El humedal de La Sauceda es uno de los sitios icónicos de Hermosillo; en la actualidad, grupos de la sociedad civil organizada lo protegen y trabajan para mantenerlo limpio, cuidar a las especies que en él habitan, tanto en el agua como en la vegetación y que los ciudadanos realicen diversas actividades al aire libre en ese lugar.
El humedal está ubicado al oriente de Hermosillo, sus dimensiones aproximadas son de 250 metros de largo y 45 de ancho, según declaraciones de Rafael Pacheco, investigador de la Universidad de Sonora y activista, en 2018 al Semanario Primera Plana.
Cuando corría el Río Sonora, hasta acá, este sitio era lugar de paso para las aguas que llegaban a la Costa de Hermosillo y desembocaban al mar; es decir, es parte del cauce.
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Este sitio, para la gente es de recreación, tiene su historia de muchos años atrás, incluso antes de la creación del parque recreativo La Sauceda.
La educación ambiental que hemos recibido, y que muchas personas han abrazado como una causa, ha propiciado que se busque su conservación para convertirlo en espacio de recreación, descanso, investigación y educación en esta materia.
No obstante, el humedal también ha sido escenario de momentos trágicos, específicamente de personas que han muerto en las aguas aparentemente mansas.
En la historia del humedal, también se incluye a personas que han perdido la vida ahogadas; para muchos puede resultar inexplicable o increíble, pero el anecdotario popular puede dar fe de que sí ha sucedido.
Muere joven en el humedal de La Sauceda
Uno de los casos más recientes, ocurrió el 1 de mayo de 2019. Hermán Francisco, un joven de 18 años de edad, murió en el humedal. Lo que prometía ser una tarde de diversión con sus amigos, terminó en tragedia.
Los muchachos fueron a este lugar a refrescarse nadando; eran tres quienes intentarían cruzar nadando la laguna, pero Herman no llegó a donde habían señalado como la meta.
Alrededor de las 18:30 horas, el destino de una familia y de un joven deportista de alto rendimiento cambió para siempre. Los reportes señalan que se cansó y no pudo llegar a la orilla.
El parte policiaco señaló que sus amigos trataron de rescatarlo, pero en su esfuerzo por salir de la situación, Herman se hundía y los hundía. Sólo dos pudieron salir con vida.
El llamado al número de emergencias no fue suficiente para Herman, cuyo cuerpo fue buscado y hallado por el equipo de rescate acuático de Bomberos de Hermosillo a ocho metros de la orilla.
En el lugar hay una cruz que identifica el sitio donde murió, como un recuerdo a su memoria, a su juventud y a la promesa que significaba para su familia y su entorno.
Asimismo, puede considerarse como una advertencia de lo peligroso que puede resultar adentrarse a la laguna, hay quienes cuestionan si hay corrientes subterráneas o es la vegetación acuática lo que impide a las personas salir.
Su muerte no fue la primera, pero es un llamado a preservar también la integridad y la vida de las personas.
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Herman Francisco fue velado en una funeraria de Hermosillo por su familia y sus amigos, en esta misma ciudad fue sepultado un día después.
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