Las maestras y maestros se han convertido en uno de los principales soportes de la sociedad en general, pese a las carencias y dificultades que han enfrentado a lo largo de la historia como su remuneración económica o equipos de trabajo.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hasta el 2020, en Sonora se tenían contabilizados un total de 46 mil 056 docentes en todos los subsistemas y niveles educativos.
La mayoría de los profesores (11 mil 979) imparten clases en primaria, le siguen 10 mil 529 en escuelas de nivel superior, 10 mil 323 en media superior, 8 mil 756 en secundaria y 4 mil 469 en preescolar.
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En Sonora el grado promedio de escolaridad de la población de 15 años y más es de 10.4, es decir, poco más de primer año de bachillerato.
Ramona Risk Fontes, secretaria general del sindicato de maestros de Conalep Sonora, declaró que los docentes, no sólo de nivel medio superior, sino de otros, necesitan apoyo para lograr la formación completa en un alumno.
“Dada la función que tenemos de formar mejores ciudadanos si necesitamos un mayor estímulo, motivación y no únicamente lo económico, sino a los mejores tratos, capacitación y todo tipo de atención”, expresó.
La profesora declaró que ha sido complicado desarrollar su labor, sobre todo tras la contingencia sanitaria, ya que no se cuenta con las condiciones suficientes para llevar a cabo clases en formato híbrido, como Internet y computadoras.
Aunado a esto, expuso que sí existe una inequidad en cuanto a remuneraciones entre subsistemas, pues algunos tienen prestaciones mejor pagadas que otros.
“Están relativamente bien, claro siempre habrá circunstancias específicas que se puedan mejorar, como a los maestros de inglés que no tienen un reconocimiento específico en su seguridad social”, mencionó.
Una forma de generar más oportunidades para los docentes es concientizar y sensibilizar sobre la función y propósitos que tienen, resaltó, pues no es fácil impartir conocimientos en condiciones tan complejas como en el caso de la pandemia y en formato híbrido.
“Creo que muchos lo pudieron constatar estos dos años de pandemia, no es fácil lograr el aprendizaje de niños y jóvenes, va más allá de hacer una tarea, ese proceso educativo que se da día con día hasta concluir un programa y lograr el aprendizaje con un alumno”, señaló.
Por su parte, Eleazar Herrera Araujo, coincidió en que los docentes enfrentan nuevos desafíos en condiciones de precariedad laboral para algunos profesionistas.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores y Empleados del Cobach en Sonora dijo que tras la contingencia sanitaria los programas de estudio han avanzado lento tras el regreso híbrido de los alumnos.
A pesar de esto, aclaró que la decisión de trabajar a distancia y con una reactivación gradual en las aulas fue una de las decisiones más acertadas para proteger la salud de los maestros y estudiantes.
“Claro que es una de las formas que se tienen para enfrentar el regreso, está bien que hayamos regresado porque la calidad del estudiante subirá y no estará tan débil, que es lo que buscamos”, añadió.
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Sobre las remuneraciones económicas por su labor, comentó que estas siempre han sido bajas, aun después de que la administración federal anterior comenzó con una evaluación para los maestros.
“Se debió dejar el estímulo si los profesores se lo ganaron debieron de dejar el estímulo, es insuficiente el recurso que reciben, nos debieran pagar más, pero también entendemos que la situación no es favorable saliendo de la pandemia”, destacó.
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