/ lunes 12 de febrero de 2024

ElCrítico21 | Anatomía de una caída y los amores perros

La vida en pareja es complicada. No hay diferencia entre la gloria y el infierno. Por eso, en cada conflicto de dos, existen tres verdades. Las primeras son las que cada parte construye a conveniencia para obtener el mejor beneficio: el de la duda. La última es aquella que no conoceremos nunca. A menos

Es así como Anatomía de una caída (Justine Triet, 2023) es un drama sicológico que se presenta bajo el disfraz de un thriller policiaco. Además, trasciende el formato de película de juicios —cuya venerable trayectoria se pierde en el tiempo—, y logra cautivar al espectador a través de un guión minucioso, tan sutil y desgarrador como un matrimonio.

El arte imita a la vida, dijo Aristóteles. Y esa sentencia es el origen del conflicto entre la escritora alemana Sandra Voyter ( Sandra Hüller ) y Samuel Maleski ( Samuel Theis ), su marido. La creación narrativa está al centro de la pareja, sin embargo, mientras Sandra es laureada y reconocida, Samuel debe lidiar con el fracaso de sus aspiraciones literarias.

La lucha de egos agobia a Daniel (Milo Machado Graner), hijo de ambos. Su discapacidad visual empaña la relación con sentimientos de culpa que no se han disipado y surgen, como ficción, en las publicaciones de los escritores. El arte imita a la vida.

Sandra, Samuel, Daniel y Snoop, mascota y lazarillo del menor, habitan un chalet en la distancia de los Alpes Franceses. Alejados del mundo, sobre la nieve blanca, la oscuridad de los celos y la envidia, amenazan con alterar tan frágil ecosistema. El arte imita a la naturaleza.

Por eso, cuando Samuel aparece muerto, al pie del chalet, con su rastro de sangre en la nevada, inicia un proceso judicial que, de manera inexorable, podrá a Sandra, esposa y madre, en la silla de los acusados, sin importar si es culpable o inocente. ¿Es famosa?, ¡debe tener impulsos criminales! La narrativa es más seductora que la verdad.

Anatomía de una caída, en su primer acto, se toma tiempo para establecer los hilos de la trama. Sin embargo, a partir del juicio, muestra con vigor y precisión sus cartas más fuertes, atrapando la atención del auditorio, pues en una película de juicios, todo lo que se dice es importante.

De esta manera, el lenguaje es piedra de toque. Sandra, alemana y Samuel, galo, encontraron en el inglés una intersección conveniente; sin embargo, durante el proceso, la escritora se ve obligada a hablar en francés. La comunicación oral es volátil y puede malinterpretarse. Lo escrito permanece. Como escritora, Sandra lo sabe y lo lamenta.

Anatomía de una caída trabaja sobre varios ejes: el pasado de Sandra y Samuel —a medida que avanza el metraje, éste resulta ser más y más sórdido—, la investigación y desarrollo del proceso judicial y, con sabor a Hitchcock, la sombra de una duda: la muerte, ¿fue un accidente?, ¿se trató de un suicidio?, ¿o ha sido un asesinato?

Mientras Samuel boicotea la armonía del hogar con P.I.M.P, de 50Cent, Daniel tratará de encontrar la paz interpretando frenético al piano, la Suite Española de AlbénIz. En cambio, Sandra y Snoop, el perro, parecen mas concentrados en sus propias ideas y pensamientos.

Tal vez, por eso, ambos personajes resultan ser tan semejantes: vivir la vida con dignidad e inteligencia evita la caída.

Qué leer antes o después de la función

El proceso, de Franz Kafka. Una mañana, Josef K., empleado bancario, recibe la visita de dos hombres que le informan que ha iniciado un proceso judicial en su contra. Así inicia una de las pesadillas más memorables jamás escritas. El laberinto burocrático corre en paralelo con lo absurdo. Entre la vida y la muerte, Josef K. tomará conciencia de sí mismo y enfrentará lo inevitable.

