“Así como respeto y como respetaré siempre, la aplicación del derecho de amparo y la independencia del Poder Judicial, ejerceré también a plenitud mis facultades como Presidente de la República y mis libertades como ciudadano y no callaré ante el pillaje y la injusticia”.
Este es el último párrafo de la carta que le envió Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República Mexicana al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Pongo en negritas o letras bold, la parte que considero de capital importancia, el fragmento donde informa el Presidente, que ejercerá también a plenitud sus facultades como Presidente de la República, porque esto, a mi muy personal punto de vista, significa que de ninguna manera él va a permitir que se dé marcha atrás u obstaculice la contrarreforma energética recién aprobada y publicada en el Diario Oficial de la Federación. Casi podría interpretarse como una declaratoria de guerra.
¿Cuáles son estas facultades a las que se refiere el Presidente? Son varias, primera, Iniciativa. La Presidencia puede mandar iniciativas empezando por reformas constitucionales, precisamente para cambiar todo el Poder Judicial, de hecho, el Presidente ya tiene una reforma al Poder Judicial que ha estado detenida tal vez por una cuestión de prioridades y estas maniobras desde la Suprema Corte de Justicia, ha elevado a primera prioridad para su gobierno la mencionada reforma que estaba en pausa y que ya se tiene bien revisada.
Esto reformaría de fondo todo el Poder Judicial y entre otras cosas remover a todos los ministros de la Corte y colocar nuevos. Esto no es ninguna novedad, en tiempos de Zedillo, éste redujo el número de 26 a 11 ministros y en esa acción los 26 ministros se removieron y se nombraron nuevos ministros. Es decir, al final el Presidente puede empezar toda la Corte, porque manda la iniciativa y el Congreso, donde dicho de paso, tiene mayoría de Morena, puede pasar la reforma y donde puede retrasar un poco, sería en el Congreso, pero los cinco o seis votos que le harían falta, bien podría conseguirlos y se van todos los ministros actuales.
Por otro lado, la Secretaría de Hacienda, la Unidad de Inteligencia Financiera (¿Cuál fue la razón por la que renuncia Eduardo Medina Mora, expresidente de la Suprema Corte?) Estas instituciones pueden revisar todas las cuentas de todos los ministros de la Corte y detectar la congruencia entre sus estilos de vida contra sus ingresos, a través del SAT y la Función pública, ya que ellos son funcionarios públicos y deben de aportar su declaración patrimonial.
Como podemos observar, la Presidencia de la República tiene muchas herramientas para “ejercer a plenitud” y este es el mensaje importante de la carta del Presidente y lo deja muy claro: “Yo respeto la autonomía, pero voy a ejercer a plenitud mis facultades como Presidente de la República”.
Pienso que habla de la reforma al Poder Judicial, quitar a todos los ministros de la corte y a todos los magistrados electorales, es decir, una reforma completa, e incluso, desaparecer el Consejo de la Judicatura Federal.
Por otro lado, el Presidente reveló una investigación que hizo la propia Presidencia sobre José Ramón Cossío Díaz, exministro de la Suprema Corte de Justicia y expuso en su conferencia de prensa matutina, el papel que desempeñó al votar en favor de las autoridades responsables del caso de la guardería ABC, así como de los familiares de la esposa del ex presidente Felipe Calderón H. las autoridades del IMSS en Sonora y del Ayuntamiento de Hermosillo. También mencionó los casos: Florence Marie Louise Cassez, ciudadana francesa acusada y condenada falsamente de secuestro, el caso de la inconstitucionalidad de la Ley Televisa, el caso de Roberto Gil Zuarth quien presionó para obtener contratos energéticos a cambio de no boicotear la aprobación de la reforma energética, el caso de Juchitán, Oaxaca, donde el mencionado, negó el amparo a mil ciento sesenta y seis pobladores indígenas y favoreció a una empresa de generación de electricidad eólica. El caso de San Salvador Atenco, donde José Ramón Cossío Díaz se niega a responsabilizar a Eduardo Medina Mora, quien era ministro de la Suprema Corte y a Enrique Peña Nieto de las violaciones graves a derechos humanos ocurridas en Texcoco y San Salvador Atenco.
Recomiendo “googlear” sobre estos casos para obtener más información, ya que describirlos aquí alargaría sustancialmente la presente columna.
Definitivamente las cosas acaban de subir, no uno… sino tres niveles, el grado de seriedad de las batallas que estamos por presenciar.
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Al parecer cada vez que se atacan las medidas tomadas por la Cuarta Transformación, Andrés Manuel López Obrador, tiene ya listo el contraataque. Aunque Juan Pablo Gómez Fierro, juez segundo de distrito, les sorprendió teniendo listo el amparo ante la contrarreforma energética a 24 horas de publicada en el Diario Oficial de la Federación, el contraataque no se hizo esperar y al parecer, el Presidente, ya se quitó los guantes.
