Ya se veía venir la problemática de la famosa cuarentena, ciertamente hay personas que trabajan para gobierno que se pudieron ir a sus casas a mantenerse a resguardo del Covid 19, otras que tal vez trabajan para empresas grandes que también pueden “darse el lujo” de entrar en cuarentena.
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Pero hay empleados de empresas, que simplemente no pueden aguantar estar pagando sueldos sin ventas y la escala más baja de esta cadena son las personas que se autoemplean… Ellos viven al día, si trabaja comen, si no, no.
Por ello, después de cuarenta y dos días de estar aguantando literalmente al filo de la navaja, los comerciantes del tianguis de Los Olivos, ya no pudieron más y se manifestaron coordinados por el señor Luis Roberto Rodríguez, presidente de la Asociación de los Comerciantes de Los Olivos.
Manteniendo disciplina los diversos grupos de los diferentes tianguis de la ciudad y comerciantes informales, estuvieron muy atentos a mantener las reglas de la sana distancia y todos equipados con guantes y mascarillas, presentaron sus apremiantes necesidades y los razonamientos por los que simplemente ya no tuvieron más, que cerrar los bulevares Luis Encinas y Rosales frente al Museo y Biblioteca de la Universidad de Sonora.
Según me comentó el señor Luis Roberto Rodríguez, antes de decidir manifestarse y anticipando que la situación de sus familias entraría en carestía de lo más elemental, se acercaron primeramente con la alcaldesa Celida López y le hicieron llegar sus necesidades y solicitaron su apoyo. Asimismo, también hicieron lo conducente con Gino Saracco, de Inspección y Vigilancia; con el señor Manuel Puebla, de Sedesson; con la Secretaría de Economía de Jorge Vidal y en donde fueron atendidos por Leonardo Ciscomani.
Ya por último se acercaron a la Secretaría del Bienestar y dejaron los documentos donde solicitaron apoyos a Jorge Taddei.
Al no tener resultados para sus familias, por lo urgente de la situación y después de haber agotado instancias debieron de manifestarse ante la sociedad para poder abrir los ojos ante lo que les sucede.
Por supuesto, no son los únicos comerciantes y personas que se autoemplean, por lo que otras agrupaciones se acercan y se unen a la Asociación de Comerciantes de Los Olivos y con fecha de la misma manifestación 26 de abril del presente, informan el nacimiento del Frente Común de Tianguistas Sonorenses.
En otras publicaciones he comentado que esto se veía venir. Es absolutamente lógico. O estas personas trabajan y comen o se encierran y padecen.
Claro, escuché un sinfín de comentarios de muchísimas personas que sin empatía alguna y que al no vivir en carne propia esas experiencias, comentaban erróneamente “¿Pues qué quieren, morir de Covid-19?”, y la respuesta o b v i a era: Entonces, ¿que se mueran de hambre?
Pero estimado lector, aquí la cuestión también es: nuestras autoridades, en serio, ¿no podían prever el escenario que actualmente viven estas familias? ¿Tienen que estar en peligro las personas para que hasta entonces se muevan? Porque ya tienen por lo menos 30 días de saber de sus necesidades y no solo no les dan solución, simplemente no les han contestado.
Lo que es en contra de la ley, ya que, como funcionarios públicos, están obligados por ley a dar contestación por escrito y ya pasaron más de 30 días en el caso de la alcaldía, que se le entregaron las solicitudes de apoyo el 16 de marzo y en la última instancia, fue el 31 de marzo del presente.
Según nos dice el señor Luis Roberto Rodríguez Terán, recién nombrado presidente de esta nueva asociación, el siguiente paso, de ser necesario, es presentar la queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, por discriminación a las personas por pertenecer al comercio informal. Y el Covid-19 se convierte en papá y la cuarentena en mamá.
Gustavo Tena H. Fotógrafo profesional y ciudadano. ciudadanopensó@gmx.es
