En redes sociales circula el relato de una ciudadana de Culiacán, Sinaloa, donde describe las horas de pánico y terror que vivió este jueves por la tarde.
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Bajo la autoría de “una ciudadana culichi”, el texto da cuenta de cómo esta mujer estuvo atrapada por cinco horas en el fuego cruzado entre sicarios del Cártel de Sinaloa y elementos de la Guardia Nacional.
La publicación en Facebook describe que cuando se escucharon los primeros balazos, ella se resguardó bajo el volante de su automóvil, mientras las detonaciones hacían temblar el vehículo.
“Sentía mi carro temblar, no sé como logré entrar abajo del volante, hice llamadas para decirles que los quería, para decirles que eso era una pesadilla, que ya quería que se terminara, que tenía mucho miedo, que probablemente no saldría viva de eso”, describe.
De acuerdo con el relato, la mujer realizó llamadas a sus seres queridos para contarles lo que ocurría y decirles que se encontraba bien, por el momento.
Sin emabargo, las horas pasaron. El enfrentamiento entre delincuentes y autoridades continuaba, pero ella se quedó sin batería en el celular.
Estaba sola, con miedo de morir en la ciudad llamada "cuna del narco".
“Estuve abajo de mi asiento me sentí morir, temblé de miedo, entré en crisis y me desmayé y volví a despertar. asomaba un poco la cabeza por la ventana y miraba a los marinos estacionados a un lado mío tirados en el suelo, con sus armas, resguardándose, tal cual una guerra como las películas o peor”
Pasaron las horas y por fin un elemento de la Guardia Nacional la vio y logró sacarla para llevarla a una tienda comercial, donde otras personas se encontraban resguardadas de la violencia que ocurría en las calles de Culiacán.
“No manchen, de verdad no le deseo a nadie esto A NADIE. Las peores 5 horas de mi vida. Gracias a todos los que se preocuparon. No tengo como defender mi bella ciudad de Culiacán esta vez”, cita la publicación.
El pasado jueves, tras la detención de Obvidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán sicarios del Cártel de Sinaloa abrieron fuego contra militares, incendiaron vehículos, colocaron barricadas y más de 30 reos se fugaron del penal.
Fue hasta que el gobierno federal decidió dejarlo libre, con el fin de salvaguardar la seguridad de los ciudadanos.
