/ viernes 1 de diciembre de 2023

Al bat | Remes y el Mecano

“Sucedió así, por ejemplo, en el auditorio “Beto Ávila” del Instituto Veracruzano del Deporte (IVD) en el puerto de Veracruz en el que se disfrutó la exposición oral de su libro “Fernando ‘Pulpo’ Remes, el número 1”, dijo, diciendo que en ese encuentro estuvieron presentes Pedro “Charrascas” Ramírez, Luis Meré, Jesús “Chito” Ríos, Manuel Cazarín, Raúl Balcázar, Octavio Salgado, Héctor Fitch, colegas, aficionados y público en general.

No necesito decirle que Fernando Remes es el actual alcalde de Poza Rica y en sus registros dentro de la pelota como campocorto fue parte fundamental del llamado “Cuadro del millón” de los Tigres de México, conformado por Gregorio Luque, en la receptoría, Rubén Esquivias en la primera base, Arnoldo “Kiko” Castro en la segunda base y en la antesala Armando Murillo, siendo campeón con el equipo en 1965 y 1966, ganador de 2 guantes de plata y 12 campeonatos de fildeo.

El libro escrito por los colegas Horacio Ibarra Álvarez y prólogo de Enrique Kerlegand constan de nueve capítulos y 268 páginas en las que se incluyen datos, estadísticas, anécdotas, fotografías, caricaturas y textos históricos sobre Remes.

Sin duda, será un placer recibir en Hermosillo a Remes y Monter para compartir un gran momento en su visita, la que deberá tener amplia convocatoria y asistencia de invitados especiales estrellas y leyendas del beisbol de nuestra ciudad.

El olvidado “Mecano” de Torreón

Juan Antonio García Villa: El capítulo 12 del magnífico libro “80 años de unión con La Laguna”, publicado el pasado mes de agosto, hace referencia a los estadios en los que entre 1940 y 2023 ha jugado el equipo profesional de casa en las cincuenta y nueve temporadas de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) en que ha participado.

Dicho capítulo 12 comprende de las páginas 251 a 258. Pero sólo una se dedica a informar al lector sobre un parque de pelota que las actuales y futuras generaciones no podrán ver jamás, porque se fue para siempre.

Se trata del inolvidable Estadio Superior, popularmente conocido como “El Mecano”, que se instaló —pues era armable— en el lado Sur de la calzada Ávila Camacho, a la altura del aeropuerto federal Francisco Sarabia. En esa página el libro sólo trae media docena de parrafitos sobre ese estadio y una foto, en blanco y negro, que evidentemente no corresponde al "Mecano" sino a uno similar a éste.

Ese estadio fue la casa del equipo Colts 45 de Houston, que luego devino en la franquicia de los Astros de Grandes Ligas, primero de la Nacional y actualmente de la Liga Americana. Fue traído a la región, es decir, sus partes a ensamblarse, por el empresario torreonense Juan Abusaid Ríos en diciembre de 1974.

En menos de cien días quedó armado. Se decía que al efecto se habían utilizado “un millón de tuercas”, de tal manera que quedó listo para que en él se jugara un primer encuentro de exhibición el 9 de marzo de 1975, entre el equipo de casa y los Cafeteros de Córdoba y de manera oficial cinco días después, el 14 de marzo, en el juego inaugural de la temporada 1975 de la LMB, frente a los Indios de Ciudad Juárez, choque que fue ganado por los visitantes al son de 5 carreras por 2.

Laguna jugó en ese añorado parque siete temporadas. El último encuentro realizado en él fue el 6 de agosto de 1981, contra los Saraperos de Saltillo, choque que se fue a 13 innings (como si el estadio no se quisiera ir), juego que por fortuna terminó ganando Laguna.

De acuerdo a la información oficial de LMB, la capacidad del “Mecano” era para 16 mil espectadores y tenía del home a los jardines izquierdo y derecho 330 pies de distancia y 400 al central.

El inolvidable Estadio Superior (su nombre oficial) tenía más del doble de la actual capacidad del Estadio de la Revolución, que oficialmente es para 7,689 aficionados.

De Torreón, luego de desmontarse, las partes del “Mecano” fueron llevadas a Monclova, como estación de paso para ser utilizado sólo durante la temporada de 1982, pues estaba en marcha el proyecto de hacer renacer a los Alijadores de Tampico, proyecto que finalmente no prosperó. Por lo que el inolvidable “Mecano” terminó para siempre su historia en ese puerto de Tamaulipas, sin haberse vuelto a armar de nuevo, y de eso hace ya cuarenta años.

