/ martes 15 de junio de 2021

Un ciudadano pensó | Las enseñanzas de la gente

A veces las cosas se juntan, el día de hoy vino don Antonio Cortez a arreglar los aires acondicionados de mi casa (donde siempre serán bienvenidos). La semana anterior todo se descompuso: el refrigerador, los aires acondicionados, el carro (el único carro) y el drenaje del lavaplatos, todo en dos días, entre jueves y viernes de la semana pasada. Por eso empiezo esta columna nombrando a don Antonio Cortez, quien llegó a mi familia recomendado por unos muy queridos amigos. Como agradecimiento y reconocimiento a su excelente trabajo, atención y cobro justo.

Con estos calores fue él un salvavidas. Durante cuatro días y medio nos la vimos negras con el calorón y nos hicimos bolas en el cuarto donde medio funcionaba uno de los aires.

Obviamente, yo creía tener un técnico de cabecera, mismo que durante cuatro semanas esperé para que les diera servicio a los aires y pues ya que los aires tronaron y que no me contestaba ni devolvía las llamadas. De ahí que le pedí unos amigos que me recomendaran a alguien de urgencia. Oriundo de Cananea, exempleado de la minera y con un profundo amor por su trabajo, don Antonio es un hombre de hablar directo, pero sereno.

Muy detallista en su trabajo y con muy buena plática. Siempre me ha gustado a mí platicar y aproveché para hacerle compañía y de pasada me puse a ayudarle. Después de dos o tres horas ya había terminado y dejó los aparatos funcionando como nuevos.

Independientemente del agradecimiento que le tengo por el amor a su trabajo y que nos ayudó en la emergencia (todos los que vivimos en Sonora entendemos la emergencia climática que vivimos cada año), disfruté de lo que conviví con don Antonio a quien me refiero así, como don, no porque esté ya entrado en años, sino por el respeto que me merece por sus finos modales.

Si necesitan a un buen técnico de refrigeración envíenme un mensaje a mi correo electrónico ciudadanopensó@gmx.es y con gusto les mando su celular. Ojo, don Antonio no da servicio en el norte de la ciudad, les cobraría algo extra porque se mueve en el sur de Hermosillo.

Cambiando de tema, a mí los temas que me gustan, son los temas humanos, la familia, los hijos, los vecinos, la gente… Aunque no la conozca. Aprendo muchísimo de todas las personas a mi alrededor, todos son mis maestras y maestros. Cada persona una historia de vida y cada persona un mundo de experiencias y conocimientos. Lo que comparto aquí con todos mis lectores es lo que aprendo de todas las personas.

La ventaja de sufrir los problemas de todo lo que se descompuso “casualmente” al mismo tiempo en mi casa, lo que me regaló es perspectiva, comprensión… Existe una enseñanza y un regalo detrás de los problemas que vivimos a veces seguido y a veces de vez en cuando. A mí este problema me quitó una falsa creencia respecto a la confianza depositada en quien no la merecía y me regaló una agradable experiencia con una persona que diariamente trabaja y se esfuerza por el bienestar de su familia y quien tiene mucho que enseñar y compartir. Igual que yo, igual que usted que me honra con leer estas palabras, igual que la mayoría de las personas que vivimos en este hermosísimo país.

En mi página de Facebook Un ciudadano pensó siempre comparto mis reflexiones y todo aquello que creo pueda ser de utilidad para mi prójimo, también comparto sobre gente que conozco de manera casual y sobre lo que esa persona me dejó de enseñanza. Ciertamente somos muchos más los buenos que los malos, pero creo que ya es tiempo que los buenos tomemos la iniciativa, que nos conozcan, que participemos y que sepan que existimos, que vivimos, que pensamos y sobre todo… Que sentimos.

Así como en su momento les comenté sobre Casimiro Hernández, el reportero que movió cielo, mar y tierra para ayudar a una madre desesperada por sus hijos en Ures y de los tremendos talentos de este reportero y amigo, así quiero darles a conocer a más personas, como don Antonio Cortez que homenajeo en esta columna de hoy por ser un hombre trabajador y decente. Lo que llamo yo… Una fina persona. De igual manera iré contando sobre otras personas que igual que usted y yo vinimos a este mundo y dejamos una historia. No vinimos dioquis como decían los viejos. Sé que no voy a alcanzar a ponerlos a todos, pero la lucha le vamos a hacer. Saludos don Antonio Cortez.

