Con una guardia de honor, militares y allegados despidieron a Michael Arellano Wilkinson, en Agua Prieta, Sonora, luego de ser localizado sin vida en las playas de Ensenada, Baja California, tras las tragedia del pasado 20 de febrero, donde cadetes de la Guardia Nacional fueron arrastrados por las olas del mar.
En una playa de Ensenada, el pasado lunes fue localizado el cuerpo de Arellano Wikilson, quien tenía 20 años de edad, por lo que fue trasladado a Agua Prieta, donde fue velado en la tierra que lo vio nacer, creciendo en una casa hogar, de ahí salió con el sueño de convertirse en militar destacado.
Sin embargo, ese sueño quedó truncado el pasado 20 de febrero, cuando un grupo de 11 cadetes fue arrastrado por las olas del mar en Playa Corona, cerca de la Base Militar El Ciprés, en Ensenada. Aunque cuatro fueron rescatados, siete quedaron desaparecidos.
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Familiares de los afectados señalaron que el incidente se dio luego de que los cadetes recibieron la orden de ingresar al mar, presuntamente para lavar sus uniformes, a pesar de que la Capitanía de Puerto emitió una alerta durante ese día, debido a que se registraron olas de hasta 4 metros de alto.
Tras varios días de búsqueda, los siete cadetes que ingresarían a la Guardia Nacional ya fueron localizados, mientras que el militar que dio la orden, director del Centro de Adiestramiento, ya se encuentra detenido por el delito de desobediencia y abuso de autoridad, indicó Luis Cresencio Sandoval, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
“Se inició por desobediencia, porque hay procedimientos que se deben de tomar en consideración, que están aprobados, establecidos para tomar un adiestramiento. Por la parte de haber generado la muerte de estos elementos, hay un abuso de autoridad causando la muerte”, mencionó en conferencia de prensa matutina el pasado martes.
La audiencia para vinculación a proceso del militar tendrá lugar durante esta semana y el caso podría ser retomado por la Fiscalía General de la República (FGR), por presuntamente provocar la muerte de los siete cadetes, entre los cuales, cuatro eran de Sonora.
El pasado 25 de febrero apareció el primer cuerpo de los siete soldados desaparecidos. Se trata de Carlos Omar Frías Lanfar, de 21 años, originario de Pueblo Yaqui, Sonora; el 27 de febrero apareció Arturo Esteban Sarmiento Gaxiola, de 29 años, originario de Hermosillo, Sonora; el 29 de febrero fue localizado Brando Francisco Gastélum Ayala, de Navojoa, Sonora.
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Ese mismo día, fue localizado Luis Manuel Vilchis Díaz, de 21 años, originario del Estado de México; el 1 de marzo fue encontrado Fernando Isaías Pérez López, de 18 años, originario de Altotonga, Veracruz; el 2 de marzo fue localizado Michael Arellano Wilkinson, de 20 años, originario de Agua Prieta, Sonora, y el pasado 5 de marzo, fue hallado Abraham Sánchez Reyna, de 20 años, proveniente de Ciudad de México.
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