La Iglesia Católica, es la segunda institución más antigua, tiene más de 2 mil años y sigue vigente, ha pasado por estos años por múltiples momentos y diferentes circunstancias, la historia de la humanidad y su geografía en gran parte son resultado de las acciones que ha provocado la Iglesia Católica, las naciones más poderosas del mundo tuvieron en algún momento de su historia una gran influencia de la Iglesia, reyes, reinas, emperadores, papas, todos con la bendición de los representantes de Dios en la tierra.
Guerras en el nombre de Dios y patrocinadas por la Iglesia, mediante reinos que crecían o se desmoronaban, grandes obras, monumentos que nos impresionan a lo largo del mundo, magníficas obras de arte, música maravillosa, conquistas, evangelizaciones, literatura, películas, educación, formación, escándalos.
De todo, ha pasado por la Iglesia y ahí está, los ministros siguen, su apostolado perdura más o menos dependiendo del lugar y los fieles siguen siéndolo, las escuelas con formación católica siguen estando con sus aulas llenas de alumnas y alumnos, los seminarios siguen captando aspirantes a sacerdotes y las polémicas permanecen.
Ahora AMLO señala a la Iglesia Católica, ¿Por qué no hablaron antes?, les cuestiona, ellos responden y se sostienen ante el reciente asesinato de dos de sus integrantes.
Lo que le sobra a la Iglesia es tiempo, la historia es testigo de lo que señalo. AMLO pasará, Morena pasará, todos los partidos pasarán y nos guste o no la Iglesia seguirá.
¿Por qué permanece la Iglesia a pesar de todo y de tanto?, porque su reino no es de este mundo y lo que ofrece es la vida eterna, es la esperanza, nada es para este mundo que es un valle de lágrimas, la recompensa viene después.
Nada es superior a la esperanza.
“Abrazos, no balazos es demagogia y hasta cierto punto complicidad”, señala el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro.
