A pesar de que la Financiera Rural tenía una recuperación de cartera del 93% en Sonora y los productores dependían para financiar sus cultivos hasta en un 80% de su costo de producción, el gobierno federal decretó la extinción de este organismo el pasado 29 de mayo.
El Gobierno federal publicó este lunes 29 de mayo en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto que extingue el organismo público descentralizado llamado Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (conocida como Financiera Rural), y abroga su Ley Orgánica.
Ante este golpe, los productores organizados de Sonora advierten que está a la puerta una catástrofe financiera para el campo, pues si el Gobierno federal no interviene, para el próximo ciclo agrícola no habrá quien financie la actividad productiva del agro mexicano.
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Haciendo números
La superficie sembrada en Sonora para el ciclo otoño-invierno 2022 fue de 284 mil 587 hectáreas de trigo, con un costo de producción por hectárea de 43 mil 430 pesos.
Esto significa una inversión total de 12 mil 359 millones 613 mil 410 pesos, por un valor de producción de 17 mil 14 millones 312 mil pesos, si se considera el precio por tonelada a 8 mil 429 pesos y una producción de 2 millones 18 mil 451 toneladas de grano.
Pero si se paga a 6 mil pesos la tonelada, como hasta ahora ha ofrecido el Gobierno federal, el valor de la producción sería de sólo de 12 mil 110 millones 706 mil pesos, ni siquiera para cubrir el costo de producción
Para el ciclo otoño-invierno 2023, la superficie sembrada en Sonora es de 268 mil 042 hectáreas de trigo, con un costo de producción por hectárea es de 43 mil 430 pesos, lo que significa una inversión total de 11 mil 641 millones 64 mil 60 pesos. Esto sin saber cuál será la producción total del ciclo que está por concluir y sin tener garantía de mercado ni de precio.
Antes, los productores podían acceder a créditos blandos de la Financiera Rural hasta por el 80% del costo de producción, es decir por cada 43 mil pesos, podían obtener financiamiento por 34 mil 400 pesos a tasas blandas.
Ahora, ante la eliminación de la Financiera Rural, los campesinos han recurrido a la banca comercial con quien han visto crecer su cartera vencida.
Un informe del Banco de México destaca que la cartera vencida del sector agropecuario sonorense con la banca comercial se disparó 390% el último año, al pasar de 202.5 millones de pesos en el primer trimestre de 2022 a 993.1 millones en los primeros 3 meses de 2023. El agro abarca el 59% de la cartera vencida en la entidad.
La importancia de la FND
Álvaro Bours Cabrera, presidente de la Asociación de Organismos Agrícolas del Sur de Sonora (Aoass), advirtió que es una catástrofe financiera la que se ve venir.
“Si ahorita creemos que tenemos un problema, en el siguiente ciclo no va a haber una fuente de financiamiento para los productores y la situación será más grave. Está en peligro la producción nacional de trigo y maíz”, destacó.
La Financiera Rural —explicó— era la banca que por algunas décadas daba certidumbre al sector agropecuario, ya que ayudaba a regular las altas tasas y era la principal fuente de financiamiento para los agricultores.
Bours Cabrera argumentó que la recuperación de la cartera de la Financiera Rural en el Norte del país era de 93%, acá las finanzas eran sanas, siempre fueron sanas, se nos quiere culpar por el quebranto, pero no es así, pero el impacto para todas las regiones agrícolas del país va a ser enorme. De cada peso que prestaban, recuperaban 93 centavos. La financiera o la banca privada te habilitan con el 80% del costo y el 20% lo pone el productor, explicó.
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“La desaparición de la Financiera Rural nos deja descobijados, es otro apoyo más que se nos quita como productores, ahora ya no contamos con ningún tipo de ayuda gubernamental”.
De acuerdo a una nota publicada por la Financiera Rural en su portal oficial el 24 de octubre de 2022, tan sólo en la Coordinación Regional Noroeste, conformada por los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa, se hizo una dispersión de recursos de financiamiento para el ciclo otoño-invierno con un monto superior a los 6 mil 400 millones de pesos, de los cuales el 70% serían entregados a los productores durante el 2022, apoyando la producción de más de 206 mil hectáreas de cultivos como maíz, frijol, trigo, sorgo y hortalizas, entre otros.