El pasado miércoles se llevó a cabo la conferencia de “Fandango, concierto para orquesta y violín” del compositor alamense Arturo Márquez, en el Teatro de la Ciudad, de la Casa de la Cultura en Hermosillo.
Sus composiciones han recorrido todo el mundo, ya que su versatilidad como compositor ha hecho que tenga una larga trayectoria. Pero como todo artista, busca cambiar y reinventarse.
Fandango, concierto para orquesta y violín, se dio durante la pandemia, el compositor agregó: “Esa época donde el encierro se sintió diferente, lleno de dolor y tristeza por todos aquellos que se fueron, y que, sin embargo, nos hizo apreciar la vida”.
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Márquez comenta que esta idea la trae en mente desde hace 30 años, y así fue como inició el plan de componer algo nuevo.
El proceso de la investigación fue complicada y profunda, ya que lo llevó a recorrer diferentes lugares del mundo como España, Argentina, Veracruz y la Huasteca.
“Estoy retomando algunas cosas del pasado y las actualizo, una especie de posmodernismo, tomar algo antiguo y poner en nuestros tiempos. Yo siento que también estoy convencido que es el lenguaje que me funciona”, expresó.
Para el alamense el fandango es un ritual de música, de gente, una fiesta de sones y bailadores; la creación de este ritmo tiene tres movimientos que son el fandanguito, la folía tropical y la chacona.
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“El fandango siempre me ha fascinado, siempre ligado al flamenco español, pero sabemos que es muy mexicano y se transforma en un huapango. Es fiesta”, expresó.
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