Se acerca la cena de Navidad y, como es costumbre, en muchos hogares abundará la comida en la mesa; platillos como pierna, pavo, tamales, menudo, refrescos, todo es delicioso, pero al mismo tiempo potencialmente son kilos de los que muchos se arrepentirán entrando el año, sin contar que no es bueno para la salud. Pero ¿cómo podemos pasar un rato agradable y cenar rico sin pasarnos de bocados? Aquí te dejamos unos tips para que puedas comer rico y sin exceso.
Teresita Martínez, Maestra en el Centro de Promoción de la Salud Nutricional de la Universidad de Sonora, comentó que, lo recomendable para la población es consumir un aproximado de dos mil calorías al día, aunque este dato puede variar de persona a persona, sin embargo, en estas fechas, las comidas generalmente son altas en grasas, lo que va a repercutir en que se tenga un ligero aumento de peso al fin de las fiestas.
Explicó que algunos estudios indican que este aumento de peso puede llegar a ser de entre 400 a 900 gramos en promedio, este se gana en un periodo de ocho semanas que comprenden de noviembre a principios de enero.
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Detalló que algunos platillos principales de la cena como el pavo o el lomo no son el problema, sino los rellenos que estos puedan tener, rellenos de carne molida, tocino u otros, estos pueden ser más calóricos, por lo que una buena opción serían los rellenos de verduras, las cuales pueden ser salteadas, lo que hará una diferencia considerable en la cantidad de calorías del platillo.
La especialista mencionó que otro de los alimentos con los que se puede presentar este aumento en el peso son los tamales, ya sean de carne o de elote, que pueden aportar hasta 500 calorías, esto sin agregar los acompañantes como son los frijoles, los cuales muchas veces están preparados con manteca de puerco, chorizo u otros, por lo que su consumo debe de ser moderado y de preferencia modificar su preparación.
Así mismo, dijo que el menudo o pozole, el cual también es típico de estas celebraciones, aporta en promedio 500 calorías en un plato grande, esto sumado al consumo de los alimentos antes mencionados, puede significar una ingesta de dos mil a tres mil calorías para una persona, por lo que también hay que cuidar la cantidad que se consume o de ser posible optar por prescindir de uno de los alimentos antes mencionados.
Señaló que, de igual manera hay que cuidar los postres, por ejemplo, una taza de ensalada de manzana cuenta con un aporte de 273 calorías, por lo que, aunque parezca repetitivo, se deben cuidar las cantidades.
“Mi recomendación general, en resumen, sería que, si van a disfrutar la cena está bien, pero ese día pueden desayunar más ligeros, un licuado o fruta y a medio día comer también ligero, caldos de verduras o ensalada, para que puedan estar llenos, para que, en la cena, consuman lo que hayan preparado, pero cuidando las porciones, cuidando la moderación” dijo.
La nutrióloga también comentó que una opción a la hora del recalentado es quitarle la grasa al menudo o pozole cuando este frio y en el caso de los tamales, calentarlos directo al comal, sin agregar aceite o manteca, para no sumarle a las calorías que estos ya tienen.
“En el día posterior sí podemos repetir los alimentos de la cena, pero debemos tratar de incluir más verduras en los acompañantes”.
Mencionó que algo que se puede hacer para saber cuánto subimos de peso, es pesarse antes de las fiestas, con ropa ligera e intestinos vacíos y volverse a pesar después de estas, para tener un referente de los kilos que podamos haber ganado en este periodo.
Destacó que no se debe dejar de lado la actividad física, ya que esta ayuda a quemar calorías y mantener nuestro peso, por lo que esta debe de realizarse constantemente o en última instancia, siempre que podamos, ya sea, salir a caminar, llevar a jugar a los niños al parque, e incluso realizar el ejercicio en casa es buena opción.
Bebidas alcohólicas, un tema importante
Sidra, vino, licor y cerveza, en estas fechas es muy común pasarnos un poquito de copas, más allá de los riesgos a la salud ya conocidos y de que no debemos beber y conducir bajo ninguna circunstancia, debemos tener presente que el consumo en exceso de bebidas embriagantes también afecta directamente a nuestro peso, por lo que aquí te dejamos una serie de consejos para evitar esos kilos de más en enero.
El exceso de consumo puede contribuir al aumento de peso, por lo que es esencial moderar y equilibrar la ingesta de cerveza con un estilo de vida saludable, actividad física y una dieta balanceada.
Teresita Martínez, Maestra en el Centro de Promoción de la Salud Nutricional de la Universidad de Sonora, señaló que una lata de cerveza light de 355 mililitros, la cual es de la que mayormente se consume, cuenta con un aproximado de 85 calorías, por lo que, al multiplicarse por seis (un six) da como resultado 510 calorías.
Así mismo, detalló que la cerveza regular cuenta con un promedio de 150 calorías por lata, por lo que esta será más propensa a hacernos subir de peso, aunque esto dependerá de cuantas latas se tome cada persona y cuantos días a la semana las consuma.
Manifestó que, por otro lado, el tequila, vodka o whisky cuentan con un total de 140 calorías por caballito o shot de 45 mililitros que se ingieren, por lo que no es recomendable tratar de ingerir varios de estos.
Por otro lado, explicó que el vino tinto, aunque es más benéfico en cuestión de eventos cardiovasculares, dos copas de este, tomando en cuenta que cada una se sirve a un tercio de su capacidad, cuentan con un promedio de 170 calorías.
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“Como resultado, las bebidas alcohólicas pueden aportar calorías bastante elevadas si no las consumimos con moderación y al final estas suman a la cena navideña para ganar peso de más” concluyó.
Finalmente, las bebidas alcohólicas pueden ser disfrutadas en estas fechas con responsabilidad, pasando un buen rato con amigos y con el conocimiento de sus efectos, es importante tomar decisiones informadas para equilibrar el placer con la salud.
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