Luis Bracamontes Álvarez capitán primero del grupo de fariseos de Las Amapolas, señaló que es una tradición y satisfacción ser el fiestero mayor de la tropa para la realización de la conmemoración y ceremonias de la Cuaresma.
En entrevista para El Sol de Hermosillo, indicó que desde hace 13 años es el capitán mayor de una ramada de fariseos, después de que viajara al pueblo yaqui de Pótam, para su nombramiento.
“Yo tuve que ir a Pótam a que me avalaran como fiestero mayor y así seguir con los usos y costumbres de la Cuaresma, lo cual acepté como mucha voluntad, para guiar a los jóvenes a que respeten dentro y fuera de la cuaresma”, expresó.
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En ese sentido, recordó que se trata de labores religiosas y de penitencia la que realiza la tropa de los fariseos, pero aun así salen avante.
Manifestó que están por realizar el segundo acto del Conti, a fin de seguir con las ceremonias, donde todos los viernes se hacen todos los procesos, para llegar al último viernes de cuaresma.
Desde el miércoles de ceniza hasta el Domingo de Resurrección, dijo tienen el compromiso de permanecer en la ramada, para después estar con las familias y cuestiones laborales.
“Nosotros salimos a las calles para dar a conocer a las familias los usos y costumbres, para bendecir a los vecinos con la llegada de Jesús con el apoyo de uno o dos pesos, que son utilizados para la alimentación de los soldados y sus familias, además de que se invita al pueblo a degustar los platillos que se elaboran”, expuso.
El significado de los fariseos es el soldado romano que resguarda la casa del señor durante los 40 días y la Semana Mayor con la penitencia de no volver a casa en este tiempo.
“Nosotros estamos a la par con la cultura, por lo que buscamos seguir con los usos y costumbres, a fin de que no se pierda la tradición, incluso estamos acudiendo a las escuelas para dar a conocer la historia de los fariseos en las nuevas generaciones”, enfatizó.
La figura de las máscaras son todas diferentes, donde cada una de ellas tiene un significado, junto con el resto de la indumentaria que asemeja a los soldados romanos, por lo que se busca seguir con esta tradición tan bonita para que no se pierda.
Bracamontes Álvarez agregó que otra penitencia es no bañarse durante los 40 días, tal y como sucedió como Jesús, sin embargo, dijo “es poco lo que se sufre aquí comparado con lo que a él le pasó”.
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Por otro lado, señaló que dentro de sus conmemoraciones también se tienen riesgos, ya que parte de esta penitencia es andar sin zapatos, además de las deshidrataciones que llegan a sufrir, aunado a algún accidente que se pueda suscitar, pero a pesar de ello no deben de desistir a esta determinación.
“El ser fariseo es una devoción, sin embargo, son muchos los riesgos que tienen, ya que pueden caer a una zanja, así como los puede morder un perro, o picar un animal, donde ha habido casos que se han desmayado, pero ahí están al pie del cañón para cumplir con esta manda”, estableció.
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