/ jueves 11 de abril de 2024

Conversatorios mineros | Una granja de lombrices

Conocí un proyecto minero que producía lombrices. Muchos miles de lombrices, que a su vez producían un fertilizante orgánico de altísima calidad que beneficiaba a los agricultores de la región, de hecho ellos ponían la mano de obra y esta granja de lombrices ayudaba a generar melones, tomates, espárragos y otras hortalizas de importación.

Dentro de las incontables posibilidades de sinergias de los proyectos mineros con otros sectores, la agricultura puede ser un gran aliado para la minería, lejos de la percepción errónea de que la minería es una actividad excluyente de otras como todas las actividades agropecuarias o el turismo, en México y el mundo hay números ejemplos de que todos cabemos en la minería.

Cuando el Proyecto San Antonio de Argonaut Gold adquirió derechos de agua, estos millares venían junto con un rancho, es decir el vendedor quería vender el agua con todo y rancho y retirarse, el precio era justo así que la compañía consiguió el agua y adicionalmente algunas hectáreas cultivables. La compañía rentó gran parte del rancho pero se mantuvo una pequeña parte para un invernadero donde se producirían plantas de ornato y árboles endémicos de la región para apoyar campañas de reforestación.

Para ampliar la vinculación de la empresa se invitó a la Universidad del Estado, para que sus alumnos ciencias agropecuarias hicieran prácticas profesionales y de ellos vino la idea de hacer producir lixiviado de lombriz, un producto al que ellos le veían implicaciones comerciales, pero que al final tuvo un uso social exitoso. Con el diseño y la asistencia de la Universidad se habilitó la granja y se capacitó a los rancheros de la zona, ellos serían los responsables de darle el mantenimiento diario al proyecto, mientras que los estudiantes harían visitas de evaluación y corrección.

En un año de operaciones la granja de Lombrices había conseguido más de mil galones de fertilizante lixiviado de lombriz, con el cual se generaron 3 mil plantas que se donaron en proyectos de reforestación en espacios públicos y tres ranchos usaron con éxito el lixiviado en cultivos orgánicos con calidad de exportación.

Hay minas que además de su actividad extractiva producen electricidad, hay minas que tiene plantas tratadoras de aguas negras, minas que operan desaladoras, minas que se convierten en lagos artificiales para la pesca recreativa y minas que albergan colmenas de abejas y granjas de gallinas en sus zonas impactadas para impulsar la reforestación, así que no cabe duda que en la minería caben hasta las lombrices.

Conocí un proyecto minero que producía lombrices. Muchos miles de lombrices, que a su vez producían un fertilizante orgánico de altísima calidad que beneficiaba a los agricultores de la región, de hecho ellos ponían la mano de obra y esta granja de lombrices ayudaba a generar melones, tomates, espárragos y otras hortalizas de importación.

Dentro de las incontables posibilidades de sinergias de los proyectos mineros con otros sectores, la agricultura puede ser un gran aliado para la minería, lejos de la percepción errónea de que la minería es una actividad excluyente de otras como todas las actividades agropecuarias o el turismo, en México y el mundo hay números ejemplos de que todos cabemos en la minería.

Cuando el Proyecto San Antonio de Argonaut Gold adquirió derechos de agua, estos millares venían junto con un rancho, es decir el vendedor quería vender el agua con todo y rancho y retirarse, el precio era justo así que la compañía consiguió el agua y adicionalmente algunas hectáreas cultivables. La compañía rentó gran parte del rancho pero se mantuvo una pequeña parte para un invernadero donde se producirían plantas de ornato y árboles endémicos de la región para apoyar campañas de reforestación.

Para ampliar la vinculación de la empresa se invitó a la Universidad del Estado, para que sus alumnos ciencias agropecuarias hicieran prácticas profesionales y de ellos vino la idea de hacer producir lixiviado de lombriz, un producto al que ellos le veían implicaciones comerciales, pero que al final tuvo un uso social exitoso. Con el diseño y la asistencia de la Universidad se habilitó la granja y se capacitó a los rancheros de la zona, ellos serían los responsables de darle el mantenimiento diario al proyecto, mientras que los estudiantes harían visitas de evaluación y corrección.

En un año de operaciones la granja de Lombrices había conseguido más de mil galones de fertilizante lixiviado de lombriz, con el cual se generaron 3 mil plantas que se donaron en proyectos de reforestación en espacios públicos y tres ranchos usaron con éxito el lixiviado en cultivos orgánicos con calidad de exportación.

Hay minas que además de su actividad extractiva producen electricidad, hay minas que tiene plantas tratadoras de aguas negras, minas que operan desaladoras, minas que se convierten en lagos artificiales para la pesca recreativa y minas que albergan colmenas de abejas y granjas de gallinas en sus zonas impactadas para impulsar la reforestación, así que no cabe duda que en la minería caben hasta las lombrices.