/ miércoles 27 de marzo de 2024

Conversatorios mineros | Un viaje inolvidable

En la pista del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México está listo para despegar el vuelo 14 AM de Aeroméxico, es un avión Boeing 787 Dreamliner, vuelo directo, 9 horas con 35 minutos para llegar al aeropuerto André Franco Montoro de Sao Paolo, Brasil. A bordo están Jesús Adán, Diego y Emmanuel, estudiantes de secundaria del Ejido San Lucas de Ocampo en Durango. Nunca antes se habían subido a un avión y estaban rumbo al viaje más inolvidable de su corta vida, como seleccionados mexicanos para el Mundial Expo Ciencias.

El evento denominado Milset Expo Science International (ESI), es una convención mundial donde jóvenes representantes de decenas de país presentan proyectos de ciencia e innovación, proyectos factibles de llevarse a acabo y que tengan una función de beneficio a la comunidad de cada expositor. En agosto de 2017, tres jóvenes de una pequeña comunidad de unas 500 personas, de una zona minera de Durango representaron a México.

Estaban sentados juntos, en esas filas de asientos de tres, sus caras eran bien difíciles de describir, definitivamente había nervios, miedo, emoción, alegría, incertidumbre, todas esas cosas que se juntan en la panza y que a los quince años no es fácil explicar, y cómo no?, sí venían de un pueblito en el municipio de San Juan del Rio donde no había calles pavimentadas, donde en la calle ves igual a un perro que a una vaca flaca, donde es normal ver gente moverse en mula o en burro, y donde las parcelitas de maíz están en una cuadra sí y otra no. Son esos

pueblitos donde los ojos tienen que mirar bien profundo para encontrar belleza y más profundo para buscar esperanza.

Es en este entorno donde los profesores son héroes sin capa, sus poderes son escuchar a los jóvenes, sí enseñar, pero sobre todo dar un buen consejo, dar un buen ejemplo e interesarse por las ideas de los muchachos que con un poco de suerte podrían salir de ese círculo de carencias en la vida rural de México. Samuel Vega es uno de esos héroes, entusiasta de la innovación, siempre busco y siguió en internet estas competencias y expos para proyectos de alumnos de escuelas públicas, siempre trato de entusiasmar a los muchachos con la idea de generar un proyecto tan bueno, que cómo premio los podría llevar a conocer otros lugares, donde decía: “se les va abrir la mente”.

Emmanuel, Adán y Diego tuvieron esta idea, la carretera que pasa por el pueblo siempre está sucia y fea, muchas de las callejuelas están así y mucha de la basura son envases de plástico de refrescos, bolsas y otros empaques de comida, la idea era limpiar las calles recoger todo el material reciclable y convertirlo en algo útil, así surgió el proyecto Ladricel. Una ladrillo compacto resultado de la fundición de PET y mezclado con polímeros de pegamento líquido; el resultado es un bloque ligero impermeable y térmico, su producción a gran escala resultaría muy complicada, pero la idea era suficientemente buena para que un prototipo fuera evaluado a nivel nacional por el ESI y ganara el derecho de representar a México en el mundial ESI 2017 en Fortaleza, Brasil.

El personal de Relaciones Comunitarias de la mina vecina, San Agustín, de la empresa Canadiense Argonaut Gold, detectó este caso único e inmediatamente tramitó un patrocinio igual de extraordinario. En ese momento la compañía minera tenía becado al cien por ciento de los estudiantes de la zona, así que la comunicación con los directores de las escuelas y maestros era permanente. Ganar el boleto al mundial del ESI no incluía ningún incentivo de viaje o apoyo económico, así que la mina facilitó el viaje de los tres estudiantes, el maestro líder del proyecto, dos

asesores y un traductor, les diseñó uniformes completos, con la bandera de México, como verdaderos seleccionados nacionales que eran, así viajaron y en el aeropuerto la gente se acercaba a preguntarles en que competían, los felicitaban y les daban palabras de aliento.

Nueve horas y media antes de despegar y toda una vida por delante. Puedo decirles que el viaje fue un éxito, que los muchachos ganaban confianza en cada día de exposición, que se mostraban orgullosos al hablar, en español y en inglés con los jueces. Estoy seguro de una cosa, Jesús Adán Calderón Montenegro, Diego Núñez del Campo y Emmanuel Véliz Soto estudiantes de la escuela Secundaria Técnica 57 de la comunidad de San Lucas de Ocampo, tuvieron un viaje inolvidable y una minera pudo ser parte de ello.

