Cuando era pequeño Luis Romero sufrió un accidente mientras jugaba en el patio de su casa, unos tablones cayeron encima de él causándole daño en su coxis y un derrame en la médula ósea, por tal motivo se formó una ampolla en su espalda la cual le causaba mucho dolor, pero al poco tiempo ésta se derramó y desde ese momento no volvió a caminar.
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“Tuve un accidente doméstico cuando tenía 1 año de edad, me estaba cuidando mi tía abuela a mí y mis hermanos, mientras mi mamá estaba en el hospital dando a luz y mi papá trabajaba fuera de la ciudad, ese día estaba jugando en el patio y me cayeron unas maderas que me fisuraron el coxis, después de que se derramó una ampolla que me salió después del accidente me empezó a fallar la pierna derecha y parte de la izquierda y así empecé”, compartió.
Uno de los momentos que más recuerda de su niñez es cuando se arrastraba para moverse de un lugar a otro porque no sabía andar con muletas, un día su mamá le pidió a su vecino que le hiciera unas muletas de manera y fue así como continuó haciéndole frente a su condición.
“Fui criado con mis hermanos, mi papá no hacía distinción conmigo, me trataba como cualquier otro niño y así fui creciendo, terminamos la primaria y luego me mandaron a una escuela especial donde había una psicóloga que les dijo que mi discapacidad no era para que estuviera en esa escuela así que me regresaron a la regular”, mencionó.
Al tiempo Luis comenzó a trabajar para ganar su propio dinero, tomó un curso de idiomas y cuando terminó la preparatoria estudió la Licenciatura en Comunicación en la Universidad de Sonora pues su propósito es salir adelante y cumplir sus objetivos.
“Al concluir con mis estudios entré a trabajar a una central de taxis por 5 años, después en un call center durante 1 año, en mi último trabajo me recortaron por ser una persona de alto riesgo junto con 800 personas más, eso fue el año pasado cuando empezó la pandemia”, señaló.
Hace 4 meses recibió una llamada donde le ofrecían empleo, éste consistía en trabajar desde casa en su computadora, sin embargo, al no cumplir con el requisito de tener un equipo con más de 6 GB de memoria que pudiera soportar los programas, no pudo continuar con el procedimiento.
“No me dejan trabajar, mi familia me dice que no porque es mucho riesgo pero yo quiero trabajar desde casa pero no pasé la prueba por culpa de la computadora, estoy en casa batallando, fui a una estación de taxis para pedir empleo pero sólo solicitaban a personal femenino”, externó.
Luis tiene 53 años de edad, se maneja en silla de ruedas y en algunas ocasiones su salud ha decaído, sin embargo, no pierde la esperanza de encontrar trabajo para seguir generando ingreso, también hacerse de un equipo con el que pueda laborar, es por ello que busca el apoyo de los ciudadanos para comprar una computadora de segunda que tenga mejor memoria, así como también ayuda con despensa y víveres.
Para apoyar a Luis Romero a cumplir uno de sus sueños y encontrar el trabajo ideal pueden comunicarse al número 6621007271 o bien a través de su correo electrónico arribaelnorte_01@hotmail.com
“Necesito apoyo porque estoy en una etapa de desesperación, siempre estaba acostumbrado a trabajar, a tener mi propio dinero y apoyar en mi casa, muchas veces me da pena explotar mi discapacidad porque siempre he trabajado, ojalá me puedan ayudar para que pronto pueda encontrar un trabajo”, finalizó.