Queda claro que México es un país con mucha cultura y sus tradiciones siempre están presentes pero muchas veces no las conocemos en su totalidad.
Por ejemplo, el tan esperado Día de Muertos se celebra el día 2 de noviembre, pero la espera de los que ya no están inicia desde meses atrás.
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La primera ofrenda para los muertos
De acuerdo con las creencias religiosas, el 29 de septiembre, se celebra el día de San Miguel Arcángel y es la primera ofrenda que se realiza para recibir a los seres queridos que ya murieron.
Para realizar esta bienvenida, señala la creencia, se debe llenar la casa de copal y hacer una oración para que dios permita a los muertos bajar a su fiesta y poder estar presentes en la tierra.
La segunda ofrenda para los seres queridos del más allá
La segunda ofrenda se realiza el 18 de octubre en el Día de San Lucas y es momento de rogar a que se le otorgue permiso a quienes murieron con tiro de gracia, con violencia, traicionados o que hubieran cometido alguna falta.
Al llegar el 30 de octubre, se prepara todo para la celebración que está en víspera de dar inicio, por lo que muchos comienzan a elaborar el altar para colocar las ofrendas al día siguiente.
La ofrenda para niños y muertos sin pecado
El 31 de octubre también se festeja algo en México y no es precisamente Halloween, este día inicia la celebración de las ofrendas dispuestas para los niños y angelitos y se hace un camino de pétalos de flor de cempasúchil para la llegada de los infantes.
Cómo la mayoría sabe, el 1 de noviembre es el Día de Todos los Santos, esto porque los niños han muerto sin pecado y por este motivo se les considera santos y se les ofrece un altar de tamales de dulce, golosinas, chocolate, pan y fruta.
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2 de noviembre: Llegada de fieles difuntos
La fecha en el calendario, 2 de noviembre, marca el Día de los Fieles Difuntos y es una de las celebraciones mexicanas más grandes.
En los diferentes altares, se colocan alimentos tradicionales como tamales de carne con chile, bebidas que preferían los adultos, frutas, pan, cigarrillos y demás preferencias por los difuntos.
Es hasta el 30 de noviembre, en el día de San Andrés, el momento en el que se despide a los muertos con la última ofrenda y el levantamiento del arco.
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