En la pista del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México está listo para despegar el vuelo 14 AM de Aeroméxico, es un avión Boeing 787 Dreamliner, vuelo directo, 9 horas con 35 minutos para llegar al aeropuerto André Franco Montoro de Sao Paolo, Brasil. A bordo están Jesús Adán, Diego y Emmanuel, estudiantes de secundaria del Ejido San Lucas de Ocampo en Durango. Nunca antes se habían subido a un avión y estaban rumbo al viaje más inolvidable de su corta vida, como seleccionados mexicanos para el Mundial Expo Ciencias.

El evento denominado Milset Expo Science International (ESI), es una convención mundial donde jóvenes representantes de decenas de país presentan proyectos de ciencia e innovación, proyectos factibles de llevarse a acabo y que tengan una función de beneficio a la comunidad de cada expositor. En agosto de 2017, tres jóvenes de una pequeña comunidad de unas 500 personas, de una zona minera de Durango representaron a México.

Estaban sentados juntos, en esas filas de asientos de tres, sus caras eran bien difíciles de describir, definitivamente había nervios, miedo, emoción, alegría, incertidumbre, todas esas cosas que se juntan en la panza y que a los quince años no es fácil explicar, y cómo no?, sí venían de un pueblito en el municipio de San Juan del Rio donde no había calles pavimentadas, donde en la calle ves igual a un perro que a una vaca flaca, donde es normal ver gente moverse en mula o en burro, y donde las parcelitas de maíz están en una cuadra sí y otra no. Son esos

pueblitos donde los ojos tienen que mirar bien profundo para encontrar belleza y más profundo para buscar esperanza.

Es en este entorno donde los profesores son héroes sin capa, sus poderes son escuchar a los jóvenes, sí enseñar, pero sobre todo dar un buen consejo, dar un buen ejemplo e interesarse por las ideas de los muchachos que con un poco de suerte podrían salir de ese círculo de carencias en la vida rural de México. Samuel Vega es uno de esos héroes, entusiasta de la innovación, siempre busco y siguió en internet estas competencias y expos para proyectos de alumnos de escuelas públicas, siempre trato de entusiasmar a los muchachos con la idea de generar un proyecto tan bueno, que cómo premio los podría llevar a conocer otros lugares, donde decía: “se les va abrir la mente”.

Emmanuel, Adán y Diego tuvieron esta idea, la carretera que pasa por el pueblo siempre está sucia y fea, muchas de las callejuelas están así y mucha de la basura son envases de plástico de refrescos, bolsas y otros empaques de comida, la idea era limpiar las calles recoger todo el material reciclable y convertirlo en algo útil, así surgió el proyecto Ladricel. Una ladrillo compacto resultado de la fundición de PET y mezclado con polímeros de pegamento líquido; el resultado es un bloque ligero impermeable y térmico, su producción a gran escala resultaría muy complicada, pero la idea era suficientemente buena para que un prototipo fuera evaluado a nivel nacional por el ESI y ganara el derecho de representar a México en el mundial ESI 2017 en Fortaleza, Brasil.

El personal de Relaciones Comunitarias de la mina vecina, San Agustín, de la empresa Canadiense Argonaut Gold, detectó este caso único e inmediatamente tramitó un patrocinio igual de extraordinario. En ese momento la compañía minera tenía becado al cien por ciento de los estudiantes de la zona, así que la comunicación con los directores de las escuelas y maestros era permanente. Ganar el boleto al mundial del ESI no incluía ningún incentivo de viaje o apoyo económico, así que la mina facilitó el viaje de los tres estudiantes, el maestro líder del proyecto, dos

asesores y un traductor, les diseñó uniformes completos, con la bandera de México, como verdaderos seleccionados nacionales que eran, así viajaron y en el aeropuerto la gente se acercaba a preguntarles en que competían, los felicitaban y les daban palabras de aliento.

Nueve horas y media antes de despegar y toda una vida por delante. Puedo decirles que el viaje fue un éxito, que los muchachos ganaban confianza en cada día de exposición, que se mostraban orgullosos al hablar, en español y en inglés con los jueces. Estoy seguro de una cosa, Jesús Adán Calderón Montenegro, Diego Núñez del Campo y Emmanuel Véliz Soto estudiantes de la escuela Secundaria Técnica 57 de la comunidad de San Lucas de Ocampo, tuvieron un viaje inolvidable y una minera pudo ser parte de ello.