La práctica de la repostería en las casas se ha hecho algo común, quizás a partir de que se decretó la pandemia por Covid-19; al quedarnos en confinamiento, todas las personas tuvimos la oportunidad, el tiempo o la inquietud por desarrollar nuevas habilidades.
Preparar recetas de platillos, bebidas y postres se convirtió en un emprendimiento, un gusto o una pasión; muchas personas le perdimos el miedo a la cocina y al horno, comenzamos a comprar ingredientes y electrodomésticos para facilitarnos la vida y hacerla más entretenida.
Esta actividad también permitió otro tipo de interacción con los niños, con nuestros roomies y con las personas que vivimos, también el intercambio de tips y recetas que quedan para mejorar lo que indican paquetes y tradiciones culinarias, como la receta del pastel de cajita. ¿Lo has hecho?
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La mayoría de los empaques de harina para pastel indican que tienes que mezclarla con una taza de agua, tres huevos y media taza de aceite o tres cuartos de taza, depende de la marca que compres.
Hay quienes le ponen una pizca de polvo para hornear, para que “se levante más” el pan, y si tiene, o se le antoja, algún extra como extracto de avena o saborizante de almendra, tal vez algún colorante vegetal para cambiar la apariencia y pasas o chispas de chocolate, o fruta.
¿Cómo mejorar la receta del pastel de caja?
De todos es un motivo de orgullo saber o pensar que mejoras una receta, aunque en realidad lo que haces es darle tu toque personal y modificarla a tu gusto; no obstante, si quieres salir de la preparación tradicional de tu “queiquito”, te compartimos unos tipos.
Recetas y más mimi, en YouTube, sugiere cambiar el agua por la leche y en lugar de aceite vegetal, usar de olivo media taza de mantequilla derretida; y si la receta dice que lleva cuatro huevos, poner 4.
Lo primero que hay que hacer es batir los huevos, luego la leche y el aceite, es decir, los ingredientes líquidos, y finalmente agregar la harina para pastel de cajita.
No es necesario que tengas batidora, puedes hacerlo vigorosamente con un tenedor o con un batidor de globo manual. Puedes usar uno o dos moldes, poniéndoles un poquito de aceite con una servilleta de papel y si gustas, agregarle un poco de harina blanca para que el polvito evita que se pegue la preparación.
No olvides tener precalentado el horno antes de meter la preparación y toma el tiempo de horneado que te indica el paquete. Quizás saques los panes un poco antes, para saber que está bien cocido puedes introducir un palillo, cuchillo o tenedor, si cualquiera de estos objetos sale seco, significa que ya está listo tu pan de pastel.
Debes sacar y dejar que se enfríe un poco antes de desmoldar, para evitar que se te desbarate el pan y lo puedas decorar sin correr el riesgo de que se te desmorone.
Si preparas un solo pan, puedes cortarlo por la mitad y ponerle el relleno que más te guste: mermelada, crema de avellana, dulce de leche, crema de Bavaria, por mencionar algunos.
Para la cobertura puedes preparar un betún con queso crema y azúcar glass o impalpable, hacer un glaseado con azúcar glass y unas gotas de limón, o bien, usar el betún que ya venden en botecitos de plástico, listo para untarse.
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Estas preparaciones puedes hacerlas con tus hijos o con alguien de tu familia, durante las vacaciones de verano; de esta forma tendrán oportunidad de compartir la actividad, los antojos y poco a poco irán saliendo planes para mejorar la receta o hacer unas de más complejidad. Que las disfrutes.
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