En el último año, la población infantil de nuestro país, ha sido uno de los sectores que más ha sufrido en materia de atención a la salud, con afectaciones que van desde bajos niveles de vacunación, la prevalencia de obesidad, la desnutrición en preescolares e incluso la exposición a tóxicos ambientales.
En sólo 10 años, las tasas de vacunación infantil han caído a los niveles de hace casi 30 años, amenazando la vida de los niños y niñas a medida que enfermedades que se consideraban erradicadas reaparecen en toda la región. Desde brotes de sarampión hasta casos de poliomielitis, enfermedades peligrosas que se creían ya desaparecidas están reapareciendo en América Latina. ¿Cómo es esto posible?
El resurgimiento de enfermedades prevenibles como las mencionadas son señales de advertencia de que América Latina no está vacunando a sus niños y niñas.
Pero, no siempre fue así. Durante décadas, la región presumió de tener algunas de las tasas de vacunación infantil más altas del mundo. Sin embargo, en la última década, la cobertura de vacunación infantil —un indicador de los resultados de inmunización de un país— ha disminuido constantemente en América Latina.
La cobertura de la tercera dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tosferina entre los niños y niñas menores de un año cayó del 93% en 2012 al 75% en 2021, según las últimas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud y Unicef.
Antes de la aparición del covid-19, la poliomielitis se consideraba una de las enfermedades infecciosas más desafiantes para la salud pública mundial.
Ahora, en un giro sorprendente en el esfuerzo de décadas para erradicar el virus, las autoridades de Jerusalén, Nueva York y Londres han mostrado evidencias de que la polio se está propagando en esos sitios.
La fuente del virus ha sido la propia vacuna oral, por eso la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud han creado una estrategia mundial para detener los casos de poliomielitis. La poliomielitis es una de las pocas enfermedades que se pueden erradicar debido a que el virus sólo afecta a los seres humanos y no existe un reservorio animal.
Hay vacunas altamente eficaces y seguras, la inmunidad dura de por vida, no existen portadores crónicos a largo plazo y el virus salvaje sobrevive en el medio ambiente durante un corto periodo. Aunque todavía tenemos que examinar más a fondo las razones del alarmante retroceso de la región en la vacunación infantil, el descenso puede deberse a múltiples factores.
Los desastres naturales, la violencia, la urbanización, la inestabilidad y la migración han contribuido al aumento de las desigualdades, privando a las comunidades marginadas de una atención de salud de calidad. En tanto, los datos muestran que la cobertura del esquema completo de vacunación en menores con dos años de edad disminuyó en 4.5 puntos con respecto a 2021. Para 2022, sólo el 26.6% de las y los niños de 2 años de edad tenían todas sus vacunas, mientras que un año antes, la cobertura fue de 31.1%.
Por otro lado, los menores de entre 1 y 3 años de edad son los más afectados, ello al identificarse que las coberturas de vacunación para todos los biológicos estuvieron por debajo del nivel de cobertura útil de 95%.
Asimismo, se observó una reducción significativa en el caso de la primera dosis de la vacuna triple viral (sarampión, rubéola y paperas), pues se redujo casi 11 puntos, al pasar de 72.6 en 2021 a 61.8% para 2022. Mientras que la vacunación para la tuberculosis, la cual debe aplicarse desde el primer día de nacido, o a más tardar en algún momento durante el primer año de vida, también tuvo una disminución importante de 8 puntos porcentuales, al pasar de 86.6% en 2021 a 78.5% para 2022.
El tema de vacunación siempre fue un tema fuertemente implementado por todas las administraciones a cualquier nivel, sin embargo en los últimos años algo pasó, que no se ha podido cumplir en la cobertura.
Pronto tendremos el resurgimiento de aquellas enfermedades que se creían controladas o erradicadas debido a esta falta de cobertura de enfermedades prevenibles por vacunación, ¿estamos preparados? Veremos.
Dr. César Álvarez Pacheco
Correo; cesar_ap@hotmail.com
X; @cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora