Sucede en Hermosillo, en Guaymas, en muchos pueblos de Sonora, sucede en buena parte de la República Mexicana y me atrevo a pensar que ha sucedido en casi todo el mundo.
Algunos gobiernos han puesto entre sus grupos prioritarios para recibir la vacuna de Covid-19 a las mujeres embarazadas. Y para tener cierta certeza de ello piden que su embarazo sea de nueve semanas de gestación en adelante.
Hasta aquí pudiera ser algo muy pero muy normal, el problema se presenta cuando llegan mujeres jóvenes y no tan jóvenes a aplicarse la vacuna y dicen que están embarazadas y no lo están.
Las enfermeras y personal de salud no pueden negar esa vacuna, ni tampoco pedir algún certificado médico para confirmar el hecho. Solo se realizan algunas preguntas que por supuesto tienen respuestas muy fluidas, respuestas perfectamente estructuradas y pensadas, ¡y la vacuna se aplica!
En efecto, no todas están embarazadas, muchas de ellas son mujeres que desean vacunarse para tener esa seguridad y poder llevar una vida más tranquila junto a su familia y amigos.
En este sentido existen dos visiones que tenemos que analizar, la primera es que quienes hacen eso, están mintiendo y no se vale, están posiblemente quitándole su vacuna a una persona de la tercera edad.
En una segunda visión podemos decir “qué bueno” que estas jóvenes y no tan jóvenes mujeres estén vacunadas, pues primero que nada está la salud. Estoy convencido que quien se atrevió a mentir para ponerse esa vacuna es alguien que aprecia la vida y busca su inmunidad y eso es bueno. Por lo mismo, se puede señalar y cuestionar, pero también se debe de entender la importancia de estar vacunado.
Y es aquí donde quisiéramos tener un país con más recursos y con más científicos que pudieran elaborar las vacunas, un país que tuviéramos más capacidad de compra y aplicación de las mismas. Pero no, vamos a pasos lentos aunque nos quieran imponer la versión oficial de que estamos mejor que muchos países del mundo.
Por lo pronto de algo estoy convencido, muchas jovencitas audaces con deseo de vacunarse ya lo hicieron y simplemente se hicieron pasar por embarazadas, ¿bueno o malo?, no lo sé, pero de algo podemos estar convencidos son mujeres que deseaban estar inmunizadas y ya lo están.
Es por ello que podemos poner estos casos, cómo “mentiras piadosas“.
De ida
Por cierto poco se sabe o poco se dice del trabajo que realizó el Instituto Español de Investigaciones Científicas Carlos Tercero y algunos hospitales públicos y privados de las ciudades de Madrid y Barcelona.
Resulta que al suspender la vacuna AstraZeneca a millón y medio de habitantes de la comunidad europea, decidieron hacer estudios para saber qué dosis aplicar como segunda vacuna sin afectarlos. Lo hicieron con Pfizer, y el resultado fue favorable, en primer lugar no existió ninguna reacción negativa que afectara a quien recibió esta segunda dosis. Y por si fuera poco, aplicar la segunda de Pfizer fue más eficiente que haber tenido dos de AstraZeneca, así que buenas noticias porque al menos ya sabemos lo que se puede hacer en un caso como el que sucedió en varios países europeos.
De vuelta
Estamos a sólo dos semanas de las elecciones llamadas intermedias, sólo unos días para saber qué está pasando realmente, hoy día las encuestadoras son tantas y tan parciales que no sabemos a cuál hacerle caso.
Por lo mismo no acabamos de entender lo que sucede, pero es un hecho, la decepción del gobierno federal es grande, miles o millones de mexicanos en tres años se sienten traicionados y abandonados. Aquellas promesas sólo quedaron en eso, en promesas, la figura del presidente López Obrador sigue siendo buena pero no lo suficiente para arrasar como sucedió hace tres años.
Además existe un factor que lo podemos llamar decisivo, me refiero al pésimo trabajo que realizaron muchos alcaldes de Morena que serán castigados y ello no le permitirá al primer mandatario tener los números que pretende en la Cámara de Diputados. A menos que… Veamos muchas cosas raras del pasado, de esas que Morena decía debían desaparecer.
Aserrín
Qué bueno que México comienza a regresar a la “normalidad” qué malo que lo hagamos con tanta confianza.
No sé ustedes, pero eso de la sana distancia, del cubrebocas, de lavarse las manos y de evitar el abrazo o el beso, como que está quedando atrás.
Será que estamos venciendo al coronavirus o será que pronto veremos la llamada “tercera ola” ahí se las dejo de tarea.
