/ miércoles 17 de agosto de 2022

Democracia y debate | CNTE

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en la CDMX y en varios estados, fue violenta, lastimaba, lesionaba, humillaba a quienes no pensaban como ellos.

Quienes no coincidían con la visión educativa de la CNTE eran perseguidos, señalados y golpeados.

En muchas ocasiones desnudados, rapados y exhibidos públicamente. Se les obligaba a los que pensaban distinto a desfilar mientras se les arrojaban objetos, harina, huevos, cada paso una ofensa.

Al grito de “viene la Coordinadora”, maestros del SNTE, trabajadores de la educación en general y personas que quedaban atrapadas en el conflicto, sufrían degradación física, violencia, insultos y daños que podían resultar irreversibles.

Recuerdo una mujer valiente, una maestra extraordinaria y una dirigente sindical inteligente, que lamentablemente fue atrapada por la CNTE, fue desnudada, fue humillada y obligada a caminar por las calles de Michoacán mientras se le insultaba, con gran tristeza y enojo muchos vimos estas escenas en televisión, nadie hacía nada, nadie podía hacer nada contra la violencia. Tiempo después en un evento cultural del SNTE, llegó esta maestra, recuperada, orgullosa y altiva, entró al escenario como una gran reina, no podíamos más que reconocer su valor, de pie la recibimos entre aplausos.

Quienes sufrieron esos años de violencia por parte de la Coordinadora quedaron con huellas que no se borran. Esas huellas llegan hoy a la Secretaría de Educación Pública en hombros de su titular.

La maestra Elba Esther Gordillo, quien fuera presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y considerada por años el gran enemigo de la CNTE, señala que “el nombramiento de Leticia Ramírez es decir a la CNTE ahí tienen la SEP”, considera que se ha puesto la política por encima de la educación.