Innegables son los grandes problemas que tiene el mundo, México, Sonora y el lugar en el que residamos.
Y muchas veces esas circunstancias jalan tanto nuestra atención que desestimamos o ignoramos por completo cosas positivas que suceden a diario en todos los rincones.
Y precisamente a ello quiero referirme ahora para detenerme en dos de los eventos en que me tocó participar este fin de semana:
Se realizó un simposio de Al-Anon para profesionales. Fuimos convocados para conocer lo que es esa hermandad que se ocupa de agrupar, asistir, muchas veces sostener emocionalmente y siempre de buscar que el familiar del alcohólico, esté mejor.
Los organizadores propiciaron este evento de divulgación con la finalidad de que el mensaje llegue a un mayor número de personas que requieren ese apoyo para transitar por la circunstancia que le acompaña y hacerlo de la mejor manera.
Tengo mucha admiración por este tipo de organizaciones que buscan enfrentar una situación que les afecta, porque requieren sentirse mejor. No se sientan a lamentar su realidad, buscan salir adelante. Esas iniciativas deben fortalecerse.
A lo largo del mundo la agrupación AA y las organizaciones a su alrededor, han devuelto la tranquilidad a muchas personas, muchas familias han recuperado a sus integrantes y sobre todo se han convertido en personas que buscan de manera solidaria transmitir un mensaje lo cual como sociedad en general nos beneficia.
Por otra parte ayer domingo se llevó a cabo la jornada del Nuevo Bosque Metropolitano mismo que forma parte de los programas que impulsa constantemente Grupo Salinas.
La reforestación en esta ocasión se hizo por el bulevar Morelos desde enfrente del Sam’s hasta el Progreso. Más de 200 personas participamos. Muchas familias, equipos de empresas, integrantes de agrupaciones pro ambientalistas, en fin.
Podría detenerme a lamentar el hecho que siendo esa una zona de alta plusvalía y con un importante potencial de crecimiento, no cuente con la arborización suficiente pero prefiero destacar la notable participación de los jóvenes y también de algunos niños acompañados por sus padres que se sumaron a la convocatoria que se hizo a través de Azteca Sonora.
El mensaje que nos alerta sobre la necesidad urgente de hacer algo por el planeta, está llegando; han sido años de estarnos insistiendo y pareciera que empiezan a notarse los frutos.
“Los millenials también somos personas conscientes” me decía ayer un joven de esa generación y tiene razón. Cada vez es más común verlos involucrados en acciones comunitarias, un abanico que dicho sea de paso, se ha ampliado y ya las aspiraciones de participar para impulsar determinados rubros. Anteriormente muchas de esas inquietudes tenían por receptor o plataforma un partido político sin embargo el deterioro en la imagen de estos también ha diluido la participación de sus juventudes.
He citado sólo dos eventos de los muchos que merecen que detengamos la mirada en ellos, así seguramente nos sentiremos invitados a involucrarnos más en nuestras comunidades.
@SoledadDurazo