Eso es, colega.

“Sucedió así, por ejemplo, en el auditorio “Beto Ávila” del Instituto Veracruzano del Deporte (IVD) en el puerto de Veracruz en el que se disfrutó la exposición oral de su libro “Fernando ‘Pulpo’ Remes, el número 1”, dijo, diciendo que en ese encuentro estuvieron presentes Pedro “Charrascas” Ramírez, Luis Meré, Jesús “Chito” Ríos, Manuel Cazarín, Raúl Balcázar, Octavio Salgado, Héctor Fitch, colegas, aficionados y público en general.

No necesito decirle que Fernando Remes es el actual alcalde de Poza Rica y en sus registros dentro de la pelota como campocorto fue parte fundamental del llamado “Cuadro del millón” de los Tigres de México, conformado por Gregorio Luque, en la receptoría, Rubén Esquivias en la primera base, Arnoldo “Kiko” Castro en la segunda base y en la antesala Armando Murillo, siendo campeón con el equipo en 1965 y 1966, ganador de 2 guantes de plata y 12 campeonatos de fildeo.

El libro escrito por los colegas Horacio Ibarra Álvarez y prólogo de Enrique Kerlegand constan de nueve capítulos y 268 páginas en las que se incluyen datos, estadísticas, anécdotas, fotografías, caricaturas y textos históricos sobre Remes.

Sin duda, será un placer recibir en Hermosillo a Remes y Monter para compartir un gran momento en su visita, la que deberá tener amplia convocatoria y asistencia de invitados especiales estrellas y leyendas del beisbol de nuestra ciudad.

El olvidado “Mecano” de Torreón

Juan Antonio García Villa: El capítulo 12 del magnífico libro “80 años de unión con La Laguna”, publicado el pasado mes de agosto, hace referencia a los estadios en los que entre 1940 y 2023 ha jugado el equipo profesional de casa en las cincuenta y nueve temporadas de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) en que ha participado.

Dicho capítulo 12 comprende de las páginas 251 a 258. Pero sólo una se dedica a informar al lector sobre un parque de pelota que las actuales y futuras generaciones no podrán ver jamás, porque se fue para siempre.

Se trata del inolvidable Estadio Superior, popularmente conocido como “El Mecano”, que se instaló —pues era armable— en el lado Sur de la calzada Ávila Camacho, a la altura del aeropuerto federal Francisco Sarabia. En esa página el libro sólo trae media docena de parrafitos sobre ese estadio y una foto, en blanco y negro, que evidentemente no corresponde al "Mecano" sino a uno similar a éste.

Ese estadio fue la casa del equipo Colts 45 de Houston, que luego devino en la franquicia de los Astros de Grandes Ligas, primero de la Nacional y actualmente de la Liga Americana. Fue traído a la región, es decir, sus partes a ensamblarse, por el empresario torreonense Juan Abusaid Ríos en diciembre de 1974.

En menos de cien días quedó armado. Se decía que al efecto se habían utilizado “un millón de tuercas”, de tal manera que quedó listo para que en él se jugara un primer encuentro de exhibición el 9 de marzo de 1975, entre el equipo de casa y los Cafeteros de Córdoba y de manera oficial cinco días después, el 14 de marzo, en el juego inaugural de la temporada 1975 de la LMB, frente a los Indios de Ciudad Juárez, choque que fue ganado por los visitantes al son de 5 carreras por 2.

Laguna jugó en ese añorado parque siete temporadas. El último encuentro realizado en él fue el 6 de agosto de 1981, contra los Saraperos de Saltillo, choque que se fue a 13 innings (como si el estadio no se quisiera ir), juego que por fortuna terminó ganando Laguna.

De acuerdo a la información oficial de LMB, la capacidad del “Mecano” era para 16 mil espectadores y tenía del home a los jardines izquierdo y derecho 330 pies de distancia y 400 al central.

El inolvidable Estadio Superior (su nombre oficial) tenía más del doble de la actual capacidad del Estadio de la Revolución, que oficialmente es para 7,689 aficionados.

De Torreón, luego de desmontarse, las partes del “Mecano” fueron llevadas a Monclova, como estación de paso para ser utilizado sólo durante la temporada de 1982, pues estaba en marcha el proyecto de hacer renacer a los Alijadores de Tampico, proyecto que finalmente no prosperó. Por lo que el inolvidable “Mecano” terminó para siempre su historia en ese puerto de Tamaulipas, sin haberse vuelto a armar de nuevo, y de eso hace ya cuarenta años.

Eso es, colega.