A veces las cosas se juntan, el día de hoy vino don Antonio Cortez a arreglar los aires acondicionados de mi casa (donde siempre serán bienvenidos). La semana anterior todo se descompuso: el refrigerador, los aires acondicionados, el carro (el único carro) y el drenaje del lavaplatos, todo en dos días, entre jueves y viernes de la semana pasada. Por eso empiezo esta columna nombrando a don Antonio Cortez, quien llegó a mi familia recomendado por unos muy queridos amigos. Como agradecimiento y reconocimiento a su excelente trabajo, atención y cobro justo.

Con estos calores fue él un salvavidas. Durante cuatro días y medio nos la vimos negras con el calorón y nos hicimos bolas en el cuarto donde medio funcionaba uno de los aires.

Obviamente, yo creía tener un técnico de cabecera, mismo que durante cuatro semanas esperé para que les diera servicio a los aires y pues ya que los aires tronaron y que no me contestaba ni devolvía las llamadas. De ahí que le pedí unos amigos que me recomendaran a alguien de urgencia. Oriundo de Cananea, exempleado de la minera y con un profundo amor por su trabajo, don Antonio es un hombre de hablar directo, pero sereno.

Muy detallista en su trabajo y con muy buena plática. Siempre me ha gustado a mí platicar y aproveché para hacerle compañía y de pasada me puse a ayudarle. Después de dos o tres horas ya había terminado y dejó los aparatos funcionando como nuevos.

Independientemente del agradecimiento que le tengo por el amor a su trabajo y que nos ayudó en la emergencia (todos los que vivimos en Sonora entendemos la emergencia climática que vivimos cada año), disfruté de lo que conviví con don Antonio a quien me refiero así, como don, no porque esté ya entrado en años, sino por el respeto que me merece por sus finos modales.

Si necesitan a un buen técnico de refrigeración envíenme un mensaje a mi correo electrónico ciudadanopensó@gmx.es y con gusto les mando su celular. Ojo, don Antonio no da servicio en el norte de la ciudad, les cobraría algo extra porque se mueve en el sur de Hermosillo.

Cambiando de tema, a mí los temas que me gustan, son los temas humanos, la familia, los hijos, los vecinos, la gente… Aunque no la conozca. Aprendo muchísimo de todas las personas a mi alrededor, todos son mis maestras y maestros. Cada persona una historia de vida y cada persona un mundo de experiencias y conocimientos. Lo que comparto aquí con todos mis lectores es lo que aprendo de todas las personas.

La ventaja de sufrir los problemas de todo lo que se descompuso “casualmente” al mismo tiempo en mi casa, lo que me regaló es perspectiva, comprensión… Existe una enseñanza y un regalo detrás de los problemas que vivimos a veces seguido y a veces de vez en cuando. A mí este problema me quitó una falsa creencia respecto a la confianza depositada en quien no la merecía y me regaló una agradable experiencia con una persona que diariamente trabaja y se esfuerza por el bienestar de su familia y quien tiene mucho que enseñar y compartir. Igual que yo, igual que usted que me honra con leer estas palabras, igual que la mayoría de las personas que vivimos en este hermosísimo país.

En mi página de Facebook Un ciudadano pensó siempre comparto mis reflexiones y todo aquello que creo pueda ser de utilidad para mi prójimo, también comparto sobre gente que conozco de manera casual y sobre lo que esa persona me dejó de enseñanza. Ciertamente somos muchos más los buenos que los malos, pero creo que ya es tiempo que los buenos tomemos la iniciativa, que nos conozcan, que participemos y que sepan que existimos, que vivimos, que pensamos y sobre todo… Que sentimos.

Así como en su momento les comenté sobre Casimiro Hernández, el reportero que movió cielo, mar y tierra para ayudar a una madre desesperada por sus hijos en Ures y de los tremendos talentos de este reportero y amigo, así quiero darles a conocer a más personas, como don Antonio Cortez que homenajeo en esta columna de hoy por ser un hombre trabajador y decente. Lo que llamo yo… Una fina persona. De igual manera iré contando sobre otras personas que igual que usted y yo vinimos a este mundo y dejamos una historia. No vinimos dioquis como decían los viejos. Sé que no voy a alcanzar a ponerlos a todos, pero la lucha le vamos a hacer. Saludos don Antonio Cortez.