La vida en pareja es complicada. No hay diferencia entre la gloria y el infierno. Por eso, en cada conflicto de dos, existen tres verdades. Las primeras son las que cada parte construye a conveniencia para obtener el mejor beneficio: el de la duda. La última es aquella que no conoceremos nunca. A menos

Es así como Anatomía de una caída (Justine Triet, 2023) es un drama sicológico que se presenta bajo el disfraz de un thriller policiaco. Además, trasciende el formato de película de juicios —cuya venerable trayectoria se pierde en el tiempo—, y logra cautivar al espectador a través de un guión minucioso, tan sutil y desgarrador como un matrimonio.

El arte imita a la vida, dijo Aristóteles. Y esa sentencia es el origen del conflicto entre la escritora alemana Sandra Voyter ( Sandra Hüller ) y Samuel Maleski ( Samuel Theis ), su marido. La creación narrativa está al centro de la pareja, sin embargo, mientras Sandra es laureada y reconocida, Samuel debe lidiar con el fracaso de sus aspiraciones literarias.

La lucha de egos agobia a Daniel (Milo Machado Graner), hijo de ambos. Su discapacidad visual empaña la relación con sentimientos de culpa que no se han disipado y surgen, como ficción, en las publicaciones de los escritores. El arte imita a la vida.

Sandra, Samuel, Daniel y Snoop, mascota y lazarillo del menor, habitan un chalet en la distancia de los Alpes Franceses. Alejados del mundo, sobre la nieve blanca, la oscuridad de los celos y la envidia, amenazan con alterar tan frágil ecosistema. El arte imita a la naturaleza.

Por eso, cuando Samuel aparece muerto, al pie del chalet, con su rastro de sangre en la nevada, inicia un proceso judicial que, de manera inexorable, podrá a Sandra, esposa y madre, en la silla de los acusados, sin importar si es culpable o inocente. ¿Es famosa?, ¡debe tener impulsos criminales! La narrativa es más seductora que la verdad.

Anatomía de una caída, en su primer acto, se toma tiempo para establecer los hilos de la trama. Sin embargo, a partir del juicio, muestra con vigor y precisión sus cartas más fuertes, atrapando la atención del auditorio, pues en una película de juicios, todo lo que se dice es importante.

De esta manera, el lenguaje es piedra de toque. Sandra, alemana y Samuel, galo, encontraron en el inglés una intersección conveniente; sin embargo, durante el proceso, la escritora se ve obligada a hablar en francés. La comunicación oral es volátil y puede malinterpretarse. Lo escrito permanece. Como escritora, Sandra lo sabe y lo lamenta.

Anatomía de una caída trabaja sobre varios ejes: el pasado de Sandra y Samuel —a medida que avanza el metraje, éste resulta ser más y más sórdido—, la investigación y desarrollo del proceso judicial y, con sabor a Hitchcock, la sombra de una duda: la muerte, ¿fue un accidente?, ¿se trató de un suicidio?, ¿o ha sido un asesinato?

Mientras Samuel boicotea la armonía del hogar con P.I.M.P, de 50Cent, Daniel tratará de encontrar la paz interpretando frenético al piano, la Suite Española de AlbénIz. En cambio, Sandra y Snoop, el perro, parecen mas concentrados en sus propias ideas y pensamientos.

Tal vez, por eso, ambos personajes resultan ser tan semejantes: vivir la vida con dignidad e inteligencia evita la caída.

Qué leer antes o después de la función

El proceso, de Franz Kafka. Una mañana, Josef K., empleado bancario, recibe la visita de dos hombres que le informan que ha iniciado un proceso judicial en su contra. Así inicia una de las pesadillas más memorables jamás escritas. El laberinto burocrático corre en paralelo con lo absurdo. Entre la vida y la muerte, Josef K. tomará conciencia de sí mismo y enfrentará lo inevitable.