A partir de este mes y hasta diciembre es el periodo en que decenas de tortugas golfinas arriban a las costas de Guaymas, Bahía de Kino y Punta Chueca a desovar, por lo que activistas trabajan para su preservación y defensa.
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En Guaymas, hasta el momento se han detectado tres nidos de tortugas, dos en Bahía Delfín y uno más en Los Algodones, este último no fue posible resguardar ya que se robaron los huevos.
Elsa Coria Galindo, presidenta del Centro de Rescate, Rehabilitación e Investigación de Fauna Silvestre (Crifs), mencionó que cada nido tiene alrededor de 100 huevos, por lo que una vez identificado el arribo de las tortugas a las playas sonorenses buscan cuidadosamente los nidos.
“El procedimiento es muy cuidadoso, poco a poco hay que buscar el punto, donde sentimos que probablemente pudieran estar los huevos para luego resguardarlos”, expresó.
Mercado negro
Pese a que es una especie protegida y que el robo o consumo de la tortuga marina constituye un delito federal, la venta clandestina sigue siendo una realidad, relató Elsa Coria Galindo.
También detalló que los huevos de tortuga los ofertan hasta en 10 pesos, mientras que la tortuga como tal la ofrecen entre 300 a 500 pesos en los diversos mercados negros tanto en Guaymas y Empalme, así como en varios puntos del País.
Por ello, el Crifs trabaja en concientizar a los pescadores para que eviten capturarla, ya que una de cada mil tortugas regresa a las playas a desovar y lo puede hacer hasta en tres ocasiones durante una temporada, por lo que de seguir su crecimiento poblacional podría pronto dejar de ser una especie protegida.
Cosme Damián Becerra, líder del grupo Tortugueros de Bahía de Kino, mencionó que la pesca furtiva para su venta es una realidad; tan sólo en el 2020 se contabilizaron 14 tortugas marinas muertas, las cuales fueron víctimas de caza clandestina.
Algunas, expuso, sólo quedaron en caparazón, mientras que otras perdieron la vida al enredarse en las redes de pescadores, otras más fallecieron a causa de muerte natural.
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Damián Becerra indicó que cada 15 minutos estos animales necesitan tomar aire para luego seguir sumergidas en el mar, sin embargo, hay quienes caen en las redes de pescadores y no pueden salir, lo que ocurre es que por falta de oxígeno, les estalla el corazón, determinándose muerte incidental.
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