Si el infierno existe, seguramente está lleno de traficantes de personas.
¿Qué tan miserable necesitas ser para dejar abandonadas en la caja de un tráiler a varias personas, sabiendo que lo más seguro es que mueran de una forma dolorosa?
Cargados de sueños, de ilusiones, de esperanza, con el miedo como motor, con la desgracia como constante en el pasado, con la pobreza de años, pero sobre todo con los ojos puestos en el Norte.
Mezcla de emociones y sentimientos, combinación de realidad y sufrimiento, que lanza a miles a buscar una mejor vida en el Norte del continente. Muchos lo que encuentran es la muerte.
Cincuenta migrantes muertos en el interior de un tráiler en San Antonio, Texas, lo que es una tragedia, es el resultado del fracaso de todo en muchos sentidos, han fracasado sus administradores en los países de origen de estos soñadores, ya que su realidad los expulsa, simplemente se tienen que ir para poder seguir viviendo, ya que si se quedan tienen garantizada la muerte; Es el fracaso de todas las autoridades responsables de defender la integridad de las personas, ya que el resultado es evidente, es el fracaso del Estado de Derecho, ya que los que los mataron al final fueron personas que trafican con personas, delincuentes que operan con descaro y en redes en varios países.
Estamos hablando de una multimillonaria industria de tráfico de personas, que es capaz de matar sin el menor remordimiento.
No seremos capaces de imaginar la angustia y el sufrimiento, de estos soñadores que ya no están en este mundo, la cual es directamente proporcional a la deshumanización de los criminales que los dejaron morir.
50 soñadores ya descansan de tanto dolor.
