/ viernes 29 de julio de 2022

Democracia y debate | Palero, palera

Los paleros, las paleras, son muchas cosas, entre otras son quienes trabajan con las palas, los que venden precisamente palas, los que son fogoneros y también los que ayudan en las estafas.

Vamos con este último punto, el de las estafas, pensemos en un espectáculo público, en la calle, en una plaza pública, se encuentra un mago que esconde una pelota en tres vasos, invita al público a hacer apuestas, “mil pesos a quien adivine dónde está la pelota”, así de pronto uno apuesta y gana, “tenemos ganador, tenga sus mil pesos de premio”, esta persona supuestamente de forma casual y gracias a sus habilidades logra descubrir donde estaba la pelotita.

Con gran ánimo muchos otros paseantes apuestan a encontrar la pelotita y todos pierden. Todos se retiran y al final el supuesto mago se encuentra con el primer ganador y reparten ganancias, fue el primer participante y falso ganador precisamente un palero, que de acuerdo con el falso mago engañaron a todos. El ganador fue entonces un palero del mago.

Como la vida es un gran espectáculo, ésta también está llena de actores principales, secundarios y paleros, que son quienes dan soporte y apoyo al espectáculo nacional.

El Presidente, que es como el primer actor, ha dicho a quiénes son señalados como paleros que no se preocupen, “mi solidaridad… y a otros periodistas que son tratados como paleros… no debe de preocuparles eso”.

Así el gran espectáculo sigue adelante, con todos sus personajes, con toda su historia y en espera de que el final sea feliz. Si es el caso podemos tener una segunda o tercera parte, todo depende de que el público aplauda o abuchee, considerando el gran público (el gran elector) que ya no es necesario seguir adelante con esta historia o sí.

Por lo pronto la historia que se nos cuenta, parece que gusta a un poco más de la mitad del público, todo apunta a que tendremos una segunda temporada, la audiencia se hace presente todos los días y el espectáculo se vende bien.

Nosotros que somos la gran audiencia, somos los que sin saberlo tenemos la opción de cambiar de canal, de comprar un boleto para la función, podemos incluso si no nos gusta el espectáculo salirnos antes de que termine.

El espectáculo seguirá y siempre existirán actores buenos, actores malos y los muy necesarios paleros o paleras para entretener, divertir y engañar cuando sea necesario.

Los paleros, las paleras, son muchas cosas, entre otras son quienes trabajan con las palas, los que venden precisamente palas, los que son fogoneros y también los que ayudan en las estafas.

Vamos con este último punto, el de las estafas, pensemos en un espectáculo público, en la calle, en una plaza pública, se encuentra un mago que esconde una pelota en tres vasos, invita al público a hacer apuestas, “mil pesos a quien adivine dónde está la pelota”, así de pronto uno apuesta y gana, “tenemos ganador, tenga sus mil pesos de premio”, esta persona supuestamente de forma casual y gracias a sus habilidades logra descubrir donde estaba la pelotita.

Con gran ánimo muchos otros paseantes apuestan a encontrar la pelotita y todos pierden. Todos se retiran y al final el supuesto mago se encuentra con el primer ganador y reparten ganancias, fue el primer participante y falso ganador precisamente un palero, que de acuerdo con el falso mago engañaron a todos. El ganador fue entonces un palero del mago.

Como la vida es un gran espectáculo, ésta también está llena de actores principales, secundarios y paleros, que son quienes dan soporte y apoyo al espectáculo nacional.

El Presidente, que es como el primer actor, ha dicho a quiénes son señalados como paleros que no se preocupen, “mi solidaridad… y a otros periodistas que son tratados como paleros… no debe de preocuparles eso”.

Así el gran espectáculo sigue adelante, con todos sus personajes, con toda su historia y en espera de que el final sea feliz. Si es el caso podemos tener una segunda o tercera parte, todo depende de que el público aplauda o abuchee, considerando el gran público (el gran elector) que ya no es necesario seguir adelante con esta historia o sí.

Por lo pronto la historia que se nos cuenta, parece que gusta a un poco más de la mitad del público, todo apunta a que tendremos una segunda temporada, la audiencia se hace presente todos los días y el espectáculo se vende bien.

Nosotros que somos la gran audiencia, somos los que sin saberlo tenemos la opción de cambiar de canal, de comprar un boleto para la función, podemos incluso si no nos gusta el espectáculo salirnos antes de que termine.

El espectáculo seguirá y siempre existirán actores buenos, actores malos y los muy necesarios paleros o paleras para entretener, divertir y engañar cuando sea necesario.