvias atípicas que se generan por tormentas tropicales, frentes fríos y las que se presentan por el monzón mexicano.

Por tratarse de todo un conglomerado de información sobre la capital sonorense que tuvo la participación de organismos ciudadanos para mantener informada a la población, sobre las áreas de riesgo y peligros de origen natural.

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No obstante, al tratarse de un estudio que se actualiza constantemente, la Unidad Municipal de Protección Civil informó que se trabaja en la revisión del documento, tanto en referencias y estadísticas para señalar nuevas zonas de riesgo por el crecimiento de la ciudad.

Así lo indicó Sergio Orlando Flores Duarte, coordinador de la dependencia, al mencionar que el atlas de riesgos que se elaboró en 2014 ya tiene un 40% de avance.

“Los puntos que se deben actualizar está el crecimiento urbano en zonas de vulnerabilidad o de riesgo, como el Cerro de la Campana o de El Mariachi, fraccionamientos al Poniente de la ciudad, eso es lo que tenemos que identificar para tener cuidado como autoridad”, aseguró.

A fin de que se tenga un protocolo ante fenómenos naturales en Hermosillo, mientras que se mantienen limpios, desperdicios y otros objetos que obstruyan los ríos y canales.

Es por ello que el titular de Protección Civil de Hermosillo aclaró que, para concluir con el proceso, se dedica un 30% de las labores en preparativos y mesas de trabajo con el consejo municipal.

“Es estar muy al pendiente sobre los focos rojos basado en antecedentes, estadísticas, en el tema de lluvias, sequías, calor, diferentes fenómenos que esa es la parte en la que hay que trabajar y actualizar, las estadísticas de 2014 al 2022 para poder determinar si hay nuevos riesgos en la ciudad”, aclaró.

Pues de acuerdo con el atlas de riesgos, existen sectores señalados como el arroyo de la Universidad Kino que trae escurrimiento del cerro de las colonia El Coloso Alto y Coloso Bajo que se tiene contemplado como riesgo en caso de que se desborde o llegue a inundar la colonia San Juan.

Focos rojos en Hermosillo

Así como en la colonia Tulipanes, donde el desfogue de agua y la infraestructura presentan observaciones por la posibilidad de que dejen de funcionar correctamente y provoquen inundaciones.

Mientras que las áreas como el Cerro de la Campana, el Cerro de la Piedra Bola y El Apache se encuentran proyectados, ya que se deben vigilar de manera preventiva que no se generen nuevos asentamiento en corrientes de agua, canales, faldas de un cerro o zonas expuestas a peligro.

Y la colonia Sahuaro Indeco, al registrarse el 31 de julio del presente año un domicilio que se comenzó a hundirse con el surgimiento de un socavón por debajo del inmueble.

Evento que movilizó a la Policía Municipal para rescatar así a las personas, en la calle 15, número 4 Privada C y Mendoza, ya que no podían salir por su cuenta y los policías tuvieron que cortar la reja de una ventana.

No obstante, en 2021 un domicilio de la colonia Zapata también fue dañado con la temporada de lluvias al ser desprendidos los cimientos por la creciente del arroyo Las Víboras.

Al producirse un escurrimiento que sobrepasó el cauce en las calles Solidaridad y callejón de Las Fuentes, hasta que el inmueble cedió entre un 40 y 50%.

¿Qué eventos catastróficos ha ocurrido?

A través de un breve recuento de agentes perturbadores en la capital sonorense, el atlas de riesgos señala cuatro eventos excepcionales de lluvias en el periodo de 1943 a 1994, al verse afectadas áreas productivas y habitantes asentados en los ríos Sonora y San Miguel.

En 1994 por otra parte, en los meses de noviembre y diciembre las precipitaciones aumentaron el nivel de almacenamiento de las presas Rodolfo Félix Valdés y Abelardo L. Rodríguez, descargando hasta 100 metros cúbicos por segundo de agua por el canal Río Sonora.

Otros factores como tormentas de origen tropical se contemplan en los años de 1988, por el huracán Gilberto que dejó precipitaciones con daños en instalaciones eléctricas que dejó sin luz a un gran número de la población; así como desbordamientos en Lázaro Cárdenas y Villa de Seris.

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En el caso de la Costa de Hermosillo, los efectos remanentes del huracán Lester en 1992 provocaron fuertes lluvias con 154 milímetros en promedio al Norte de Bahía de Kino, con rachas de 90 a 119 kilómetros por hora.

De las últimas consecuencias adversas el huracán Henriette, al tocar tierra en Sonora en 2007 afectó localidades de Bahía de Kino con inundaciones, destruyéndose también el muelle por efectos de la marea.

Sin olvidarse del paso del frente frío número 21 que dejó consecuencias en 2013, debido a las bajas temperaturas que obligó a la suspensión de clases de todos los niveles en Hermosillo.

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